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Descubre cómo es el dueño del primer Tesla Roadster en España

Descubre cómo es el dueño del primer Tesla Roadster en España
Tesla, el fabricante del primer deportivo 100% eléctrico, no podría haber escogido mejor a su primer cliente en España. Otto Poldermans, un holandés afincado en España desde hace 10 años, genera en su propia casa la energía necesaria para recorrer una distancia de hasta 300 km. Su popularidad ha aumentado con el Tesla Roadster; ahora ya no pasa desapercibido por el pueblo.

Tesla, el fabricante del primer deportivo 100% eléctrico, no podría haber escogido mejor a su primer cliente en España. Otto Poldermans, un holandés afincado en España desde hace 10 años, genera en su propia casa la energía necesaria para recorrer una distancia de hasta 300 km. Su popularidad ha aumentado con el Tesla Roadster; ahora ya no pasa desapercibido por el pueblo.

Si Otto Poldermans hubiera nacido durante el Renacimiento italiano, seguro que habría sido colega de Leonardo da Vinci o de Leon Battista Alberti. Tan polifacético como los mencionados personajes, Otto es un cirujano plástico jubilado, con estudios de ingeniería electrónica. Este holandés de 61 años eligió hace 10 las Alpujarras granadinas como lugar de retiro. El sol de España le proporcionó la condición ideal para desatar una de sus grandes pasiones: el aprovechamiento de las energías renovables. Después de comprar un viejo molino de agua y de acondicionarlo como vivienda, Otto comenzó a sembrar el tejado de placas fotovoltaicas e instaló una turbina en el curso de agua que pasa bajo la casa. Durante ese tiempo llegó al mercado el Tesla Roadster, con una autonomía que le permitiría cubrir la mayoría de sus desplazamientos, así que fue uno de los primeros europeos en apuntarse en la lista de espera del fabricante californiano.

Un coche-anuncio

Aunque Otto adquirió su automóvil a comienzos de año, tardó casi dos meses en conseguir matricularlo y hacerle los papeles debido a que tuvo que encargar una homologación unitaria. La marca no tiene previsto pasar la homologación estándar para un coche del que apenas venderán unas decenas de unidades.

Pero para nuestro protagonista, el pequeño sobreprecio generado por este contratiempo –el coste final del vehículo ronda los 85.000 euros- merecía la pena del todo. Además de conducir sin gastar, el Tesla le proporcionará una impagable publicidad a su empresa Solar Hydro Solutions, que se dedica a la instalación de energías renovables en domicilios particulares de la zona. AUTO BILD pudo comprobar cómo de popular era este peculiar personaje en la localidad de Órgiva (Granada), a la que suele desplazarse para hacer recados con su silencioso deportivo.

Aunque vive en una zona montañosa, el enorme paquete de baterías del Tesla -que ofrece 300 km de autonomía- le permite a Otto viajar desde su casa hasta Granada o Málaga sin preocuparse y realizando el tipo de conducción que más le apetezca

“Aquí todo el mundo se conoce, pero desde que tengo este coche, mi popularidad ha aumentado bastante en el pueblo”, reconoce Otto sin el menor asomo de molestia. Las baterías del Tesla son descomunales, razón por la cual tarda algo más de ocho horas en recargarlas... ¿gratuitamente? “No gasto nada de electricidad.

De hecho, el sobrante que tengo lo uso para mantener en verano el agua de la piscina a 310C, me va bien para la artritis. En invierno, tengo más caudal de agua y genero todavía más electricidad. Aunque mi consumo también es mayor entonces, apenas tengo que usar el gas natural una semana al año”, afirma Otto con inequívoco aire de satisfacción.

Puedes comprobar qué clase de equipo hace falta para intentar esquivar el mordisco mensual de las eléctricas. Por desgracia, el elevado coste del plomo de las baterías hace subir todavía demasiado su precio.

Si estás pensando en adquirir un coche eléctrico e invertir en esta tecnología para ahorrar a largo plazo, como puedes ver, ya es posible. Aunque conviene recordar que requiere una considerable inversión y cierta dosis de talento e ingenio, como es el caso de Otto.

Dentro de la casa de otto

Sobre el tejado de su casa y en los alrededores, Otto instaló seis placas solares como ésta, con una potencia total de 2 kW. En invierno, la turbina de agua produce 25 KWh, dependiendo del caudal. El sistema se completa con unos inversores y unas grandes baterías de plomo, más estables a altas temperaturas. El coste de todo ronda los 30.000 euros, aunque la inversión para cargar gratuitamente cualquier coche eléctrico no debería superar los 18.000 euros. Otto únicamente gasta un poco de gas natural en los meses más duros del invierno, cuando no hay mucho sol.

El precio de los paneles solares ha bajado mucho, aunque el coste de las baterías de plomo es más elevado que antes

Fotos: Víctor Henao

 

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