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Test 100.000 km: Nissan Qashqai 2.0 4x4

Juan Antonio Corrales

Después de que el Nissan Pathfinder llamara negativamente la atención en nuestro test de los 100.000 km del número 17 de AUTO BILD 4X4, un Qashqai 4WD ha tenido que enfrentarse a esta exigente prueba. Y hemos comprobado que su calidad es mucho mejor.

A veces, el garaje de AUTO BILD 4x4 en la zona norte de Madrid se convierte en un laboratorio sobre el gusto. Cuando por la tarde, decenas de colegas pasan por el parque móvil, admiran los coches deportivos y de lujo, pero sólo presionan sus narices en las ventanillas de aquellos coches que les podrían servir para uso personal y no sean una gran carga para su cartera. En las de uno como el Nissan Qashqai.

Inmediatamente después del comienzo de nuestra prueba de resistencia, en octubre de 2008, fue nombrado 'caballero' por la gran masa y gracias a sus múltiples aptitudes: Mariano, nuestro bedel más servicial, los redactores más jóvenes o la secretaria del jefe, se han convertido rápidamente en fans del 'Tiguan japonés'. Y todo eso a pesar de su nombre casi impronunciable: Qashqai (se dice 'Kaschkai') que en realidad son nómadas persas. ¿Y que tendrán que ver estos con un vehículo compacto de tracción integral? Nada, pero aún así seamos amables con estas tonterías del marketing porque Nissan no es el único fabricante que hace estas cosas.

En cualquier caso, para la redacción al completo, más importante que las cualidades offroad de un coche con tracción integral es su uso diario. Y ahí si que puntúa muy bien el Qashqai: los padres jóvenes, sobre todo, han mostrado gran interés en este compacto de cinco puertas, por lo que el Nissan demuestra un sentimiento muy familiar, sin por ello pasar a formar parte de la aburrida forma funcional de un monovolumen. Por eso, el Qashqai es un tipo que agrada tanto.

El interior es tan cómodo como el de un Golf, sólo que la posición de asiento es más alta y con una buena visión hacia delante. Hacía atrás la visibilidad es peor, pero eso no es ningún obstáculo para los futuros compradores: desde su aparición hace casi tres años, este modelo se ha vendido más de 50.000 veces en España, por lo que se ha transformado, por derecho propio, en el Nissan más popular.

En su día, el fabricante número tres de Japón tuvo la reputación (con modelos como el Sunny o el Terrano) de construir coches muy resistentes. Pero, en primer lugar, eso fue hace mucho tiempo, y segundo, el Qashqai se fabrica en Inglaterra. ¿Aún así, será capaz este 2.0 4x4 Tekna de alcanzar la calidad de años anteriores? Estaba ansioso por saberlo cuando empezó la prueba.

En el libro de ruta, lo que primero se puede leer es un montón de elogios para el silencioso gasolina de dos litros elegido por cuatro de cada diez compradores. Incluso el consumo de nueve a diez litros Súper cada 100 kilómetros era asumible para la mayoría de los conductores. Porque a fin de cuentas, en autopista el Nissan alcanza cerca de los 200 km/h y eso (a pesar de los radares y de Pere Navarro) les gustaba a muchos 'viajantes habituales'. También hay elogios por la buena apariencia del material, los asientos cómodos y el manejo tan sencillo.

"El acceso tan alto y el chasis tan confortable son geniales, es un coche ideal para viajar", dice Juan Antonio Corrales, que suele hacer muchos kilómetros. Y no es el único que lo dice. Pero aún hay más unanimidad en la mayor deficiencia del Qashqai: la locura de los pitidos de alerta para cualquier cosa, por muy trivial que sea. Nunca un coche de prueba nos ha aterrorizado tanto. "Los pitidos son muy, muy, muy molestos", señala el director de AUTO BILD 4x4 España, Héctor del Prado. Para el redactor de práctico, Rodrigo Fersainz, los pitidos son incluso la razón para no comprar el Nissan, aunque por lo demás lo considera 'ideal para ciudad y el campo'.

