Ayer y hoy de Morgan: la historia de un fabricante familiar
Morgan es el último fabricante de automóviles que se mantiene exclusivamente en manos familiares. Esta pequeña empresa de Malvern Link (Reino Unido) ha celebrado durante 2009 su centenario. Su rasgo más característico es el diseño de sus modelos, que mantienen la línea de los años 30 mientras que sus prestaciones pertenecen al siglo XXI. AUTO BILD viaja a Inglaterra y compara dos épocas.
Llego a Malvern Link y me encuentro el último superviviente. Un Morgan de hierro fundido. Un auténtico roadster británico para los que se duchaban con agua fría, para hombres de verdad con pelos en el pecho. Junto a él, el heredero de la marca familiar. Me llega a resultar sorprendente que Charles Morgan no me salude con chaqueta de aviador y gafas protectoras. Este hombre de 56 años, dueño de la empresa en su tercera generación lleva un look business casual y habla con mesura: “Tenemos una visión y un plan para el futuro”.
¿Visiones en Morgan? Suena tan poco creíble como el fuego de una chimenea eléctrica. Pero luego lo aclara: “Nuestra visión se basa en los antiguos valores de Morgan: poco peso y una mecánica sencilla y eficiente”.
Capó largo y sensaciones en la zaga
Respiro aliviado. “En un futuro también construiremos coches con capós muy largos, para apuntar al objetivo como si se tuviese una escopeta entre las manos”, continúa Charles Morgan. Genial. “Permanecerás sentado en el eje trasero, con más sensaciones. Pero seguirás creyendo que el coche es igual de cómodo que tus zapatos preferidos”, continúa. Aplauso. Y concluye: “Seguiremos siendo una empresa familiar, no seremos un negocio que cuenta garbanzos”. Si su padre, Peter, y su abuelo Harry le hubiesen escuchado, le darían una palmadita en la espalda con toda satisfacción.
Todo empezó con Harry Frederick Stanley, un ingeniero especializado en la construcción de ferrocarriles, que concibió el primer Morgan en 1909 en forma de un triciclo. El vehículo centenario, de un solo asiento, se manejaba con una caña como timón, tenía 7 CV, pesaba sólo 80 kilos y aceleraba con tantas ganas que los testigos de la época lo clasificaron sin dudarlo como un deportivo. En la parte delantera, se anunciaba con ostentación el número de una modernísima suspensión independiente. La familia Morgan ha estado tan encantada con ello que se utiliza todavía hoy. Y en el V6 Roadster aguanta más de 200 CV.
Ayer: hace 100 años, Harry Frederik Stanley Morgan (abreviado H.F.S.) fabricó el primer roadster. Fue un gran éxito
Hoy: ahora lleva el volante el nieto: Charles Morgan traza la ruta en la fábrica de Malvern Link para los próximos 100 años
“Nada de esto quiere decir que en la fábrica de Morgan se hayan parado los relojes”, defiende tajantemente el nieto Charles. Y lleva razón. Aunque no siempre le guste a los más puristas, detrás de las antiguas murallas de piedra de la empresa se ha notado el avance. Para demostrarlo, Charles ha traído el último modelo de la casa: un Aero Super Sports. Es similar al Aero 8, pero con techo targa y 325 CV. Parece traído directamente de otro planeta.
Trabajo a mano sin cadena de montaje
A su lado, el primer Morgan parece atrapado en el tiempo. Chris Booth, coleccionista de Morgan, ha hecho revivir el original con un motor auténtico V2 de Peugeot. Sólo 12 kilos por CV, lo que es equivalente a un Volkswagen Golf de tamaño medio.
Chris Booth se dispone a adelantar al moderno Aero Super Sports con su Morgan triciclo de 1909
El triciclo se pone en marcha con un esperado traqueteo. Hace 100 años, tanto movimiento debía de acelerar la circulación como hoy lo hace el asiento proyectable de un cazabombarderos. La dirección es extremadamente directa y el asiento, bastante fresquito, debido a la falta de carrocería y una posición de asiento muy relajada.
Tras la experiencia, queda claro que un Morgan es distinto a todos los demás
Ayer: ‘cockpit’ original claro y ergonómico: palancas finas para la arrancada y la aceleración y palancas gruesas para el freno y el cambio de velocidades
Hoy: cien años se dejan notar en el Super Sports: más botones, airbags, cambio automático, aire acondicionado y elevalunas eléctricos
Muy estrecha y con demasiado poco viento para los fans de Morgan es, sin embargo, la habitabilidad del nuevo Super Sports. ¿Acaso se han vuelto locos los de Morgan con tanto avance? Charles no parece preocupado. Su argumento es que los roadster más antiguos tenían 73 años cuando se inventó el primer cuatro ruedas de Morgan.
