Los cochazos de la Policía (quién fuera agente...)
Juan Cruz Ranz
La escena no es de ningún modo descabellada, al menos en España: unos 'chicos malos' se montan en un imponente todoterreno y lo estampan contra el escaparate de una joyería o una peletería. Saltan las alarmas, mientras que dos de ellos se afanan en arramblar con todo aquello que encuentran a su paso y montarlo en un segundo coche, normalmente un automóvil de altas prestaciones, con el que salir como una exhalación.
Durante todo este tiempo, minutos a lo sumo, la Policía ha recibido el aviso de robo, actúa rápidamente y a punto está de cazarlos, pero los 'chicos malos' juegan con ventaja, pues su automóvil es mucho más potente que el coche de la Policía. La escena descrita es habitual en ciudades como Madrid, y no son pocas las ocasiones en que la Policía española ha sido incapaz de atrapar a delincuentes porque sus vehículos no dan más de sí.
Hay que destacar en este sentido que, en España, la Policía cuenta con algún cochazo pero sin 'pintar', aunque no con superdeportivos de altas prestaciones como el Porsche Carrera S, construido ex profeso por el preparador TechArt para la Policía de Baden-Württemberg, destinado a la vigilancia de las autopistas de este 'Land' alemán (por cierto, no es la única vez que TechArt prepara un Porsche; aquí tienes el Porche 911 Carrera 4S TechArt que estuvo presente en Ginebra 2013).
Volviendo al Porsche de la Policía alemana, este bólido con sirenas desarrolla una potencia de 370 CV (15 más que el motor del 911 Carrera S del que deriva) y es capaz de alcanzar los 300 km/h, lo que le convierte, según afirma TechArt, en “el cochazo de Policía más rápido del mundo”.
TechArt preparó este Porsche Carrera S para la Policía alemana
Otro cochazo de la Policía: un 'toro' veloz
Es de suponer que las autoridades italianas no estarán de acuerdo con este último comentario, porque en el país transalpino la denominada Polizia Stradale (Policía de carretera) puede presumir de un precioso Lamborghini Gallardo de nada más y nada menos que 500 caballos de potencia, capaces de catapultarlo hasta los 309 km/h. Hay que aclarar, no obstante, que este superdeportivo de la Policía, además de persuadir a los 'chicos malos', también es utilizado para transportar órganos para trasplantes.
En Estados Unidos la Policía también puede presumir de cochazos; en ciudades como Bloomfield Hills, circula por las calles un elegante Corvette C5 con unas sirenas en la parte superior y un poderoso motor de 5.665 cc y 344 CV bajo su capó, con el que alcanza 274 km/h, las mismas prestaciones que desarrollan los Chevrolet Camaro de la Highway Patrol (patrulla de carreteras) californiana. En resumidas cuentas, que seguro que me atraparían en el hipotético caso de que me estuvieran persiguiendo para ponerme una multa de tráfico...
En el estado de Nevada, los superdeportivos de la Policía no se quedan atrás a la de demostrar poderío. Para ello, cuentan con un Dodge Viper de 506 caballos de potencia que acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos.
Más superdeportivos de la Policía: Mazda RX-7 y Nissan Skyline GT-R, en Japón
En Japón, un país con uno de los índices de delincuencia más bajos del mundo, no se duermen en los laureles y prefieren arriesgar lo mínimo. Para ello, la Policía cuenta, entre su extenso parque móvil, con deportivos nipones, como el Nissan Skyline GT-R34, que desarrolla 276 caballos. Otro deportivo de la Policía japonesa es el veterano Mazda RX-7, con motor rotativo y hasta 276 caballos de potencia.
Y en Corea del Sur, las fuerzas policiales han preferido un deportivo como el Lamborghini Diablo, capaz de alcanzar los 330 km/h gracias a sus 551 CV. ¿No les servía para ello un Hyundai Coupe, por ejemplo?
Otros cochazos de la Policía: desde microcoches hasta grandes monovolumen con motor híbrido
Acostumbrado como estoy a ver a la Policía local de turno, a la Nacional o la Guardia Civil con los ya clásicos modelos del grupo PSA o de Renault, me quedo literalmente anodadado cada vez que viajo al extranjero o, incluso, cuando visito Cataluña. Precisamente en esa comunidad autónoma, los Mossos d’Esquadra cuentan entre su parque móvil con varias unidades de Volkswagen Passat Variant (el de la imagen es de la generación anterior).
Pero es más allá de los Pirineos, donde la variedad de cochazos de Policía es mucho más exótica. En Austria, por ejemplo, no es infrecuente ver a la Policía realizando sus labores de vigilancia con Volkswagen Golf Variant.
Otro cuerpo de seguridad que también confía en los productos de Volkswagen es la Policía de Amsterdam, donde los agentes cuentan con Volkswagen Golf de cinco puertas.
Caso aparte son los cochazos de la Policía de Dubai: Aston Martin, Bentley, Mercedes...
En esta imagen puedes ver un BMW Serie 5 (antiguo) de la Policía de Dubai. Uno de los 'menos impresionantes' de todos los cochazos de este cuerpo de seguridad.
En la República Checa, por su parte, la Policía también tiene querencia por los automóviles alemanes. Por ejemplo, en su capital, Praga, los policías utilizan para desempeñar su trabajo los pequeños Smart ForTwo.
Puede que creas que los preferirán para moverse por calles estrechas, porque si lo que pretenden es perseguir a los delincuentes con un Smart, juegan con desventaja. Pero, ojo, que hace no mucho, un delincuente escapó de la Policía en un Smart...
Donde, como siempre, van un paso por delante es en Japón, donde la Policía ya ha presentado una versión del monovolumen Toyota Previa, con motorización híbrida para que los agentes nipones también aporten su granito de arena en favor del medio ambiente.
Valga decir que, aunque la Policía tenga estos cochazos, ha de tener cuidado, ya que pueden ser un arma de doble filo. ¿Recordáis cuando un detenido se fugó en el coche de la Policía? Pues eso...
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