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Prueba: Mercedes Citan 2016

Ponemos a prueba el Mercedes Citan 2016, el vehículo comercial de la compañía que ha sido ligeramente actualizado. Toma como base el Renault Kangoo, y eso se nota muy mucho en el interior, no así en el exterior, que mantiene la imagen de algunos modelos como el Clase A o el B.

El acuerdo Daimler y Renault-Nissan sigue dando sus frutos, no cabe duda. Uno de los primeros productos nacidos gracias a esta sinergia fue el Mercedes Citan, un vehículo comercial ligero que toma como base el famoso Kangoo. De esta forma, la compañía alemana amplió la gama con un automóvil de acceso a su cama de comerciales. 

En esta ocasión pongo a prueba el Mercedes Citan 2016, la ligeramente renovada ‘furgo’ de la marca alemana. Y digo renovada porque desde el año pasado, todos los motores cumplen la normativa anticontaminación Euro 6, además de incluir el paquete BlueEfficency de serie. Porque lo que son cambios estéticos… Por fuera mantiene su acertado aspecto gracias al diseño característico de Mercedes, cuyos faros y parrilla, con una gran estrella, guardan enorme parecido con los del Clase A. Si fuera se respira un cierto aire premium, dentro lo que se respira es olor a plástico. Y es que nada más abrir la puerta, de gran ángulo de apertura, cosa que agradezco a la hora de subirme en él, mi nariz se colapsa de este ‘aroma’ tan característico de los vehículos comerciales.

Prueba Mercedes Citan 2016

Una vez acomodado en los confortables asientos, de posición elevada, diviso la instrumentación y compruebo que mantiene la instrumentación del modelo francés: la consola, los botones del climatizador, el volante, que si incorpora la estrella; la palanca de los intermitentes, el plafón de la luz, los botones del elevalunas, los tiradores de las puertas, la pantalla del ordenador de abordo e, incluso, el cenicero son heredados del Kangoo. Así, a simple vista, creo que solo la palanca del sistema de velocidad de crucero y la radio son de origen Mercedes. La primera está situada en una posición donde normalmente va ubicada la del intermitente, por lo que puede llevar a confusión, mientras que la segunda incorpora una pantalla de pequeñas dimensiones, de la que se sirve el navegador para mostrar las instrucciones. Al estar situada en la zona inferior de la consola y encima de la palanca del cambio, su posición te obliga a apartar demasiado la mirada de la carretera. Hay plásticos duros por doquier -uno no puede olvidar que se trata de un vehículo comercial- y los ajustes son mejorables. Aunque para duro el reposabrazos lateral, que te obliga llevar las manos en el volante en todo momento. La DGT estará agradecida… 

El habitáculo tiene espacio para dar y tomar, y no es una falsa sensación creada por la luminosidad del techo panorámico. No. Tiene un hueco infinito para la cabeza y muy bueno para las piernas y los hombros. Asimismo, la plaza central trasera es amplia y real.

He probado el Mercedes Citan 111 CDI 2016, que equipa un motor diésel de 1,5 litros y 110 CV. Tiene un buen empuje, suficiente para mover el vehículo con garantías a partir de las 1.800 rpm, y es que cundo supera las 1.750 vueltas es cuando entrega todo su par, que suma 240 Nm. Cuando pasa las 3.000 se vuelve ruidoso. Un punto a destacar es su consumo medio, que se acerca muy mucho a los 4,5 l/100 oficiales. En conducción combinada he logrado una media de 5 l/100 km.

Sin duda, la Mercedes Citan que he probado es una buena opción de compra: espacio y consumo muy contenido se combina con un diseño de lo más atractivo del segmento de los comerciales. Eso sí, por menos precio tiene un vehículo muy parecido con un rombo en la parrilla…

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Ponemos a prueba el Mercedes Citan 2016, el vehículo comercial de la compañía que ha sido ligeramente actualizado. Toma como base el Renault Kangoo, y eso se nota

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