Es innegable que la guía de Morgan es el progreso: a la derecha 1909, a la izquierda 2009
Ayer: el eje delantero tiene un trozo de acero redondo que mueve la rueda. En el roadster existe este mecanismo aún hoy
Hoy: adiós a la capota de tela: el Aero Super Sports tiene un techo targa de dos piezas. La cuestión es si será hermético
Y aún hoy se construyen en los mismos hangares de 1918, todo a mano, como en los tiempos del abuelo y del padre. Sólo que con un poco más de eficiencia, porque hoy, en vez de 40 horas, se necesitan, para un nuevo roadster, tan sólo 17. Eso son 750 coches al año. “Pero sin estrés”, añade Morgan III. “Siempre hay tiempo para conversar un poco con la gente”, relata.
“Un peso ligero entre rinocerontes”
En 1990, un afamado experto de la BBC opinaba que “quien construye coches de esta manera no va a sobrevivir durante mucho tiempo”, tal y como se pudo escuchar en todas las televisiones del Reino Unido. Pero los espectadores tenían una opinión bien distinta. “Después de la emisión los pedidos aumentaron en un 50%”, sonríe Charles Morgan.
Suena perfecto, ¿pero qué expectativas de supervivencia tiene una marca así hoy en día? “Será duro. Tenemos que construir deportivos ligeros y eficientes que sean divertidos, pero sin dejar detrás de sí peligrosas nubes de gas”, proyecta Charles. “Tenemos que ser un peso ligero entre rinocerontes”, concluye. Igual que hace 100 años con el triciclo, ¿no?
Morgan desde dentro: así se fabrican
No se ve una cadena de montaje por ningún lado. En el edificio de ladrillo visto de Malvern Link domina la mano de obra. Pero no se cierra la puerta a las técnicas más modernas: en la imagen, una pila de chasis de aluminio para el Morgan Aero, que contrasta con la estructura tradicional de los modelos roadster.
Tradición con modernidad: la carcasa de aluminio del espectacular Aeromax descansa sobre una estructura artística de madera de fresno. Es marca de la casa en Morgan. Proporciona menos peso y es muy resistente.
Sin prisas: 130 empleados construyen unos 750 Morgan al año. Y supuestamente van a ser más de 900, en un futuro. Siguen la acreditada estrategia de los últimos 100 años: un exceso de expansión en años buenos habría acabado con el pequeño negocio en épocas de vacas flacas. En la imagen, un Aero 8 con motor V8 de BMW; ahora va a ser sustituido por el Aero Super Sports.
Hitos de la marca
1909: el primer Morgan. En esa época, el triciclo es una alternativa económica para los motoristas
1922: los Morgan Threewheeler eran muy apreciados. El modelo deportivo denominado Aero alcanzaba los 145 km/h
1933: el triciclo madura: llega el modelo F con cuatro cilindros de Ford, que amplía la gama de modelos V2
1935: Morgan descubre la cuarta rueda en el coche: 4/4 con 4 cilindros Climax (aquí, el prototipo)
1950: al 4/4 se le suma el Plus 4 con 68 CV de Standard Triumph -un Morgan muy potente
1961: un cañón: el Plus 4 Super Sports con 115 CV, perfecto para ganar Le Mans en su categoría
1968: enorme Plus 8: el motor V8 de Rover, acoplado en el roadster. Al volante, Peter Morgan
2000: Morgan presenta al Aero 8 en el Salón de Ginebra. Mecánicamente, supone un salto astuto al siglo XXI
Grandes encuentros familiares
Para el aniversario se citaron en Cheltenham (Inglaterra) 3.200 Morgan -un 10% del total- llegados de 28 países. Algunos vinieron desde Nueva Zelanda
Morro con morro: igual de peculiares que los coches de Morgan suelen ser sus dueños. Lo que no es obligatorio es dejarse una barba más que llamativa
De acampada con un Morgan: para la fiesta de aniversario, algunos remolcaron caravanas con sus Morgan. En la foto, un Plus 4 del año 1955
Morgan con tienda de campaña: la protección de serie estaba pensada sólo para casos de emergencia
Placas que alegran: a los conductores de un Morgan les encanta reunirse en asociaciones y viajar identificados
Marca asociada al lujo y el gusto por lo clásico: reunión de unidades Morgan de varias épocas con motivo del centenario
Cena de gala del centenario para propietarios de un Morgan, organizada por la propia marca británica
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