Logo Autobild.es

Volkswagen Golf o Renault Megane

Mégane eco2 y Golf Bluemotion representan la máxima austeridad dentro de sus gamas, pero solo uno de ellos sabe hacer las cosas realmente bien. ¿Cuál? En esta prueba tienes la respuesta.

Motorizaciones comparadas:

El Volkswagen Golf Bluemotion y el Renault Mégane dCI 110 eco2 no consiguen que te hierva la sangre cuando arrancas sus motores, ni que te suba la adrenalina cuando llegas a un tramo de curvas. Estos dos compactos pretenden, más bien, provocarte una carcajada cuando ves que todos paran a repostar mientras a ti no te toca ni por asomo. Y es que un consumo real cercano a los cinco litros (4,5 en el Golf) es un gustazo para el bolsillo.

Los dos tienen motores poco sedientos (el Renault, con 5,3 l/100 km, queda por detrás), neumáticos de baja fricción e indicador de cambio de marcha en el cuadro de mandos. Pero en este punto, el Volkswagen despliega su paquete de medidas Bluemotion y deja claro que con sus elementos aerodinámicos modificados, su alternador capaz de recuperar energía y el imprescindible Start-Stop (el Renault no lo tiene ni en opción) se logran mejores resultados.

Geniales cifras de consumo y emisiones y, lo que más me ha llamado la atención, con unas prestaciones iguales o sensiblemente superiores a pesar de contar con menos potencia y un cambio de cinco velocidades y desarrollos eternos. Evidentemente, me quedo con el escalonamiento de la caja de cambios de seis velocidades del Mégane, pero en el apartado mecánico, a pesar de los esfuerzos de la marca del rombo por ponerse al día (el dCi sube hasta los 110 CV, cumple la normativa Euro5 y reduce ligeramente consumos y emisiones)‚ el Golf se lleva la victoria de calle.

Las cosas se igualan mucho cuando me meto en el interior de ambos y compruebo que, en el apartado práctico y de habitabilidad, cada uno tiene algo que aportar. En la fila delantera, el Golf es sensiblemente más amplio; en la trasera, también el Volkswagen ofrece algo más de holgura, sobre todo, en la altura al techo. Sin embargo, los asientos son mucho más cómodos en el Mégane. Un nuevo punto en confort para el francés, que se suma al que aporta su maletero de 405 litros, más amplio que el de su rival. Por otra parte, tanto en uno como en otro, sus asientos se abaten de forma asimétrica y no dejan suelo de carga plano en ningún caso.

Me parece importante la diferencia en el precio de salida favorable al Renault. Cuesta 2.300 euros menos y, para colmo, no desmerece en cuanto a equipamiento, sino más bien lo contrario.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.