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Prueba Jeep Trailcat: la última bestia americana

Se llama Trailcat y, con sus 707 CV y su imponente aspecto, es la última bestia presentada por el fabricante americano con motivo del Easter Jeep Safari, el evento 4x4 por excelencia que tiene lugar todos los años en las proximidades de Moab (Utah, Estados Unidos). AUTO BILD ha tenido la oportunidad de probar el Jeep Trailcat en su territorio favorito, la Tierra de los Cañones.

Antes de leer esta prueba del Jeep Trailcat es importante que conozcas el origen de este animal. El Trailcat es uno de los siete prototipos que la marca yankee ha presentado recientemente con motivo del Easter Jeep Safari 2016. Este evento anual, que acaba de celebrar su 50ª edición del 19 al 27 de marzo, alberga nueve días de rutas offroad -casi siempre de una jornada de duración- que tienen como punto de partida los alrededores de la ciudad de Moab (Utah, Estados Unidos), una zona conocida como Canyonlands (Tierras de los cañones). Aprovechando este evento, que coincide también con el 75 aniversario de la marca, Jeep también ha presentado una edición especial conmemorativa de cada uno de sus modelos.

Prueba Jeep Trailcat: 707 CV contra las rocas y el asfalto

Nada más ver el Jeep Trailcat te das cuenta de que este concept es una cosa muy seria. Su imponente presencia deja a las claras que pocas cosas pueden detenerlo. Por algo ha sido definido por su creador como “el no va más del todoterreno. Un coche que se siente igual de cómodo en las rutas abruptas de Moab que en un tramo de alta velocidad”.

Debido a su elevada altura, la primera prueba de fuego es subirme a bordo: abro la puerta metálica con un resorte situado en la parte posterior y, tras agarrarme a la barra superior, de un salto ya estoy en el coche. Dentro, sentado en el asiento del copiloto, me espera un experto de Mopar, proveedor de recambios y accesorios de altas prestaciones para las marcas del grupo FCA (Fiat Chrysler Automobiles).

El interior del Trailcat apuesta por la sencillez y la funcionalidad. Tras acomodarme en los bácquets heredados del Dogde Viper, fabricados en fibra de carbono y tapizados en cuero Katzkin con costuras verdes, me abrocho el arnés. Estoy listo para probar el Jeep Trailcat concept. “Arranca”, me dice con una sonrisa cómplice mi copiloto. Al instante, oigo el bramido del motorazo que equipa el todoterreno de Jeep, un bloque sobrealimentado V8 de 6,2 litros Hemi Hellcat de, nada más y nada menos, que 718 CV y 881 Nm de par. Para instalar esta mecánica en el Trailcat y ofrecer un “aspecto más elegante”, los diseñadores han tenido que aumentar 12 pulgadas la distancia entre ejes de un Wrangler de dos puertas y recortar 2 pulgadas el parabrisas.

A continuación, agarro el pomo -con el logo Hellcat grabado- de la larga palanca de cambios y engrano la primera marcha (el Jeep Trailcat cuenta con una transmisión manual de seis velocidades). Inicio la marcha lentamente, con precaución, pero el sonido es atronador. Agarro el volante con fuerza y continúo engranando marchas: segunda, tercera... El cambio funciona perfectamente, y en cuanto acaricio el acelerador, el motor pide guerra... Piso a fondo, y el gigantesco todoterreno se convierte en una bala verde fosforito. La potencia de este bicho es descomunal, y subido en las alturas me siento como uno de los miles de americanos que cada año se adentran con su todoterreno por los cañones cercanos a Moab.

A continuación me meto en una pequeña pista situada junto al bello rancho en el que he tenido la oportunidad de probar el Jeep Trailcat. Sin duda, este el terreno predilecto de este 4x4. Un coche que ofrece unas cotas offroad que permiten subir por trialeras y rocas innaccesibles por muchos 4x4 del mercado.

Estéticamente, el coche es también una exageración -como les gusta a los americanos-, pero espectacular: carrocería en tonos verde (Hellen Green) y negro (Satin Black); capó ventilado motorizado, parrilla negra satinada, faros LED, luces antiniebla y protecciones laterales made in Mopar; parachoques delanteros y traseros de acero; llantas de 17 pulgadas con neumáticos BF-Goodrich Krawler T/A KX de 39,5 pulgadas; ejes delantero y trasero Dana 60 obra de Jeep Performance Parts; amortiguadores de altas prestaciones Fox; adhesivo Hellcat en los paneles delanteros y otra pegatina 'Trailcat' en un lateral del capó.

Sin duda, un prototipo que es el sueño de cualquier amante a la conducción todoterreno, una disciplina que sí puede disfrutarse con total libertad en los Estados Unidos... ¡God save America!

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Se llama Trailcat y, con sus 707 CV y su imponente aspecto, es la última bestia presentada por el fabricante americano con motivo del Easter Jeep Safari, el evento

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