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Prueba Audi R8 V10 Spyder 2017

Es rápido, es increíblemente eficaz y encima es espectacular: en esta prueba del Audi R8 V10 Spyder 2017 te cuento todas mis sensaciones al volante del descapotable más monumental de la historia de Audi, una obra de ingeniería que justifica cada euro que pagarás por él.

En esta prueba del Audi R8 V10 Spyder 2017 es posible que me sientas algo alterado, no te extrañes, estoy bien, pero esa es la sensación que te llevas al bajar de este coche. Una máquina espectacular que te conquista con una serie de factores determinantes y que pocos coches pueden proporcionar. El Audi R8 de segunda generación era una auténtica pasada, quítale el techo y prepárate para gozar como un enano.

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¿Por qué? Bueno, es sencillo, cumple con tres premisas fundamentales. Las prestaciones, el dinamismo y la emoción. Vamos por parte. Estéticamente no deja dudas: es espectacular lo mires por donde lo mires. Quizás pierde algo de la elegancia de la primera generación del Audi R8, pero gana en mala leche. Te aseguro que si lo dejas aparcado en la calle más de cinco minutos, a su alrededor se acumulará la gente como las moscas a la miel. 

Segundo. Es rápido, muy rápido. Tras los asientos, en posición central trasera, se esconde el motor V10 atmosférico de 5,2 litros que mueve al Audi R8 V10 Spyder 2017. Cuenta con 540 CV y otros tantos Newtonmetro de par, una cifra generosa que no llega a ser absurda. Tampoco lo es su empuje, no es algo loco, propio de una mecánica sobrealimentada, es un empuje lineal, constante, poderoso (acelera de cero a cien en 3,6 segundos) y siempre acompañado de una increíble melodía que te hará olvidar el fantástico equipo de sonido Bang and Olufsen que puede montar hasta altavoces en los reposacabezas.

Y tercero: el dinamismo. Para ello, Audi ha trabajado a conciencia para conseguir un coche ‘casi’ tan bueno como la versión coupé. Tras esta prueba del Audi R8 V10 Spyder puedo decir que lo ha conseguido. Para ello, ha utilizado una evolución del Audi Space Frame, una arquitectura de construcción muy ligera basada en el aluminio, la fibra de carbono y el magnesio. Todo está estudiado al milímetro y nada, nada se deja al azar.

La mayor parte del cockpit está realizado en aluminio, pero cuenta con muchos elementos en fibra de carbono, creando una especie de mini-cockpit que se coloca en la parte trasera del habitáculo y el túnel de transmisión. El pilar A y otros elementos del coche se han reforzado para no perder demasiada rigidez respecto al coupé. Todo este trabajo se traduce en un 55% más rigidez que en la anterior generación y un peso que se queda en 1.612 kg.

Al volante se siente ligero y preciso, la dirección es muy rápida y sientes lo que pasa debajo, pero me gustaría que fuera un pelín más dura, al menos en el modo dynamic. Sí amigos, el Audi R8 V10 Spyder cuenta con cuatro modos de conducción: Confort, Auto, Dynamic e Individual. Cada uno de ellos modifica el comportamiento del motor, del escape, de la dureza de la suspensión Magnetic Ride o la transmisión. Colócalo en modo confort y te sorprenderás de su capacidad para circular la mar de normal, ¿perfecto para usar a diario? Yo creo que sí.

Y es que, bajo mi punto de vista, ese es el gran logro de este coche. Es un superdeportivo pero también un coche utilizable, lejos de modelos como Lamborghini o Ferrari, más duros en todos los aspectos.  El Audi R8 V10 Spyder te da todo lo que puedes necesitar de un coche de altísimas prestaciones, también la magnífica sensación de rodar sin techo. Audi permanece fiel a la capota de lona, que gracias al uso de la fibra de carbono en su mecanismo, solamente pesa 44 kg. Esta se puede plegar en marcha (hasta 50 km/h) y en solamente 20 segundos. Debo decir que su aislamiento acústico es sensacional.

Y por si fuera poco, encima es un 10% más eficiente que su predecesor. El Audi R8 V10 Spyder incorpora varios elementos para reducir al máximo el consumo, como por ejemplo la desconexión de cilindros o el modo de circular ‘a vela’. Con ello, consigue un consumo medio de 11,7 litros, homologando un consumo medio extraurbano de solamente 8,7 litros. Voy a serte sincero, yo he venido a disfrutar de las capacidades dinámicas y prestaciones del Audi R8 V10 Spyder y te aseguro que he terminado lejos de estas cifras, no obstante, a fondo, el consumo medio no supera los 20 litros. ¡Muy buena cifra!

Poco más puedo decir de la prueba del Audi R8 V10 Spyder. Recordarte que toda la potencia se gestiona mediante una caja de doble embrague S-Tronic de siete velocidades que envía la potencia a las cuatro ruedas mediante el archiconocido sistema Quattro y que resulta muy agradable por su velocidad de cambio, aunque eso sí, es muy recomendable usar siempre el modo secuencial, manejándolo desde las levas tras el volante. No hay que olvidar tampoco que el par siempre es más generoso con el eje trasero que con el delantero, así que nunca olvides lo que tienes entre manos. Una pena que Audi renuncie también a la caja manual, sería un concepto muy interesante.

Pero bueno, como imaginarás no todo son buenas noticias. Hay algo malo en el Audi R8 V10 Spyder, muy malo: su precio. Cuesta 209.000 euros, unos 18.000 euros más que la versión cerrada. Eso sí, a cambio te llevarás un coche que te pondrá los pelos de punta, por su manera de entregar la potencia, por su manera de trazar las curvas y sí, también por la tormenta de petardazos que emanan del sistema de escape deportivo. Una joya que ya puedes reservar en los concesionarios de Audi: si te toca el euromillón y no sabes qué hacer con tanta ‘pasta’, pregunta por mi en la redacción. Gracias.

¿Aun así no termina de convencerte? No te preocupes, echa un vistazo a nuestro recomendador y seguro que te sacará de dudas.

Valoración

Nota9

Es rápido, es increíblemente eficaz y encima es espectacular: en esta prueba del Audi R8 V10 Spyder 2017 te cuento todas mis sensaciones al volante del descapotable

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