Renault Scénic o Seat Altea XL. ¿Dónde me entrará todo?

De entrada, el Renault Scénic luce más moderno gracias a su menor permanencia en el mercado. Se renovó hace poco más de un año, mientras el Seat Altea XL resiste en combate desde hace cinco campañas: demasiado. Además, su frontal es tan aparecido al León que le resta personalidad. Sin duda, el estandarte de Renault es más llamativo… aunque también más pequeño. La carrocería del Scénic mide 4,34 cm y se queda a doce de su rival. ¿Eso es una rémora? Pues cuando entro al interior descubro todo lo contrario: tiene más espacio en todas las cotas.

El secreto está en su distancia entre ejes superior, que permite lograr más hecho para las piernas. En este sentido, agradezco en los dos la posibilidad de desplazar la fila trasera en sentido longitudinal, de forma que juego con más espacio para los pasajeros o el maletero en función de las necesidades. Sin embargo, a esa gran habitabilidad el Scénic suma mayor versatilidad gracias a tres plazas independientes que puedo plegar con una sola mano. En el Altea las cosas son más difíciles: tiene división 60/40 y necesitarás las dos manos y bastante fuerza para plegar los asientos. Al menos, cuando lo hago queda una superficie de carga totalmente plana y su maletero parte de 532 litros.

Eso significa superar al Renault Scénic en casi 100 litros, pero el francés se toma la revancha en capacidad máxima: 1.937 litros frente a 1.604. Además, cargar objetos pesados es más fácil en él, ya que el Seat Altea XL tiene un plano de carga más alto y un pronunciado escalón. Ya te anticipo que irán más cómodos en el Renault por dos motivos: tarado de suspensión e insonorización. Es más blando de amortiguación y eso repercute en mayor confort, mientras el sonómetro desvela diferencia de hasta dos decibelios a 130 km/h (en nuestro circuito). También significa algo menos de eficacia en curva.

Más igualdad hay en las prestaciones de sus modernos motores turbodiésel. Ambos con common rail, turbo y cambio de seis velocidades, los 10 caballos extra del Seat Altea XL se notan en aceleraciones cortas. En el resto de apartados, el suave y silencioso dCi del Renault Scénic retoma el equilibrio e incluso se apunta victoria como la aceleración 0-1.000 metros. Donde si triunfa con claridad el francés es a la hora de repostar, pues pide casi medio litro menos de gasóleo. Algo que siempre se agradece, y mucho más ahora. El peso de su mayor economía, sumado a unos precios prácticamente idénticos, coloca al Scénic como la opción más completa para sustituir a ese compacto que se te ha quedado pequeño.