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Los planes de futuro de Mazda

Héctor del Prado

Para el fabricante japonés, la combustión interna tiene todavía cuerda para rato y, con el fin de demostrarlo, encargó hace tiempo a sus ingenieros un difícil reto: fabricar el cilindro más eficiente posible. Pues bien, ya lo tienen.

Soy un auténtico privilegiado. Es la primera vez que una marca me invita a acompañarla, en riguroso directo, en un viaje de transición que supondrá un antes y un después para Mazda. Este periplo durará casi un año, tiempo en el que tendré la ocasión de probar prototipos, exprimir a los ingenieros responsables de las nuevas tecnologías, visitar el centro de diseño que posee la marca en Europa y, como colofón, conducir en exclusiva el primer modelo perteneciente a esa nueva era, el CX-5.

Para afrontar este cambio tan profundo, lo primero que quiere Mazda es comunicarlo al gran público. Así, el nuevo lema de la marca, que se estrenará en la próxima campaña de publicidad, ya lo deja claro: “Romper con lo establecido”.

Todo empezó, como es lógico, con la comunicación por parte de la cúpula directiva de Mazda a sus ingenieros del nuevo rumbo a tomar. Se trataba de un reto muy importante y arriesgado, ya que el objetivo se separaba radicalmente de la tendencia actual que hay en el sector del automóvil, de centrar todos los esfuerzos en tecnologías híbridas y eléctricas. Dicho objetivo era muy claro: conseguir fabricar el cilindro más eficiente del mundo.

A diferencia de otros fabricantes, la marca nipona está convencida de que el motor de combustión sigue siendo la mejor alternativa de futuro. Y así de claro lo deja su presidente, Yamanouchi-san, que pronostica que “en 2020, los coches eléctricos apenas supondrán un 5% de los ventas en todo el mundo”.

Por tanto, para obtener la máxima eficiencia, había que exprimir todas las posibilidades energéticas de cada gota de combustible. Dicho y hecho. El resultado son unos cilindros más compactos y ligeros, lo que permite una relación de compresión realmente elevada (de 14.0:1) en los motores de gasolina y en los diésel. Las mejoras que se consiguen son una reducción del consumo de hasta un 20% y un incremento de un 15% del par motor.

Pero no contentos con este espectacular avance, Mazda ha involucrado también a otros departamentos para que el resultado sea óptimo. Los ingenieros de carrocerías, bastidores y transmisiones también se han puesto a trabajar en el mismo camino. Y para definir todo el paquete de medidas eficientes ha puesto el nombre Skyactiv.

El principal avance en el apartado de chasis y carrocería es una impresionante reducción del peso total del conjunto. Y te aseguro que esta tarea tiene casi más mérito que la obtenida en los propulsores. Gracias al empleo de materiales más ligeros y una optimización en el diseño, sus nuevos modelos adelgazarán 100 kilos, sin duda un logro verdaderamente increíble. Además, han conseguido incrementar un 30 por ciento la rigidez torsional de la carrocería.

En lo que respecta a las cajas de cambio, tanto la manual como la automática (denominada Drive), son totalmente nuevas. En ambos casos se han reducido los elementos de fricción y en el cambio automático, una opción que estará presente en todos los modelos de la marca a partir de 2012, el consumo es un 7% menos.

Todas estas medidas vendrán acompañadas de un nuevo envoltorio que Mazda denomina diseño KODO y que responde el lema “Alma en movimiento”.

Como te contaba al principio, el primer modelo que estrenará estas líneas será el CX-5, y, ajuzgar por lo atractivo quees su prototipo, el Minagi,está claro que los futuros modelos de la firma nipona no solo ahorrarán, sino que van a entrar directamente por los ojos.

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