Prueba: Harley-Davidson Road King 2016: ¿te coronas Rey?
Sí. Te sientes el Rey de la pista en cuanto te aposentas en su trono biplaza. Pero no te engañes: por muy custom que vistas, todas las miradas irán dirigidas a ella: esta preciosa Harley -que es ya un icono en la historia de las dos ruedas- acaba de ser actualizada por la marca americana para este año... y de esta manera tan espectacular. Y por eso, probamos la Harley-Davidson Road King 2016.
A simple vista, su estética enamora; en cuanto desbloqueas la dirección con la llave y la arrancas -siempre que reconozca el sistema keyless en tu bolsillo-, todo el mundo se girará atraído por su melodía y te empezará a preguntar por ella. Es el precio de la fama, de conducir una marca legendaria y de tener sangre azul (y blanca) durante la semana de pruebas de esta flamante unidad bicolor.
Su poderoso motor bicilíndrico 103 regala una sinfonía contundente, aunque si lo que buscas es vibraciones de escándalo y petardeo ensordecedor, tendrás que empezar a gastar dinero en personalizaciones, porque con las normas antiemisiones más recientes, la inyección y las cajas de cambios de seis velocidades, las Harley de serie se antojan hoy ¿demasiado? refinadas. Pero no creas que te vas a sentir decepcionado en tan elegante carroza de ensueño...
Engrano primera, suelto embrague y Su Alteza Real sale sin miedo al encuentro de los kilómetros (su autonomía supera los 360), provocando admira ción y respeto por parte de la plebe. Cuando sigues subiendo marchas con el tacón y apoyas los pies en sus grandes estribos, sorprende que la postura esmuy confortable, y su enorme pantalla frontal protege muy bien y permitiría viajar cómodamen-te hasta su velocidad máxima, de 160 km/h (imagina, pues, a 120).
El puesto de mando es sencillo y elegante, pero tiene más elementos de los que parece. Los intermitentes se accionan en su respectivo puño. El practiquísimo indicador de combustible en el lado izquierdo es tan práctico como disimulado. El tapón de gasolina no tiene llave de seguridad.
El control de crucero te deja relajarte aún más y el conjunto invita a abandonar la ciudad cuanto antes y adentrarte en carreteras secundarias, a ser posible, poco sinuosas, porque la capacidad de tumbar de esta Harley es muy limitada (ojo con los giros cerrados, que enseguida roza con el suelo). Eso, sí, tan pronto como conozcas las pequeñas manías de tu Reina, disfrutarás de sus reacciones contundentes al girar el puño y de su generosísimo par motor.
Si llueve un poco, como sucedió uno de los día en que probamos la Harley-Davidson Road King 2016, lo sentirás en el alma por el hecho de que sus cromados se ensuciarán, y no es plan, claro. Por lo demás, irás bastante más protegido de las inclemencias del tiempo de lo que imaginas y se te pasarán los kilómetros volando.
Parte de la culpa la tiene también su ajustada suspensión: resulta firme por autopista, pero en los inevitables trayectos urbanos no se queda demasiado blanda ni, a cambio, absorbe los baches o los badenes con brusquedad. Es cierto que la configuración de cualquier Road King no es la ideal para hacer recados por calles estrechas, pero siempre que la dejes aparcada por ahí levantará pasiones incluso antes de que su 'voz' se deje oír bien alto. ¿Demasiadas pasiones? 
Esta Harley incluye un bloqueo de puesta en marcha que se activa con un discreto pero sonoro "tuit-tuit" en cuanto te bajas por el lado izquierdo y das un par de pasos para rodear la moto y fijar la dirección con la llave por el lado derecho, como en cualquier custom al uso.
Pero también cuenta con alarma de activación igualmente automática al alejarte, y un código PIN de seguridad en caso de que pierdas la llave o se te caiga fortuitamente por el camino -que todo puede suceder y se trata de que no te quedes vendido-.
Conclusión: una moto de culto... y cómoda
Ordenador de viaje, cuentakilómetros parcial y total, rango de autonomía en tiempo real, aguja de nivel de combustible, posibilidad de ver la marcha y las revoluciones a las que circulas...
Tras la prueba de la Harley-Davidson Road King 2016, no nos queda ninguna duda: esta moto es la mezcla perfecta entre diseño, tradición, tecnología, prestaciones y confort. ¿Te atreves a coronarte Rey... tú también?
Lo mejor: diseño, estética, historia del modelo, cotización en el mercado de segunda mano, tecnología, prestaciones, autonomía, aguja del nivel de combustible, suspensión, comodidad.
Lo peor: elevado precio de adquisición, display del velocímetro e indicadores demasiado pequeños, posición del pedal de freno trasero, poca capacidad de giro al tumbar, tapón de gasolina sin llave.
Equipación de esta prueba: Casco Axo Blade, chaqueta Axo Gasoline, pantalón Tucano Urbano K-gins.
Valoración
0Llega poco a poco el buen tiempo y probamos la Harley-Davidson Road King 2016. ¿Te atreves a coronarte? Pues a pesar de su nombre y de cómo te sentirás en cuanto
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