Dani Pedrosa tiene un nuevo enemigo, se llama Michelin
Diego de Arístegui
Dani Pedrosa tiene un nuevo enemigo, se llama Michelin. No es que el piloto de Honda se lleve mal con Goubert, el máximo responsable del fabricante galo en MotoGP, ni que Pedrosa tenga pesadillas con el muñeco de Michelin. Simplemente que su llegada y la de sus neumáticos han complicado sobremanera su inicio de temporada.
El balance de Pedrosa en estas tres primeras carreras de la temporada es algo discreto. Comenzó la temporada con un quinto puesto en Qatar y lejos del grupo de cabeza. Se benefició de las mil y una caídas de Argentina para terminar tercero y en Austin se marchó con su primer cero de la temporada tras llevarse puesto a Andrea Dovizioso.
Pero el problema no está en la posición final de Dani Pedrosa en estos momentos, sino en las sensaciones que el piloto de Castellar del Vallés está sintiendo sobre su Honda RC213V, que no son para nada halagüeñas. "Ahora mismo no puedo calentar y hacer trabajar estos neumáticos, porque cada vez son más y más duros", declaraba Pedrosa este fin de semana en Austin.
Cuanto más duro, peor
La realidad es la siguiente. Como bien apunta el piloto del Repsol Honda, cuanto más duros son los neumáticos, más fuerza hay que hacer para calentarlos. En este sentido, pilotos como Scott Redding o Loris Baz, altos y de más peso, los calientan con facilidad. Otros como Dani Pedrosa están teniendo el problema al revés, y es que al ser más livianos no son capaces de hacer funcionar los nuevos compuestos traídos de Clermont-Ferrand.
Pero Pedrosa insiste: "Llevamos neumáticos muy duros con una presión muy alta, es imposible cambiar nada. Tengo que llevar la misma presión que tíos que pesan 85 kilos, pero es lo que hay". Con estas declaraciones al portal Motorsport, está claro que a Dani Pedrosa le ha salido un nuevo enemigo en el Mundial, y no es ningún piloto, sino Michelin.
No se resigna
El catalán también explica que "los neumáticos han cambiado mucho desde el primer test". Esto se debió al gran número de caídas que se produjeron por perder la rueda delantera, y que todavía siguen produciéndose. La única forma de contrarrestar este problema es montando gomas traseras más duras para que no se produzca ningún desequilibrio con el tren delantero. Lógicamente hay más pilotos beneficiados que perjudiciados, como es el caso de Pedrosa.
En las siguientes carreras y aprovechando que el Mundial llega a Europa, Pedrosa tendrá más referencias sobre las que trabajar, ya que son circuitos menos extremos en cuanto a condiciones y en los que Michelin ha rodado con anterioridad. Pese a la caída del domingo, Pedrosa parece que dio un paso adelante: "La parte positiva es que hemos dado un salto cualitativo de entrenamientos a carrera". Con estas esperanzas espera cambiar el rumbo de un 2016 que ha comenzado de forma extremadamente complicada.
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