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Prueba: Mazda CX-9. ¡Pedazo de SUV!

Llegará a Europa en 2017, pero nosotros ya nos hemos puesto al volante: un SUV muy grande, y no solo en tamaño. Prueba Mazda CX-9. ¡Qué pedazo de SUV!

El Mazda CX-9 lleva ya casi 10 años en el mercado estadounidense. A partir de julio de 2016 llegará la última generación, que mantiene unas dimensiones similares de 5,07 metros, pero adelgaza hasta 130 kilos. Llegará a Europa en 2017, pero nosotros ya nos hemos puesto al volante. Prueba: Mazda CX-9 ¡Pedazo de SUV!

Este ahorro de peso recae sobre todo en la nueva tracción integral opcional, que solo añade 54 kilos respecto al tracción delantera. Y a que ahora monta motores de cuatro cilindros turbo, mientras hasta ahora tomaba los 3,7 litros V6 de Ford. Los nuevos bloques de cuatro, con 2,5 litros de cilindrada y un turbo que sopla a 1,2 bares, rinden 250 CV y 420 Nm de par, que ya sientes desde solo 2.000 vueltas.

En general, en este Mazda sorprende la forma homogénea en que giran hacia la zona alta del cuentavueltas, dando un empuje considerable a sus 1,9 toneladas. En esto tiene que ver su bien escalada transmisión automática de seis velocidades. La tracción integral, en condiciones normales, entrega la fuerza a las ruedas delanteras, y solo la distribuye hasta en un 50% entre los dos ejes cuando los sensores detectan que patina alguna rueda. Mazda promete un consumo medio de apenas nueve litros para su motor de gasolina.

El Mazda CX-9 es un coche concebido para el mercado americano, y eso se nota con el ajuste confortable del coche. Suspensiones y amortiguadores tienen un tarado suave, más de lo que estamos acostumbrados en Europa. Esto también se puede aplicar al tacto de la dirección y los frenos. 

Cuando llegue en 2017 a Europa con motor diésel, prometen que recibirá una serie de reajustes para adaptarlo al gusto del viejo continente. Respecto al modelo anterior, ha dado un gran salto no solo en el diseño interior: también en el habitáculo. Cuero y madera nobles crean un ambiente refinado que desprende calidad, también al tacto. 

El CX-9 es el primer Mazda que equipa un head-up display auténtico, con infrmación como la velocidad, el límite de velocidad o la ruta marcada en el navegador, directamente proyectada en el parabrisas. De la seguridad se encargan asistente con el controlador de distancia y carril, así como el avisador de ángulo muerto. Y sorprende lo bien insonorizado que está el habitáculo, gracias a sus cristales de aislamiento especial, de serie. 

El espacio sorprende: opcionalmente puede llevar una tercera fila de asientos, y en la primera y la segunda uno viaja desahogado y cómodo en cualquier trayecto, por muy largo que sea. En los asientos que se despliegan en la zona del maletero, es mejor que solo viajen niños. Con todas las plazas traseras plegadas, el volumen de carga llega hasta los 2.016 litros. 

CX-9

En Estados Unidos monta de serie muchos asistentes de seguridad, entrada sin llave, faros de LED o una pantalla táctil de ocho pulgadas que incluye navegador y equipo de audio. Opcionalmente puede llevar asientos calefactabes de cuero napa o un equipo de audio premium marca Bose, así como portón trasero eléctrico o head-up dislay en color. 

Este modelo parte en Estados Unidos de 31.520 dólares (unos 28.000 euros). Damos por hecho que en Europa será bastante más caro.

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Llegará a Europa en 2017, pero nosotros ya nos hemos puesto al volante: un SUV muy grande, y no solo en tamaño. Prueba Mazda CX-9. ¡Qué pedazo de SUV!

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