Prueba Skoda Octavia Combi 1.4 TSI G-Tec DSG Style

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Filtros de partículas o depósitos de urea para realizar una reducción catalítica selectiva... cada vez va a ser más complicado amoldarse a la norma y, además, será más costoso para los marcas. Cuando a una empresa privada le tocas el bolsillo, lo normal es que apueste por una tecnología que sea más rentable, económicamente hablando. El Grupo Volkswagen ya está apostando de forma real por el gas natural comprimido y ofrece motores alimentados por este elemento en modelos de Audi, Seat, Skoda y la propia empresa matriz. Esta tecnología funciona muy bien en el Skoda Octavia Combi y puede ser una opción muy interesante a los típicos motores diésel.

Hablemos de dinero. El Skoda Octavia Combi 1.4 TSI G-Tec DSG Style que he probado tiene un precio de 28.810 euros. La versión equivalente diésel sería el 1.6 TDI de 115 CV, con un coste de 28.710 euros. Son precios que no tienen en cuenta las promociones de la marca. Como puedes ver, solo hay 100 euros de diferencia. Pero, ¿cuánto cuesta hacer 100 kilómetros con cada coche? En el diesel te saldría por unos 5,76 euros si valoramos que el 1.6 TDI con DSG tiene un consumo medio real de 5,2 l/100 km. Con el Octavia alimentado por gas natural comprimido GNC recorrerás 100 km con un coste de 4,39 euros.

Vídeo: estos son los sistemas de ayuda del Skoda Octavia:

Como puedes ver, resulta rentable comprar un coche alimentado por gas. Me gustaría hacer una aclaración importante: en el mercado está disponible, por un lado, el gas natural comprimido (GNC), que equipa este Skoda y, por otro, el gas licuado de petróleo (GLP). El consumo del GLP es algo mayor que con GNC, pero su precio por kilo es más barato: 0,559 frente a 0,915 euros. Y el GLP tiene otra gran ventaja: en Madrid solo hay nueve estaciones de servicio con GNC, mientras que de GLP hay 61. Por ello, hasta que el abastecimiento no sea mayor, muchos conductores apostarán por el GLP.

Pero no te asustes, con GNC puedes recorrer unos 312 kilómetros y cuando se acaba el gas, el Octavia G-Tec pasa a funcionar con gasolina de 95 octanos (el cambio se hace de modo imperceptible y no te darás cuenta), por lo que no te quedarás nunca tirado.

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Fotos: Prueba Skoda Octavia RS 245 (12 imágenes)

Lo cierto es que me ha gustado mucho el funcionamiento del motor 1.4 TSI alimentado con gas. No hay ruidos ni vibraciones y sube de vueltas con muca suavidad. Es cierto que no tiene el empuje de un diésel, pero lo hace de una forma lineal y sus prestaciones son correctas para un coche de este tamaño, con 110 CV. De 0 a 100 km/h en 11,4 segundos y una buena capacidad de recuperación: tarda 8,8 segundos en pasar de 80 a 120 km/h en la posición D del cambio automático DSG. 

Pero el Octavia Combi no es solo gas, también es un familiar compacto muy interesante al que le puedes sacar mucho partido. Tiene un maletero de 480 litros, que alcanza los 1.740 si abates los respaldos de los asientos. La calidad de los acabados es correcta y el habitáculo está lleno de detalles prácticos como, por ejemplo, una papelera en la puerta del conductor. Parece una tontería pero la verdad es que viene muy bien para tirar el típico plástico del paquete de chicles. En materia de infoentretenimiento también está a gran altura, ya que incluye de serie el sistema SmartLink, que es compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Como ves, un coche para vivirlo y disfrutar de las ventajas del GNC. Solo te queda hacer tus números.  

Vídeo: el Skoda Superb contra sus rivales:

Muy interesante, si vives en Madrid

Si tienes previsto comprar un coche nuevo y sueles circular por una gran ciudad como Madrid, deberías echarle un vistazo a las ventajas que tiene el gas natural comprimido. La primera, tendrás una bonificación del 50% en el precio de las tarifas del Servicio de Estacionamiento Regulado. Además, también podrás circular por el interior de la M30 cuando se active la Fase 3 del Protocolo de Tráfico contra la Alta Contaminación. Y contarás, por supuesto, con las ventajas típicas del Octavia Combi.