Prueba Seat Ateca 1.4 TSI 150 CV, el gasolina más polivalente

Con tantas restricciones de circulación y etiquetas ecológicas, parece que decantarse por un modelo de gasolina es lo más adecuado. A continuación, ponemos a prueba el Seat Ateca 1.4 TSI 150 CV. Pero antes de nada, deja que te de unas pinceladas generales sobre el SUV español:

Dice el refranero español que “lo bueno se hace esperar”. Lo cierto que con el Ateca hemos tenido que aguardar demasiado, pero, desde mi humilde punto de vista, la espera ha merecido la pena.

Enfrente de mí tengo el primer SUV de la firma de Martorell. Lo primero es pienso es lo bien diseñado que está. Tiene unas atractivas líneas que enamoran. Los grupos ópticos ayudan a que esa seducción sea más intensa. ¡Bravo!

Dentro la cosa cambia, porque si su exterior es todo nuevo, a pesar de mantener trazos del León, el interior es otro cantar. Seat ha utilizado el de su compacto, y es que el cuadro de instrumentos o la consola central son calcados. La diferencia está en que la parte inferior de esta última existe un amplio hueco portaobjetos donde se puede cargar el smartphone sin necesidad de cables. 

Es hora de dar vida al Seat Ateca 1.4 TSI 150 CV de la prueba. El causante de que el motor del todocamino español cobre vida es un botón que mediante sus destellos de luz, simula los latidos de un corazón, una moda que mola, no te voy a mentir, y que inicio sin mal no recuerdo el Jaguar XE.

Me llama la atención lo silencioso y lo bien aislado que está su motor. En el habitáculo pasa desapercibido, sobre a bajas revoluciones y a no mucha velocidad. Entrega toda su fuerza a partir de las 3.000 rpm y el máximo de su potencia entra cuando la aguja toca las 5.000, aunque ya desde las 1.500 tengo disponible bajo mi pie su par máximo, que es de 250 Nm. Ese torrente de fuerza se puede observar en primera velocidad y a partir de las 4.000 vueltas, cuando, en ocasiones, tiene que interceder el control de estabilidad por pérdida de tracción. No solo ocurre cuesta arriba, también en llano. 

Durante la prueba del Seat Ateca, el consumo medio de combustible que he obtenido ha sido de 6,3 l/100 km, una cifra no muy lejana a los 5,4 oficiales y bastante buena para tratarse de un motor de gasolina de 150 CV y de un SUV, con la resistencia aerodinámica que ello conlleva. El Start-Stop y la desconexión de cilindros, que se lleva a cabo cuando dejas de dar gas, han ayudado a rebajarlo.