Sólo los que utilizan el botón de arranque con desbloqueo de manera adecuada estarán razonablemente seguros de los ataques acústicos. Pero eso sí, el sistema sin llave no se entiende tan fácilmente. No, señores ingenieros de Nissan, esto lo deberíais cambiar. Lo mismo que el portón trasero, ya que sólo abre a 1,76 metros de altura y no deja de repartir coscorrones a los más altos. 'Un cero a la izquierda', maldice el fotógrafo Mikel Prieto. 'La tapa y la cerradura me han dado muchos capones.' Bueno, el 'angelito' mide 1,89 metros de altura. En total, las anotaciones en el libro de ruta se resumen en una breve lista de cosas que objetar: la calefacción de asiento es demasiado débil, hace mucho ruido a altas velocidades, el acceso a los ganchos del Isofix es difícil y la tapita para el llenado de aceite es complicada. Todo esto cae en la categoría de defectos estéticos con los que se puede vivir y que no tienen nada que ver con la durabilidad del Nissan.

En ese sentido apenas tiene puntos débiles, pero tampoco llega a tener la solidez legendaria de los modelos japoneses anteriores. El hecho de que el Nissan, aún así, sea un coche resistente lo demuestra, entre otras cosas, el techo panorámico de cristal de serie con Tekna y valorado positivamente por todos. Aguantó hasta el final sin crujir y sin fugas tal y como lo conocíamos de otros maratonianos. A cambio, el Qashqai de pruebas ha perdido varias veces la tapa de la cerradura de la puerta del conductor, hasta que en el kilómetro 79.846 hubo que reemplazar todo el tirador. En el mismo taller le pusieron, de paso, dos nuevos amortiguadores traseros. A la izquierda, la fijación tenía demasiado juego por estar muy desgastada.

Unos 10.000 kilómetros más tarde se debilitó el freno delantero. Motivo: el manguito de la zapata derecha tenía una fuga. En realidad no era tan grave, pero aún así hubo problemas inesperados con las piezas de repuesto, de modo que el taller quería quedarse temporalmente con el Qashqai. Por suerte no fue así: después de 24 horas funcionaba otra vez con pinzas de freno nuevas y dos nuevos discos de freno. Los gastos de revisión fueron agradablemente bajos, ya que el Qashqai sólo tiene que pasarla cada 30.000 kilómetros: la revisión de los 30.000 km costó 214 euros, 434 euros la de los 60.000 y 495 la de los 90.000 km.

Antes del despiece total, después de los 100.000 kilómetros, el coche tuvo que volver a someterse una vez más a las duras pruebas de aceleración y frenado. Y lo hizo con solvencia: no mostró fallos y fue incluso mejor que al comienzo de la prueba: la aceleración de 0 a 100 km/h la hizo en 9,7 segundos (9,9 segundos al principio). La distancia de frenado desde 100 km/h en frío fue de 35,2 metros (36,1), en caliente de 36,9 metros (36,5).

Después del desmontaje, los peritos atestaron que el candidato estaba en un buen estado general. Tras el examen endoscópico de las cavidades, hubo puntos adicionales por la protección contra la corrosión del Qashqai, también en los lugares menos accesibles. Sin embargo, esta imagen tan positiva se enturbió, en parte, por la insuficiente protección de la superficie de algunos componentes del eje central, los soportes de la chapa y varias conexiones eléctricas.

Luces y sombras también en la mecánica: después de la medición de los pistones y los cilindros, el experto certificó que todos los componentes mantenían una precisión dimensional dentro de los límites especificados por el fabricante, lo que demostraron los buenos resultados antes del desmontaje. Con otras palabras: parece que el motor aún tiene para rato. Como mucho, se le restaron algunos puntos por el desgaste del cabezal de la barra de dirección y el compresor de aire que llamaba la atención por el ruido que hacía.

No hay tragedias. No hay héroes. El repertorio del Nissan Qashqai es poco espectacular y así seguirá desempeñando su papel favorito. Más que eso: desde hace un año, Nissan también pone en escena al Qashqai +2 con siete plazas. Eso les alegra aún más a los padres de familia. Los aplausos continuarán muchos kilómetros más.

Valoración

Nota8

Después de que el Nissan Pathfinder llamara negativamente la atención en nuestro test de los 100.000 km del número 17 de AUTO BILD 4X4, un Qashqai 4WD ha tenido que

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