Logo Autobild.es

Test de remolque: Kia Sorento 2.2 CRDi

Juan Antonio Corrales

El Kia Sorento de la primera generación se ganó las mejores críticas de AUTO BILD 4x4 como vehículo remolcador: ¿Le seguirá los pasos su sucesor, el Sorento II?

Mucha gente considera el Kia Sorento un todoterreno camuflado, ya que bajo su piel de SUV moderno, se escondía la maquinaria de un auténtico 4x4. La marca coreana deja fuera, con la nueva generación del Sorento, a todos esos amantes de los todoterreno tradicionales que no quieren ni en pintura un coche que esté fabricado como un turismo moderno. Kia apuesta ahora por todos esos clientes potenciales que quieren que un 4x4 se conduzca como un coche normal y corriente: el segundo Sorento es un SUV moderno.

Está claro que todo esto tiene su lado positivo y agradable, incluso cuando vas con un remolque a cuestas, sobre todo si llevas el motor diésel del Sorento II, que, con una cilindrada de 2,2 litros y cuatro cilindros common rail, te reserva muchas alegrías. El R-Engine representa un inmenso paso hacia delante frente al 2,5 litros de su antecesor y que fabricaba VM. El nuevo trabaja de un modo refinado, pero no absolutamente modélico, y es capaz de tirar sin carga ya con bastante fuerza y a pocas revoluciones. La potencia máxima de 197 CV se consigue a partir de las 3.800 rpm, pero la cosa se pone interesante a partir de las 1.300 vueltas. Por eso, un estilo de conducción alto de vueltas no aporta absolutamente nada. Es mucho mejor cambiar de marcha a 2.500 revoluciones.

De ese modo, el Sorento es capaz de remolcar dos toneladas con rapidez y sin problemas. Hasta la sexta marcha se llega muy bien: ahorra combustible y trabaja perfectamente a 1.500 revoluciones. Si de pronto tienes que enfrentarte a una pendiente, no pasa nada: se cambia a cuarta y a 2.000 vueltas no hay elevación de 10% que se resista.

Así que, que quede claro: si te mueves por carreteras normales y corrientes, no vas a tener problemas. Eso sí, ahora te queda saber qué pasa si la cosa se pone fea y resbaladiza, ese momento en el que el viejo Sorento se sacaba un as de la manga y tiraba de reductora y de acoplamiento rígido para ambos ejes. En una cuesta con un 14 por ciento de pendiente, el Sorento II es capaz de arrancar con dos toneladas a cuestas si el conductor se las sabe ingeniar bien con el embrague y el acelerador. En cambio, si el firme está mojado o no agarra bien, la cosa cambia bastante.

El sistema de tracción integral del Sorento II transmite la fuerza, como es habitual hoy en día, a las ruedas delanteras y cuando éstas empiezan a derrapar, el embrague multidisco se cierra y pone a trabajar el eje trasero... es algo que funciona de maravilla.

En cambio, cuando, por ejemplo, tiene que arrancar con un remolque a cuestas y el firme agarra poco, el sistema coreano no reacciona tan bien: el ESP de serie, que aquí se llama ESC, reacciona con pánico ante la rueda que está derrapando y termina desacelerando... sin importarle lo que le ordene el conductor. El motor se apaga y punto. Si te ocurre esto, te recomiendo que la próxima vez, embragues lentamente para que las ruedas delanteras no se vean desbordadas de repente con demasiado par de propulsión. Se necesita experiencia y paciencia para hacer un arranque en condiciones y el embrague responda tal y como le pidas.

En cualquier caso, cuando vas tan cargado, lo mejor que puedes hacer es desconectar el ESP y arrancar con la potencia necesaria: las ruedas delanteras derrapan un poco, pero el arranque va a funcionar sí o sí. Si le haces frente a cuestas con demasiada pendiente y apagas el ESP, es posible que el embrague se sobrecaliente y que te salte el piloto de control amarillo que hay en el cuentarrevoluciones. El Kia comienza a trabajar entonces sólo con la tracción delantera o, mejor dicho, no avanza en absoluto, ya que las ruedas delanteras empiezan a derrapar como harían en cualquier coche de tracción delantera. En este caso, la tracción 4x4 se vuelve a activar tras una breve pausa de refrigeración y un nuevo arranque del motor.

De todas formas, no te preocupes, porque te estoy hablando de situaciones extremas a las que no te vas a tener que enfrentar de forma habitual. Normalmente, el Sorento tira de un modo fiable, veloz y ahorrador. Está claro, no tiene las mismas agallas que su predecesor, pero consume cerca de tres litros menos que su hermano mayor. Traga exactamente 12,8 l/100 km durante el ciclo de prueba, lo que le sitúa en el top ten de nuestros 65 vehículos de remolque: lugar número 8, exactamente 45 puestos por delante de su antecesor, el Sorento I (que, no obstante, llevaba un más tragón cambio de marcha automático).

La carrocería tiene una altura de 1,75 m y proporciona una agradable sensación de espacio, a pesar de que su línea de cintura se eleva mucho detrás. Ofrece, además, una posición de conducción elevada que te permite tener una magnífica panorámica del tráfico. Para los ocupantes y el equipaje hay sitio de sobra: bajo el suelo del maletero hay, si no pones una tercera fila de asientos opcional, un espacio muy grande para bultos. El chasis es firme, pero cómodo y seguro: con el remolque a cuestas y yendo rapidito, controla los balanceos de un modo que nadie echa de menos el ESP.

CONCLUSIÓN

El Sorento II es un coche completamente diferente a su antecesor. Cuenta con las ventajas y los inconvenientes de los SUV modernos con plataformas de coches normales: con grandes avances en consumo y en prestaciones de conducción. Eso sí, a la hora de tirar de cargas de gran tonelaje en pendientes pronunciadas con firmes poco adherentes, hace falta un conductor bastante experto tras el volante.

Valoración

Nota8

El Kia Sorento de la primera generación se ganó las mejores críticas de AUTO BILD 4x4 como vehículo remolcador: ¿Le seguirá los pasos su sucesor, el Sorento II?

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.