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Prueba: Audi Q7 de segunda mano, superlativo

Carlos Siles

5,09 metros de largo y 1,99 de ancho: estas son las medidas de este todocamino realmente imponente con unos costes de mantenimiento de vértigo. Sin embargo, si eres un comprador avispado, te puedes llevar un Audi Q7 de segunda mano con pocos problemas mecánicos… sobre todo, si es un ejemplar fabricado después de 2007

Vaca lechera: así llama mucha gente a su Audi Q7. Muchos lo hacen con todo el amor del mundo, pero casi siempre va mezclado con una pizca de ironía debido a su imponente y redonda presencia. En cualquier caso, casi nunca se esconde un ápice de desprecio en este apodo cariñoso.

En fin, el caso es que la mayoría de los dueños de un Audi Q7 llevan a su vaca en el corazón: es decir, que seguro que más de uno hasta lleva la foto del coche en la cartera junto a la de sus niños. Y es que el Q7 es un animal doméstico de confianza y que puede con todo: siete plazas, una superficie de carga increíble y una capacidad de remolque de 3,5 toneladas. Mirado así parece un autobus en miniatura, pero lo cierto es que es un Audi 100%, solo que éste mide 5,09 metros de largo y 1,99 de ancho. Optar por este SUV en el mercado de segunda mano parece una buena opción.

La fiabilidad que brinda un Audi Q7 de segunda mano es algo que se debe, en buena medida, a su reciente nacimiento. Al fin y al cabo, se trata del hermano pequeño del trío salido de la factoría Volkswagen de Bratislava. Sus otros hermanos (que son más cortos), el VW Touareg y el Porsche Cayenne, vieron la luz en 2002, es decir, tres años antes. Pero tengo que aclararte que los primeros Q7 no son los mejores: los modelos fabricados después de 2007 tienen menos riesgo de sufrir averías en ruedas y frenos y consumen menos combustible.

Además, sólo los primeros modelos tienen algún que otro problema con el cambio automático. A partir de los 100.000 km, el comportamiento de la caja de cambios varía, sobre todo, en las tres últimas marchas.

Cuando eso pasa, el embrague deja de cambiar la velocidad de un modo suave y empieza a hacerlo con bastante brusquedad. La causa no está del todo clara. Y es que en algunos Audi Q7 basta con cambiarles el aceite de la caja de cambios y en otros no sirve de nada. La unidad de control del embrague también se puede cambiar… y eso puede ayudar o no. Lo más llamativo es que esto sólo le pasaba a los primeros TDI 3.0 con 233 CV, mientras que a los TDI de 240 CV (desde otoño de 2007) dejó de pasarles. En todas las versiones del TDI V6 que tienen ya una edad considerable suele haber algún que otro problema con los caros inyectores common rail y el control del motor. Si te soy sincero, tengo que decirte que no se trata de un problema exclusivo de Audi, sino de todos los fabricantes de automóviles modernos con motores diésel y una tecnología, no cabe duda, bastante compleja.

Eso sí, no suele sufrir averías graves prácticamente nunca. Algo que sí es típico de los coches modernos es que la gente se queje de la relativa y poca fiabilidad y longevidad de los extras más especiales. Te lo voy a decir claramente: si quieres conducir un Audi Q7 de ocasión durante mucho tiempo, más vale que te olvides de algunos extras exuberantes como los faros de xenón, el acceso sin llave y, sobre todo, de la calefacción de estacionamiento. Reparar todo esto no sólo resulta complicado y caro, sino que tiene unas reducidas cotas de éxito.

El automóvil en sí mismo no es lo único que acapara la mayoría de las críticas: el alto coste del seguro (31%), de los impuestos (26%), así como sus escasas aptitudes camperas (17%), copa la mayoría de las quejas de sus propietarios. El 23% de los preguntados en nuestra encuesta reconocen que utilizan su Audi Q7 para meterse por el campo, una cifra bastante alta para el coche del que estamos hablando.

Con los talleres de Audi sí que están muy contentos los poseedores del todocamino alemán: el 89% da una nota positiva, una cifra más que buena. Y eso, a pesar de que el precio medio de una gran inspección ronda los 700 euros.

A la hora de elegir el próximo coche, el concesionario de Audi sigue siendo el destino mayoritario: eso sí, sólo el 24% se compraría otra vez un Q7. El 37% apuesta por algo más pequeño, un Audi Q5. El 39% restante, no le hace ascos a la marca Volkswagen: los hay que se contentan con un Audi A6 con tracción integral o, en caso de que cambien de marca, apuestan por un Volkswagen Touareg o, incluso, un Porsche Cayenne… los beneficios al final caen todos en el mismo saco o, mejor dicho en este caso, en el mismo país.

Aquí puedes encontrar varias ofertas de Audi Q7 de segunda mano.

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5,09 metros de largo y 1,99 de ancho: estas son las medidas de este todocamino realmente imponente con unos costes de mantenimiento de vértigo. Sin embargo, si eres

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