Dani Pedrosa está de vuelta

El Mundial de MotoGP promete emociones fuertes de aquí a final de temporada. Al duelo incansable por el título que mantienen Valentino Rossi y Jorge Lorenzo, hay que unir el carácter ganador y voraz de un Marc Márquez capaz de lo mejor y de lo peor en una misma temporada.  Y por si esto no fuera poco, tras Aragón Dani Pedrosa está de vuelta.

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El ídolo de Castellar del Vallés extrajo un halo de esperanza para sus seguidores más acérrimos y una bofetada para sus detractores tras su exhibición ante Valentino Rossi. La realidad que nos trajimos de Alcañiz era bien clara, Dani Pedrosa había batido a Rossi en un cuerpo a cuerpo. Y no en uno cualquiera, probablemente uno de los más espectaculares que yo recuerdo.

Aquí tienes el espectacular duelo Pedrosa vs. Rossi

San Pedro negó tres veces a Jesús, y Pedrosa lo hizo seis ante ‘Il Dottore’, que empleó todos sus trucos de mago encima de la moto para descabalgar al español como otras veces había logrado, sin ir más lejos en Indianapolis a la vuelta de vacaciones, pero se topó con un Pedrosa imperial, el mismo que ilusionó a la afición española con sus triunfos en 125 y 250, preparándose para suceder a Álex Crivillé como el ídolo español en el motociclismo. Dani fue lo que es, algo que no solemos ver o que simplemente nos cuesta entender, un grandísimo piloto.

Pedrosa, superior

Para poder comprender la dimensión de lo que hizo Pedrosa ante su afición, hay que buscar las declaraciones de Rossi, donde afirmó que lo hizo todo por vencer a Dani, pero fue mejor que él, en su terreno, donde nadie a priori puede con él. Pero Pedrosa sí pudo.

Lo intentó todo, pero esta vez Pedrosa derrotó a Rossi. | Foto: Repsol Media

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En el motociclismo se dice mucho eso de que un piloto que despunta pero no todo lo que debería, cuando consigue su primera victoria y se quita esa presión tan agobiante de encima, se convierte en un animal que arrasa con todo lo que se presenta ante él. Con Pedrosa puede suceder esto, aunque sin subirse a lo más alto del podio. Probablemente esta batalla haga que Pedrosa confíe más en sus excelentes maneras como piloto y como campeón.

Se le criticaba porque frenaba pronto, y en Aragón lo hizo más tarde que Rossi, toda una eminencia en esta faceta. También se le echó en cara su falta de agresividad y ambición, y forzó al 46 hasta la extenuación, precipitando un toque que no se produjo porque Rossi soltó el puño del gas. En definitiva, Pedrosa hizo lo que nunca se atrevió a hacer, o lo que la gente pensaba que no era capaz.

¡Que el ritmo no pare!

Tras Motorland, Pedrosa ha recibido una cura de ambición que esperemos se mantenga en las cuatro citas que restan hasta final de temporada. Porque Dani siempre ha tenido más detractores que seguidores, pero lo cierto es que nunca se había visto una reacción tan espectacular como la que tuvo en la pista maña. Ojalá perdure y no cese. ¡Gracias Dani!