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Prueba del Volkswagen Tiguan 2016 2.0 TSI 180 CV 4Motion DSG

Analizamos el motor de gasolina 2.0 TSI de 180 CV en combinación con el cambio DSG.

El nuevo Tiguan 2016 se puso a la venta en mayo de 2016, se ofrece con 7 motores (4 TDI y 3 TSI). Esta disponible con los motores 2.0 TDI de 115, 150, 190 y 240 CV, y los TSI de 125, 150 y 180 CV. El sistema de tracción integral 4Motion se ofrece en combinación con los motores 2.0 TSI de 180 CV y los TDI de 150, 190  240 CV.

Impactante y sobradamente atractivo es lo primero que pienso cuando veo el Volkswagen Tiguan 2016 2.0 TSI 180 CV 4Motion DSG que tengo el placer de probar. Gracias al nivel de acabado R-Line, parece, aún más si cabe, un pequeño Touareg, aunque, mirándolo bien me doy cuenta de que no es tan reducido, porque respecto a la generación anterior ha crecido 60 mm en longitud, 30 mm en anchura y 77 mm en batalla. Por su parte, la altura ha menguado, con lo que la deportividad del conjunto es mayor y suma enteros a la lograda con los paragolpes sobredimensionados, el alerón y las taloneras R, las llantas de aleación Sebring de 19” en gris metalizado y los pasos de rueda ensanchados y cubiertos de color negro. 

Me he desplazado hasta Berlin para realizar la primera prueba sobre asfalto del nuevo Tiguan. Ese será su hábitat más normal, así que he elegido un motor menos habitual. Es el 2.0 TSi en su variante de 180 caballos, un propulsor de cuatro cilindros con turbo para ayudar a salir con fuerza desde bajas vueltas. Si bien ese es su propósito, la realidad es que su empuje en baja es inferior a un TDI y se toma las cosas con calma. Solo si ejecutas el kick down y actúa el rápido cambio automático DSG notarás un buen impulso.

Esta transmisión de doble embrague resulta, para mí, la combinación ideal para redondear las dos grandes mejoras del nuevo Tiguan 2016: el confort de marcha y el aislamiento del interior. Como el bloque TSI es muy suave, apenas llegan vibraciones al interior y la sonoridad dentro es muy baja. Y eso que durante la prueba llovía con fuerza, pero el goteo apenas se percibía. Si añades una suspensión que flitra de maravilla, este Volkswagen Tiguan 2016 puede competir sin miedo con un BMW X3 en nivel de sensaciones premium al volante. Un volante achatado en su parte baja, desde el que se guía con notable precisión y pocos balanceos si selecciones la configuración asfalto. Porque en una ruleta al a la derecha puedes variar los reglajes en tres cinco modos, para pasar por nieve, offroad extremo, asfalto...

En el habitáculo acompaña el cuadro de instrumentos totalmente digital, que cuesta 600 euros con el acabado Advance, mientras que en el Sport es gratuito; la pantalla del sistema de infoentretenimiento y una tapicería bitono que le sienta como anillo al dedo. Estos elementos junto a con su logrado diseño hacen que el habitáculo del nuevo Tiguan sea más premium que nunca.

Puedes ver toda la información en el espectacular virtual cockpit, seguir las instrucciones del navegador en el head-up display, disfrutar de los asientos deportivos... Pero, claro, todo en opción, lo que eleva la factura final también al nivel del los premium.

Por otro lado, el nuevo VW Tiguan 2016 ofrece más espacio al pasaje, gracias a una batalla que crece en ocho centímetros y una banqueta trasera que desliza ocho centímetros y logra hasta tres centímetros más para las piernas que antes. También hay más sitio para el equipaje: el maletero cubica ahora 615 litros, esto es, 145 más que en la primera generación. Además, si plegamos los asientos traseros, se logra una superficie (no totalmente plana) con 1.655 litros de capacidad.

Bajo el capó se halla el motor 2.0 TSI de 180 CV, un portento de potencia que rinde de forma excelente, incluso en un SUV de 1.645 kilogramos. Ofrece una respuesta muy progresiva, sin la patada típica del turbo. Todo su par, 320 Nm, es entregado cuando al aguja acaricia las 1.500 rpm, por lo que no es necesario bajar de marcha en el rapidísimo DSG para obtener más contundencia. A pesar de circular con el bloque alto de vueltas, el sonido no se filtra al habitáculo, por lo que cabe señalar el buen trabajo que ha realizado la compañía de Wolfsburgo en este apartado. Por esta razón y porque la suspensión filtra realmente bien las irregularidades del terreno, da gusto viajar con él.

Existen diferentes modos de conducción que se adaptan al gusto del conductor: Eco, Normal, Confort, Sport e Individual. En Eco y conduciendo a puntita de gas, he logrado un consumo medio de 8,0 l/100 km, casi dos litros menos en carretera, cifras muy cercanas a las oficiales, algo sorprendente hoy en día. Gran culpa de ello la tiene el sistema de desconexión de cilindros, que solo funciona en este modo y que pasa casi desapercibido. No sé si es cosa mía o no, pero juraría que en la prueba del Volkswagen Golf 1.4 TSI BlueMotion 125 CV la Gestión Activa de Cilindros se activaba de forma algo menos notoria.

Valoración

Nota7

Viajamos a Berlin para probar por primera vez el Volkswagen Tiguan 2016, un modelo que pretende seguir siendo referente en su segmento. Analizamos el motor 2.0 TSI

Lo mejor

Suavidad del motor, confort de marcha, aislamiento acústico.

Lo peor

Consumo. El maletero no queda completamente plano al abatir los asientos.

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