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Prueba Ford Expedition. El rival americano del Mercedes GLS

Aquí tienes la prueba del Ford Expedition, una mole de 5,23 metros, ocho plazas, motor V6 de 370 CV... Hoy nos ponemos al volante de un coche muy americano, que de momento no llega a España, pero podría medirse con los SUV más lujosos de Europa.

¿Aerodinámica, consumo, respeto al medio ambiente? Estos son, cada vez más, los puntos clave en la nueva era del automóvil. En esta prueba Ford Expedition: el rival americano del Mercedes GLS, no parece que un SUV enorme de 5,23 metros de largo case mucho con ninguno de ellos. El Ford Expedition no se vende, por el momento, en España, porque es un coche 100% americano, y está claro que al otro lado del charco planta cara a los modelos más grandes de Mercedes. Veamos cómo se comporta. 

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Empecemos por un apartado que interesa mucho a los compradores de un coche como este: espacio. El Ford Expedition va sobrado, puede alojar hasta a ocho pasajeros, y su maletero cubica hasta 3.067 litros. No es de extrañar: con una batalla de tres metros, nunca faltará espacio para las piernas.

El Mercedes GLS también ofrece una tercera fila, pero allí, pasajeros adultos, irán bastante constreñidos. Pero, seamos serios: ¿Cuántas veces viajará un adulto en la tercera fila?

Expedition

Pero no nos desviemos y volvamos a un gigante americano como es el Ford Expedition. Hablemos de cifras: 2,6 toneladas, motor V6 de 3,5 litros, el mismo que trabaja bajo el capó del Ford F150. Sus 370 CV y 570 Nm no tienen problemas para mover con soltura a esta mole. Hay que tener en cuenta que el Ford Expedition es una auténtica bestia capaz de tirar con 4,17 toneladas de carga.

Gracias a su tracción integral y una dirección típicamente americana (o sea: blanda), el conductor nunca tendrá la sensación de estar al volante de un coche de 2,33 metros de ancho. Y el motor empuja, y mucho: a cada pisotón al acelerador, los ocho ocupantes se sentirán aplastados contra los respaldos de los confortables asientos recubiertos en cuero.

Mejor en autovías... O fuera del asfalto

Ojo, como buen americano, no es un ávido devorador de curvas: aunque la suspensión se puede regular en tres modos diferentes, lo cierto es que este chasis está hecho para viajar en línea recta por amplias autovías. Y es que este no es un coche destinado a las carreteras de montaña europeas, ni mucho menos a ciudad. Lo suyo son las ‘highways’ americanas, donde uno se sentirá en el vagón Club del ave. Y si te aventuras fuera del asfalto, su sofisticada tracción integral y su generoso ángulo de ataque te permitirán pasar por cualquier sitio... Siempre que no sea muy estrecho, claro.

offroad

El mando central del cambio automático de seis velocidades ya no se encuentra tras el volante, sino en la consola central. La visibilidad trasera en un coche tan grande es precaria, pero una cámara posterior y numerosos sensores facilitan las maniobras. 

Y es que el Ford Expedition puede ser aún más grande: la versión EL se alarga hasta los 5,61 metros, y la capacidad del maletero aumenta hasta los 3.704. Lo dicho: no es un coche hecho para Europa, pero, ¿imaginas el placer de recorrer la Ruta 66 al volante de un Ford Expedition? 

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