Toyota Mirai, así funciona un coche de hidrógeno

A través del Toyota Mirai vamos a descubrir cómo funciona un coche de hidrógeno.

Rara vez le llega a uno la oportunidad de probar un coche realmente nuevo, pero que mañana puede desaparecer. Algo así como flor de un día… sobre ruedas.

Esta fue la experiencia en el Downtown de Los Ángeles. Duró un par de horas, y los coches probados fueron el VW Passat HyMotion y el Audi A7 h-tron. El Grupo VW quería demostrar de lo que es capaz: conseguir que rueden por la carretera modelos de última generación equipados con el motor de pila de combustible. Su máxima: podemos hacerlo, aunque va a ser que no. “No creemos que en los próximos años los coches eléctricos con pila de combustible tengan salida real en el mercado”, nos dijo un portavoz del grupo.

La declaración es también una respuesta a lo que los colegas de Toyota habían presentado unos días antes. Su Mirai es el primer coche de serie eléctrico con pila de combustible, que rinde unos nada despreciables 155 CV (véase el funcionamiento en la infografía de las siguientes páginas). El futurista Mirai (en español significa futuro) puede recorrer, con los tanques llenos de hidrógeno, hasta 500 kilómetros sin tener que repostar. También están en la parrilla de salida Honda con su FCV, Hyundai con su ix35 y Mercedes con su Serie B.

De manera que el sueño de un motor eléctrico con la autonomía extendida de uno de combustible fósil se ha hecho realidad. ¿O será precisamente el hidrógeno la materia de la que se componen los sueños?

Porque aún hay problemas por resolver. En un país puntero en estas lides como Alemania, por el momento solo hay 16 surtidores de hidrógeno. En España la situación es bastante más preocupante ya que solo existen siete, tres de ellas inoperativas y una (Zaragoza) en proceso de desmantelamiento. 

Luego está el elevado precio de esta tecnología. Cuando el Mirai llegue a nuestro mercado, costará unos 66.000 euros. Eso por un coche poco espacioso de 4,90 metros con un maletero limitado por los depósitos de hidrógeno. ¿Quién estará dispuesto a pagar esa suma? Unos problemas que por supuesto Volkswagen conoce de sobra. Pero aun así quieren seguir trabajando en la pila de combustible para estar preparados cuando, al final de esta década, la red de surtidores de hidrógeno ya esté algo más implantada y los costes se hayan reducido.

Volvamos a Los Ángeles. Las cortas pruebas al volante del Mirai y el Passat HyMotion demuestran que esta técnica funciona sin problemas. Gracias a su concepción como coches eléctricos ruedan prácticamente en silencio (solo los compresores en la pila de combustible susurran levemente) y aceleran con mucho empuje en cuanto pisas un poco el pedal del gas. Y Volkswagen ha sido previsor: los cuatro depósitos de un kilo que lleva el Passat pueden adaptarse a cualquier modelo de la marca que se base en su plataforma modular. En el Salón de Los Ángeles no solo vimos al Passat, también un Golf Variant con idéntica técnica HyMotion.

Más sorprendente es lo que ha hecho con el Audi A7 h-tron. En lugar de baterías al uso, ha instalado la de 8,8 kW del Golf GTE, con lo que se puede cargar con un enchufe tradicional y avanzar 50 kilómetros extra. Esto convierte al A7 en un coche autosuficiente, independiente del hidrógeno para trayectos cortos por ciudad. La conducción con este híbrido de pila de hidrógeno y sus dos motores de 85 kW es divertida gracias a su potencia. 

Pero de momento todas esta diversión se queda en la zona de pruebas del Grupo Volkswagen, ya que si realmente se propusieran vender estos modelos de serie los precios no bajarían de 100.000 euros. 

Esta es la razón por la que el pionero y actual referente en los coches eléctricos, el jefe de Tesla Elon Musk, cuando se refiere a la pila de combustible se refiere a esta tecnología como “la pila del engaño”.