Renault Clio Sport Tourer 2013, cuestión de espacio

El Renault Clio Sport Tourer 2013 es una opción muy interesante si buscas un utilitario con carrocería familiar. Es más, tiene muy pocas alternativas. El Seat Ibiza ST, el Skoda Fabia Combi y poco más. El nuevo producto de Renault está disponible desde 12.750 euros.

Pero, ¿qué es lo que busca el cliente de este tipo de coches? Sobre, todo un buen maletero. El Renault Clio Sport Tourer 2013 se presenta con la misma longitud que su hermano de gama - 4,267 metros - pero con un voladizo trasero que resulta 204 milímetros más largo. Por ello, este coche puede ofrecer un maletero de 443 litros que alcanzan unos increíbles 1.380 si abates los respaldos de los asientos traseros. 

Además, Renault se ha preocupado mucho de que su coche sea práctico. Por eso, la distancia de la boca de carga al suelo es de solo 604 milímetros. De este modo, no te costará mucho esfuerzo cargar objetos pesados. Asimismo, debajo del suelo del maletero se esconde una pequeña bandeja con 143 litros de capacidad.

El chasis también se ha optimizado teniendo en cuenta las nuevas necesidades a las que se enfrenta este coche. Por ello, el eje delantero estrena una barra estabilizadora y el eje trasero otra. Además, los topes de la suspensión están construidos en poliuretano.

La gama de motores también apuesta por la tecnología. La principal novedad es el motor de gasolina de tres cilindros de 90 CV. Sin duda, este propulsor es uno de los más interesantes que hay en el mercado ya que promete un consumo medio de 4,5 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 104 gramos. Si prefieres una mecánica diésel, dentro de la gama destaca el dCi de 90 CV con sistema Start-Stop. Aunque en Francia también va a estar disponible con el motor de gasolina TCe de 120 CV y caja de cambios automática EDC que, en nuestro país, no llegará.

Prueba Renault Clio Sport Tourer TCe 90 S&S eco2 (por Enrique Trillo)

Esta versión TCe tricilíndrica del Renault Clio ST es una buena muestra de que el 'downsizing' empieza a ser el pan nuestro de cada día, ya que consigue que la variante familiar del nuevo Clio gaste lo justo. 

Es motor un poco más ruidoso de la cuenta, pero lo cierto es que el TCe de 90 CV me ha sorprendido. Si no fuera por esa rumorosidad, creería que voy conduciendo un cuatro cilindros, por lo voluntarioso y enérgico que se muestra. La culpa de esta buena respuesta la tiene el turbo, que le ayuda a empujar de forma uniforme casi desde el principio. Y eso es lo que sorprende y más gusta (a mí, por lo menos), porque cuando conduces un motor de tres cilindros siempre esperas que muestre cierta flojera al principio y te obligue a pisar el acelerador más de la cuenta para no quedarte muerto, así que el teórico reducido consumo se acaba disparando. Pero, como te comento, no es este el caso del TCe 90, que se permite gastar tan poco como un diésel. En esta prueba ha necesitado una media de solo 5,8 litros y eso que va unido a una caja de cambios manual de cinco velocidades. Creo que una de seis le ayudaría a mostrar incluso un poco más de brío en marchas bajas y a alargar la última para reducir el consumo al rodar por autopista.

Aunque el Renault Clio Sport Tourer es un coche cómodo, pensado para la familia, hay que dejar claro que ofrece un buen tacto de conducción, apoyado por una dirección bastante precisa y un chasis cuyo tarado te permite disfrutar en zonas de curvas si no te vienes demasiado arriba.

En un familiar también es importante prestar la atención que merece al interior. En este caso es igual que el del resto de la gama Clio, incluso en espacio, porque tiene las mismas cotas en la segunda fila que la versión normal. Eso no habla muy a su favor, pero sí lo hace el maletero, que es el que se beneficia del incremento de longitud (mide 204 mm más que la versión de 5p.). Además, ofrece 443 litros (143 más que el resto de la gama), unas formas muy regulares y aprovechables, así como un hueco extra bajo el suelo. 

En cuanto a aspectos prácticos del Renault Clio Sport Tourer diría que la posición de conducción es francamente buena. Aunque no así las plazas traseras, que te obligan a ir muy recto y no permiten apoyar bien las piernas debido a su corta butaca.