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El 2016 de Marc Márquez: campeón a base de madurez

El 2016 de Marc Márquez: campeón a base de madurez

Diego de Arístegui

Campeón a base de madurez ha sido la clave del 2016 de Marc Márquez en el que se ha logrado su tercer título de MotoGP imponiéndose a todos y a todo.

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No hay mejor resumen para el 2016 de Marc Márquez que la siguiente frase: campeón a base de madurez. Con tan solo 23 años, el piloto de Cervera ya colecciona cinco títulos de campeón del mundo y tres en la categoría reina en sus cuatro participaciones en el gran circo del motociclismo. Sin duda alguna, el campeonato de esta temporada tiene mucho más significado por todo lo que ha tenido que atravesar Marc y por todos los problemas que se le presentaron antes de su inicio. 

En concreto dos fueron los obstáculos incómodos con los que Marc Márquez tuvo que lidiar a lo largo del 2016, uno deportivo y otro de corte digamos más personal. Por un lado la inferioridad técnica que parecía tener la Honda respecto a la Yamaha a comienzos de temporada y que de hecho fue visible en carreras de la gira europea. 

La otra piedra en su camino la arrastraba desde finales del 2015. Todo lo que sucedió en Sepang le afectó de forma evidente a un piloto que nunca pierde la sonrisa en ningún momento. Era un escenario nuevo para él y una coyuntura que le afectó más de lo que el propio Marc se imaginaba. Sin embargo, en un alarde de madurez y tesón poco comunes en un chico tan joven, logró utilizar todo esto como motivación y dar los pasos correctos hacia la consecución del campeonato. 

Cuando en un mismo organismo se juntan los cromosomas agresivos de Márquez junto a los sensatos, la combinación genética es absolutamente imbatible y en esa tesitura no importa que su moto vaya peor porque la diferencia la pone él tal y como hizo, por ejemplo, en las carreras de lluvia o de condiciones mixtas donde pescó el mayor número de puntos en contra de Valentino Rossi y Jorge Lorenzo. Sumando prácticamente las citas de Assen y Sachsenring, Márquez les endosó un colchón de más de 30 puntos a sus rivales más directos, lo suficiente para gestionar dicha distancia durante el resto del año. 

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Pero además de su capacidad de conseguir siempre el mejor resultado posible, en la segunda mitad del campeonato quedó claro que la Honda dio un paso adelante. Circuitos como Motorland Aragón o Motegi, escenarios donde el prototipo de HRC no debía ser el más competitivo, vivieron sendas victorias de Márquez. De hecho en casa de Honda fue donde se produjo el alirón del de Cervera en otra aciaga carrera para Rossi y Lorenzo, que terminaron por los suelos. 

Cuando uno mira la tabla clasificatoria del campeonato y observa los 49 puntos de diferencia entre Márquez y Rossi después de la "igualdad" que se ha visto este año en pista con 9 ganadores diferentes, uno entiende el soberbio trabajo que han realizado tanto el piloto catalán como todo su equipo técnico para dar siempre el máximo sin que eso significase terminar besando la grava.

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Con esta base tan sólida, Márquez encarará un 2017 donde partirá como gran favorito tras lograr el campeonato en 2016. Motivación ya ha asegurado que no le faltará después de ver los dos cambios más importantes que se han producido en la parrilla de MotoGP (Lorenzo-Ducati y Viñales-Yamaha). El hijo prodigo de Cervera quiere seguir haciendo historia y ya os aseguramos que la próxima temporada no se la tomará de relax. 

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