Prueba Maserati Ghibli SQ4: ¡Ahora sí que es un buen coche!

Qué cerca pueden estar el amor y el odio. ¿Quién lo sabe mejor que los amantes de los coches italianos como este Maserati Ghibli SQ4? Y es que ese país, productor de algunos de los modelos más apasionantes de la historia, ha hundido su reputación durante años por fallos en la fiabilidad de su electrónica y componentes, y por el inexorable avance de la corrosión. Alfa Romeo o Lancia son dos buenos ejemplos de que, muchas veces, no basta un buen diseño para ser un éxito de ventas.

¡Pero aún queda motivo para la esperanza, queridos tifosi! En el norte de Italia, en Módena, la legendaria marca Maserati vive su segunda juventud, y es que es ahora más exitosa que nunca. Esto tiene una explicación sencilla: por fin, los italianos demuestran que pueden fabricar buenos coches. Para comprobarlo, solo tienes que leer la prueba que le hacemos al Ghibli, una berlina capaz de plantar cara al BMW M5.

Desde luego, los bávaros deben de tomarse muy en serio a este rival. El diseño, obra de Lorenzo Ramaciotti, consigue una estampa muy personal, atractiva y deportiva, si bien no llega a las cotas pasadas de genialidad que lograba Pininfarina. Pero lo más importante es que ni en espacio ni en calidad interior, se aleja de lo que ofrece un BMW Serie 5 o un Mercedes Clase E.

Porque en Maserati han hecho muchas cosas igual, muy pocas peor y algunas mejor que sus oponentes alemanes de la clase premium. Y sobre todo, aunque nadie oculta que Maserati sigue perteneciendo al consorcio Fiat-Chrysler, en Módena se han ocupado muy mucho de salvaguardar su esencia italiana. Por eso desde la marca no hablan mucho de nuevos e innovadores asistentes electrónicos, pero sí de otros detalles como los materiales que recubren el interior. No son materiales cualquiera, sino superficies nobles concebidas por Ermenegildo Zegna. Pero lo más importante: los acabados son realmente buenos, y nada cruje o traquetea por muchos baches que haya en el asfalto. No sorprende, por tanto, que la construcción de este Maserati Ghibli SQ4 se lleve a cabo en una nueva fábrica con los más modernos sistemas de producción.

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Maserati Ghibli SQ4 (8 imágenes)

Lo único que no procede de allí es el motor: este se construye en la sede de su hermana noble, Ferrari, en Maranello. Puro júbilo concentrado, un seis cilindros con doble turbo. A saber: un sonido cautivador y empuje en cualquier zona del cuentavueltas. Raramente verás en este segmento una berlina tan deportiva y generosamente motorizada. Lo único que empaña un poco el conjunto es el consumo, poco acorde con estos tiempos: 13,5 litros de media cada 100 kilómetros. Y cuando te desbocas y hundes el pie en el acelerador, algo a lo que te obliga constantemente su respuesta, la cifra de gasto se va hasta los 20,0 l/100 km. Una cifra de otro tiempo.

El chasis del Maserati Ghibli SQ4 casa a la perfección con su corazón deportivo. Firme, pero no demasiado duro, Maserati demuestra que se ha puesto al día en chasis adaptativos. A eso añade una tracción integral enfocada a la diversión, que permite incluso realizar drifts controlados. Solo habíamos experimentado algo así en modelos de Porsche, y eso son palabras pero que muy mayores.

Finalmente, la conclusión después de este test es que solo tenemos buenas noticias: el amor permanece, y el odio, por fin, se desvanece por completo. La nueva vida de Maserati pinta muy bien: después de esta prueba queda claro que los italianos ahora sí están listos para plantar cara sus rivales de Audi, Jaguar o Mercedes.

Conclusión

Si alguien nos hubiera preguntado hace cinco años si nos compraríamos un Maserati, casi con toda certeza habríamos negado con la cabeza. su elevada depreciación y su escasa fiabilidad eran sus argumentos en contra. Pero el Ghibli le ha dado la vuelta a esta percepción. La berlina italiana está muy bien acabada, y por fin es una alternativa de gran peso a los Audi, BMW, Jaguar y Mercedes. siempre y cuando no tengas demasiado en cuenta el apartado de consumos, claro.