Logo Autobild.es

Test de remolque: BMW X5 40d

Carlos Siles

Tras las siglas del BMW X5 40d se esconde un seis cilindros de tres litros con 306 CV. El problema es que tanta potencia necesita también mucho combustible si quiere superar nuestro test de remolque.

“Cuatro cero D, es decir, cuatro litros, ¿no significa eso que tiene ocho cilindros?”, me pregunta un tipo en la gasolinera al ver el BMW X5 40d de nuestro test de remolque. Las cosas no le cuadran y parece que eso le mosquea: que debajo de un capó como éste no trabaje un ocho cilindros y que 40d no se diga cuatro punto cero, sino cuarenta; y que encima, estas siglas no quieran decir cuatro litros de cilindrada, sino tres. "¡Pues la verdad es que no lo entiendo, no lo entiendo!", exclama el aturdido paisano. Yo le explico amablemente: "Significa que es el diésel más potente de la casa, que sólo tiene tres litros, pero que cuenta con dos alimentadores turbo."Al tipo eso no le impresiona lo más mínimo y me suelta que el viejo BMW X5 también los tenía. "Mmmm, así que ya lo sabe", me digo para mis adentros…

Y es que tiene razón: el motor del BMW X5 40d de ahora fue bautizado en origen como 3.0sd y equipaba dos grandes turbos. Sin embargo, desde finales de 2010 se ofrece el 40d, que, al igual que todas las abreviaturas de dos cifras de los modelos de BMW, ya no tiene nada que ver con la cilindrada del motor. Además, la potencia ha subido 20 CV hasta llegar a los 306, y el par motor también se ha incrementado 20 Nm hasta llegar a los 600, por no hablar de que ahora hay ocho velocidades.

La transmisión automática de seis velocidades del 35d trabajaba muy bien en equipo con el motor, pero, a pesar de su gran potencia, cuando le ponías un remolque a sus espaldas, te dabas cuentas de que la relación de sus marchas no era la adecuada… sobre todo entre la segunda y la tercera. Evidentemente, ese problema se ha solucionado ahora con las ocho velocidades del BMW X5 40d. BMW y ZF (el proveedor de la transmisión) han ajustado más la relación de las marchas: la primera es más corta y la octava es más larga. Esto último se ha hecho con la intención de reducir el consumo, aunque la potencia de arranque sólo ha mejorado un poquito.

La verdad es que era algo que no hacía falta, ya que el motor del BMW X5 40d arranca en el test de remolque de un modo tan alegre que temes que se te vaya a partir el enganche. La viveza del diésel se consigue gracias a un tarado del cambio automático que tiene muy en cuenta la potencia. Sólo con una conducción muy suave como, por ejemplo para aprobar el ciclo de la norma Euro anticontaminación, la transmisión automática cambia de velocidad a bajas revoluciones. Sin embargo, si le metes un poco más de caña al acelerador, el motor sube de vueltas como un loco.

Si vas con el remolque por carreteras con baches y curvas, no puedes pisar el acelerador con la suavidad suficiente para que el cambio vaya buscando las marchas más largas, tal y como le gusta a cualquier conductor ahorrador. Eso sí, si lo haces con el modo manual, entonces puedes conseguir que se reduzcan las revoluciones. En este sentido, el nuevo cambio de ocho velocidades no se comporta de un modo diferente al anterior de seis marchas del 35d, con lo cual el consumo por carretera secundaria sube tanto que da miedo: si el modelo anterior necesita 18 litros/100 km en las partes montañosas, el nuevo 40d traga 18,5 l.

Que el consumo medio del BMW X5 40d se haya reducido 0,4 litros se debe a que su comportamiento es más racional cuando viajas por autopista. Cuando vas con remolque, la transmisión no hace uso casi nunca de la primera y la octava velocidad, ya que las 1.250 rpm/min que se ajustan a los 90 km/h legales las considera una marca demasiado tranquila. Sin embargo, sí aguanta 1.600 rpm en séptima. De esta manera, la media ponderada queda en 15,5 l, lo que sitúa al BMW X5 en el puesto 59 del ránking de consumo. Esto sólo mejora en un puesto la clasificación del X5 35d. En cambio, gracias a sus excelentes prestaciones alcanza el tercer puesto en la valoración general. El comportamiento dinámico es de primer nivel.

El BMW X5 coche tira con facilidad y seguridad en la prueba de remolque. Las otras cosas que suele desear todo conductor de remolque también están bien resueltas: el enganche eléctrico se ve de maravillas con la cámara trasera; los retrovisores son muy grandes y los espejos adicionales se colocan fácilmente.

Valoración

0

Tras las siglas del BMW X5 40d se esconde un seis cilindros de tres litros con 306 CV. El problema es que tanta potencia necesita también mucho combustible si quiere

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.