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Primera prueba: Mercedes GLE Coupé 450 AMG 4Matic

El Mercedes GLE Coupé 450 AMG 4Matic de la prueba que tienes aquí se coloca como la opción más deportiva de los modelos de gasolina normales. Se trata de una versión potenciada del GLE Coupé 400 4Matic que se 'queda' a 190 CV de la salvaje variante AMG. En todo caso, con esta maniobra Mercedes trata de arrebatar el trono del segmento al BMW X6 modelo bávaro....

Lo tiene complicado: aquí, seis rivales del GLE Coupé

Con la llegada del Mercedes GLE Coupé, la batalla de los SUV coupés ya es un hecho: Mercedes ataca a la línea de flotación del exitoso BMW X6, y para demostrarlo nosotros te traemos ya la prueba de su nuevo Mercedes GLE Coupé, en dos variabtes: 350d y 450 AMG 4Matic.

La base del GLE Coupé es el ya conocido ML, con tracción integral permanente (habrá versiones 4x2, como no podría ser de otro modo), sistema de reparto de par 'inteligente' y, ojo, la nueva caja de cambios 9G-Tronic que, como su propio nombre indica, tiene 9 marchas. Seguramente te suena de modelos como el Mercedes Clase E o el Clase S, pero en este caso la gran novedad es que se acopla por primera vez a la tracción integral permanente del sistema 4Matic. 

Pero vamos adejarnos de aburrida técnica y vamos a darle caña a esa prueba del GLE Coupé. La primera impresión cuando me acerco a esta mole es que no parece tan grande, al contrario: sus líneas fluidas y redondeadas le dan un aspecto liviano y deportivo al mismo tiempo, y eso que mide 4,9 metros de largo. En este sentido, me da la sensación de ser bastante más ligero que un BMW X6, modelo con el que va a tener que someterse a comparaciones en más de un ocasión.

Sin embargo, una vez más se confirma eso de que la forma y la función no se llevan del todo bien. Por ejemplo, la boca de carga para equipaje tiene la altura de una mesa, o lo que es lo mismo, 90 centímetros; y en el GLE, la expresión “subirse” al coche tiene todo el sentido del mundo. En realidad, lo que puede esperarse de un SUV, aunque con la particularidad de que en este también tienes que agachar la cabeza por la línea coupé de su techo. Un lío.

En marcha con el Mercedes GLE 350d 4Matic

Hemos probado la mecánica diésel del Mercedes GLE, que probablemente será una de las más solicitadas. Tres litros de cubicaje repartidos en seis cilindros, y 285 CV de potencia. Más sorprendente es su abrumador par de 620 Nm. Con este poderío, incluso un vehículo de 2,3 toneladas como este se mueve con soltura.

Lo que más destaca de este motor es su suavidad de funcionamiento, evoluciona a través de las nueve marchas de forma casi imperceptible, y solo en modo Sport al electrónica parece despertarlo y da pie a jugar un poco con el cambio. No pretende, por tanto, ser un deportivo de raza, sino un coche muy agradable de conducir, algo que también demuestra con otras virtudes. 

Deportivo, pero no tanto

En comparación con el GLE normal, el chasis de este Coupé tiene un ajuste más dinámico, y aunque la suspensión neumática aporta grandes dosis de confort, nunca balancea demasiado en curvas. Precisamente, el controlador de balanceo actúa por medio del estabilizador de giros ("Active Curve System") y hace muy bien su trabajo, manteniendo siempre la carrocería en su sitio. 

Pero si aun así te parece demasiado blando, tienes la alternativa pulsando el modo sport. El chasis se vuelve más firme, sin llegar nunca a ser incómodo, pero en curva se nota algo más preciso y permite una conducción más decidida. Con todo, su peso y su elevado centro de gravedad no le permiten ser un auténtico deportivo, aunque este Mercedes sí resulta muy eficaz cuando se trata de rodar rápido. En cuando a consumos, no podemos esperar milagros: en nuestro recorrido de pruebas el ordenador de abordo ha señalado 10,3 litros de media, mientras que el dato del fabricante es de 6,9 litros

Prueba del Mercedes GLE 450 4Matic (Luis I. Guisado)

Interesante: vídeo del GLE Coupé 450 AMG

De acuerdo. Admito que Bluetec, BlueEfficiency y todo tipo de 'Blue' me volvían loco en la gama Mercedes. Por fin cambia la nomenclatura de los SUV de Mercedes y llega la lógica. El protagonista de esta prueba es el Mercedes GLE Coupé 450 AMG 4Matic. ¿No ves una 'd' o una 'e'? Eso es porque es el gasolina. Es más: se trata de una versión potenciada del V6 de 3,0 litros que monta el GLE Coupé 400: pasa de 333 a 367 CV.

En marcha me encuentro un propulsor muy poderoso, con rabia si le pisas a fondo y suave si te moderas con el acelerador. De hecho, si vas tranquilo, solo el ronroneo que sale de sus escapes te sugiere que te encuentras en un modelo con las siglas AMG en su DNI.

Tiene tres modos de funcionamiento (más otros dos: uno para superficies deslizantes y otro 'Individual' que te permite programar suspensión, dirección y motor con la respuesta que prefieras: normal, confort o sport) que van de menos a más deportiva. En 'confort' es suave y te ofrece justo lo que esperas de un Mercedes: suavidad y gran calidad de rodadura. Según vas subiendo de modo, la cosa se pone interesante: el Mercedes GLE 450 AMG de esta prueba me ha sorprendido porque en modo Sport+ (no lo tienen los modelos normales) cuando levantas el pie del acelerador te regala un elegante petardeo del escape. Y si pisas a fondo, notas una aceleración brutal y eso que te estoy hablando de un modelo que pesa ¡¡¡¡2.220 kilos!!!!

¿Y se nota tanta masa? Sí, aunque los ingenieros del GLE Coupé parece que han hecho magia: cuando pisas el freno en una situación apurada sientes que más de dos toneladas te empujan hacia adelante; también al intentar atacar una arretera estrecha con muchas curvas. Pero eso no quiere decir que sea torpe. De hecho, es más que probable que todo esto se deba a que este modelo corre, y mucho.

Durante esta pruba del GLE 450 AMG he podido disfritar de autopistas alemanas en las que puedes ser adelantado por un VW Touran... ¡aunque vayas a 200! Este modelo está lmitado a 250 km/h y, aunque yo no he corrido tanto, te aseguro que ofrece un aplomo más que bueno a velocidades elevadas, gracias en parte a los Pirelli PZero de 285/40 ¡R22! que montaba. A pesar de semejantes rodillos, no es incómodo y los baches los filtra bien gracias a una suspensión neumática que, una vez más en Mercedes, es sencillamente sobresaliente.

A velocidades normales, el Mercedes GLE 450 AMG 4Matic también tiene un comportamiento soberano: su caja de nueve marchas le permite rodar a 120 con un régimen de menos de 2.000 vueltas (de hecho, la novena tiene un desarrodo de unos 68 km/h por cada 1.000 rpm), aunque incluso a ese régimen puedes oír claramente el sonido del escape. ¡Estás en un integrante de la familia AMG!

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El Mercedes GLE Coupé 450 AMG 4Matic de la prueba que tienes aquí se coloca como la opción más deportiva de los modelos de gasolina normales. Se trata de una versión

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