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Los coches de Silvester Stallone que Rambo y Rocky querrían conducir

Javier Prieto

Los coches de Sylvester Stallone despiertan tanta admiración como su propietario. Rambo y Rocky también querrían conducir alguno de sus Ferrari, Bugatti o Rolls-Royce.

Los coches de Sylvester Stallone levantan casi tanta expectación como su propietario. Los modelos más exclusivos de Ferrari, Bugatti o Rolls-Royce duermen en su garaje. Como es sabido, los automóviles de lujo son una de las grandes pasiones del actor neoyorquino. Alguno de sus máquinas no tienen nada que envidiarle a los carrazos del Sultán de Brunéi ni a los coches de Bernie Ecclestone.

Entre los coches de Sylvester Stallone están un Bugatti Veyron, un Mercedes SL65 AMG Black Series, un Ferrari 599 GTB, un Mustang GT, un Chevrolet Camaro SS, un Bentley Continental GTC y un Rolls-Royce Phanton. Una de sus últimas adquisiciones ha sido un Mercedes Benz G63 AMG.

En cuanto a sus piezas clásicas, te mencionamos dos preciosidades dignas de las subastas de Pebble Beach: un Chevrolet Corvette del 68 y un precioso Ford Roadster de 1932. No es extraño verle conducir por Rodeo Drive (Beverly Hills) con alguna de estas maravillas. 

En el plano profesional, su pasión por la velocidad y la competición automovilística le llevaron a cometer en 2001 una gran imprudencia cinematográfica. La estrella de Hollywood ¡escribió la historia! y encabezó el reparto de Driven. El film pretendía contarnos la vida de la Champ Car World Series (CART), competición estadounidense de bólidos.

Y claro, fue un fracaso de taquilla a la altura del cosechado con las críticas. El presentador televisivo Jay Leno la calificó como la peor peli de carreras de coches que jamás se haya hecho. Menudo palo.

Los coches de Sylvester Stallone: Driven

Por si eres muy joven y no lo sabes, Sylvester ha trabajado en más de 50 producciones cinematográficas, casi todas de acción. En algunas de ellas como Cobra, el brazo fuerte de la ley; Tango y Cash o El Especialista, alcanzó cierto éxito. Pero, se hizo mundialmente famoso y millonario interpretando al soldado John Rambo y al boxeador Rocky Balboa.

Luego llegaron unas cuantas secuelas de estas exitosas producciones. Seguro que si estos dos personajes -en el amplio sentido de la palabra- salieran de la pantalla, también querrían conducir los coches de Sylvester Stallone.

Su carrera que últimamente estaba en horas bajas, tomó un nuevo impulso con Creed. La leyenda de Rocky. Con ese revelador título ya te puedes imaginar la trama, ¿verdad? Tuvo muy buena acogida entre los medios especializados. Además se llevó el Globo de Oro al mejor actor secundario y una nominación en esa misma categoría en los Óscar, ambos en 2016. 

Para celebrarlo parece que se compró un Mercedes G63 AMG para seguir aumentando el garaje. No están mal los coches de Sylvester, ¿no? Pues, que siga la saga y la racha, Rocky Stallone.

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