MotoGP 2015: Bautista y su aventura en Aprilia
Diego de Arístegui
Cuando los pilotos de MotoGP se van de vacaciones, llegan los días de análisis, donde hacemos balance de lo sucedido hasta esta primera mitad del campeonato, intentando interpretar lo que dará de sí la segunda parte del pastel de la temporada 2015. Hoy en concreto vamos a hablar de Álvaro Bautista y su aventura en Aprilia.
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El piloto de Talavera llevaba unas cuantas temporadas como piloto satélite, formando parte del equipo Gresini y con una Honda en su box. Desde su llegada a la estructura italiana, Bautista tuvo que brear con una desigualdad de material no sólo a diferencia de los pilotos HRC, sino también de Stefan Bradl, que competía con la misma montura que él. Eso, unido a sus problemas de aclimatación a las suspensiones Showa, provocaron que no estuviese del todo a gusto en su actual situación.
Cambio brusco de aires
La única solución viable era cambiar de equipo, y ese cambio tenía que tener un rumbo claro, una fábrica. Encontrar algo así en MotoGP es una misión casi imposible, salvo este año, cuando Aprilia, después de un tiempo fuera del campeonato, regresaba de nuevo en 2015 precisamente con el equipo Gresini. Era la oportunidad de Bautista, aunque con el desafío de tener que evolucionar una moto desde cero.
No ha sido una misión sencilla, ya que sin ir más lejos en la primera carrera del campeonato celebrada en Qatar, Bautista tuvo problemas para batir a Álex de Angelis, con una ART, una moto derivada de la suya y por tanto con menos evoluciones. El manchego comenzó a trabajar sobre la base de la moto de Superbikes, a años luz de una MotoGP, haciendo el camino mucho más cuesta arriba.
Lo tenía claro
Pero Bautista era más consciente que nadie de su cometido, y eso me lo hizo saber a mí cuando le entrevisté en el pasado Gran Premio de Valencia, donde me dijo que sabía que esta temporada iba a ser muy difícil, pero que su confianza en el proyecto de Noale era total y sus previsiones de rendimiento positivo empezarían en 2016.
Con esa mentalidad, Bautista ha ido mejorando su moto y sus prestaciones, todo lo contrario que su ya ex compañero de equipo Marco Melandri, desquiciado desde el minuto uno y restando más que sumando. Olvidando todo eso, Bautista ha demostrado en la primera mitad del año que tiene motivos más que suficientes para creer en Aprilia.
Por la buena senda
Actualmente marcha 17º en la general, al mismo nivel que los mejores pilotos Open y terminando las carreras a la misma distancia que en los últimos compases de 2014. Como me dijo en aquella entrevista: "Sé que peor que ahora no voy a estar" y tenía razón. En el pasado Gran Premio de Alemania Bautista no solo volvió a puntuar, sino que también se quedó a poco más de 10 segundos de las dos Suzuki, una distancia mucho más lejana a comienzo de temporada.
Sin duda que Bautista está viviendo una auténtica aventura en Aprilia, pero lo que más claro tenemos es que su progresión sólo se debe a un motivo, su paciencia. Gracias a ese saber mantener la compostura ante una situación difícil, porque Bautista es un piloto ganador que en 2015 está luchando por unos objetivos distintos pero con la misma profesionalidad. Sólo así está dando los pasos necesarios para que su decisión llegué a buen puerto. Esperemos que así sea.
Bautista lo está poniendo todo para que su aventura en Aprilia salga bien.
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