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Prueba: Renault Twingo GT, ¡entra en erupción!

Con esta versión, Renault ha convertido a su pequeño en una máquina de diversión. En esta prueba del Renault Twingo GT nos queda claro que no hace falta gastar mucho dinero para tener sensaciones deportivas al volante.

Ya desde que veo ese color por primera vez, me doy cuenta de que no estoy ante un urbano al uso. El llamativo naranja Magma parece decir a gritos: ¡Aquí debajo hay un auténtico salvaje! Lo comprobamos al volante. Prueba: Renault Twingo GT.

El Renault Twingo GT Monta un sistema de admisión modificado, y una gestión del motor revisada que logran dar esos 110 CV y 170 Nm, de par, para un coche que apenas pesa una tonelada. Por eso no sorprende que tenga tanto brío y empuje, que suba tan alegre hasta las 6.000 vueltas y que zigzaguee con esa espontaneidad por cualquier hueco que le deje el tráfico, urbano o de carretera.  

VIDEO: ¡No re pierdas este reto de velocidad del Twingo!

Ha llovido mucho desde que el primer twingo  sorprendiera a propios y extraños allá por 1992, cuando presumía de ser un utilitario por debajo del nuevo Clio -sustituto del Renault 5- y en una única versión, que se hacía cama. "Invéntate cómo vivirlo", decía el anuncio de la tele. Y ahora, tras 25 años, tres generaciones y mil y una variaciones, del espíritu original sólo queda esa sonrisilla que te arranca al bajar al garaje y ver un coche tan simpático, que ha pasado por facetas hasta deportivas (los RS) pero que ahora pretende engolosinarte más por su estética que por sus prestaciones... incluso si la denominación Twingo desaparece del portón trasero en favor de otras palabras la mar de sugerentes: Renault Sport y GT.  

Esto que ves aquí es la versión más potente que existe de este modelo, que trata de sacar especial partido a la base del Smart sobre la que el último Twingo fue desarrollado en 2014, fruto de la alianza con
Daimler: motor trasero y propulsión. Ahora, además, el departamento de competición de la firma francesa ha rebajado la altura en casi 20 mm, ha endurecido las suspensiones, ha reprogramado el ESP para que sea algo menos intrusivo y ha aportado interesantes detalles internos y externos (decoración específica, asientos, pomo y pedales metálicos, llantas de 17 pulgadas, salidas de escape exclusivas, spoiler trasero de serie...).

Sin embargo, lo que le imprime su propio carácter al GT se esconde (literalmente) detrás, bajo el suelo  del maletero, aunque todo quede demasiado ajeno a aquel no tan lejano 1.6 16V atmosférico y 133 CV que lucía el blanquiazul Twingo RS Gordini -¿te acuerdas?-. Ahora, el GT es el más radical de la gama, con un bloque TCe de menos de un litro y turbo, que ha sido afinado para conseguir casi 20 CV más.

Los asientos deportivos, de lo mejor

Así que me acomodo en los bonitos asientos específicos de esta versión y arranco este coqueto Renault con pocas perspectivas de diversión. Es más fácil encontrar la postura que en el Twingo anterior y el acabado metálico del pomo -aunque algunos digan que es un poco desagradable- a mí me aporta un toque racing que es de agradecer, especialmente al ir al trabajo, al igual que el tacto del volante, la poca rumorosidad interior, las líneas de velocidad exteriores (muy R-5, años 80)...

Me aseguro de que llevo conectado el modo Eco hasta la gasolinera más cercana y empiezo a sacar partido del binomio reducidas dimensiones-buen radio de giro para no echar de menos las motos en las que me estoy moviendo en estos días tan calurosos, pues me deslizo entre el tráfico urbano (¿la gente no se iba de vacaciones?) por las zonas más concurridas. A su vez, voy fresquito y sin casco gracias al climatizador que incorpora de serie, junto a un equipamiento de seguridad y confort más que notable y sin sobreprecio: Sistema de Frenada Automática de Emergencia (SAFE), ESP, sensor de aparcamiento, alerta de cambio involuntario de carril, Start-Stop, control de crucero... 

Y claro, en este despliegue, canta especialmente que tengas que gastarte el dinero en un smartphone  de los más recientes para aprovechar al 100% las posibilidades que ofrece este Twingo en cuanto a conectividad, por ejemplo. Si no, ¡no tendrás ni cuentarrevoluciones en un coche que pretende dar un plus de deportividad! Así que me bajo la app R&Go, engancho el móvil en el soporte y, tras un paseo más que agradable por ciudad, esquivando coches y miradas curiosas de distintos sexos y edades en los semáforos, me dispongo por fin a exprimir este GT por carreteras de montaña.

Sin grandes alardes, se antoja más ratonero de lo previsto. La tracción trasera y el poder bajar marchas manualmente (preferiría una palanca y unos desarrollos más cortos) potencian esta sensación, aunque apenas se te irá de atrás con un ESP siempre en guardia y no desconectable. La suspensión cumple y mejora el comportamiento... pero sigue balanceando más de lo deseable en un urbanita realmente deportivo. 

"¿Y este juguete tan pintón?". Gracias, vecinos: habéis resumido perfectamente esta prueba mucho antes de leerla. 

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Valoración

Nota7

Con esta versión, Renault ha convertido a su pequeño en una máquina de diversión. En esta prueba del Renault Twingo GT nos queda claro que no hace falta gastar mucho

Lo mejor

Rendimiento del motor, diversión en su conducción, precio

Lo peor

Balanceo de la carrocería mayor de lo deseable en un deportivo

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