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Porsche Cayman PDK 2013: pegado al asfalto

El Porsche Cayman PDK 2013 ofrece un cóctel explosivo para pasártelo en grande al volante. No es la versión más potente de la gama, pero ni falta que te hace. Encontrar una buena carretera de montaña se me antoja necesario para dar rienda suenta a tus instintos más racing.

¡Que no se diga, hombre! No me vengas ahora con sibaritismos. Me dices que no es la versión más potente, que monta las llantas de serie y que viste un color blanco bastante discreto. ¿Y...? Sinceramente, todo eso me da igual. Es el Porsche Cayman PDK 2013 y solo tenerlo delante con sus llaves en la mano ya me hace cambiar el gesto.

¡Hoy va a ser un gran día para conducir! Más que nada porque los ingenieros de Porsche se han empeñado en mejorar lo que ya parecía insuperable, así que la pregunta es obvia: ¿lo habrán conseguido? ¡A averiguarlo! Sus seis cilindros bóxer despiertan justo detrás de mi nuca con sutileza y sin grandes estruendos. Mmm... No sé si prefiero llamar algo más la atención. En cualquier caso, a los 275 CV del nuevo bloque les voy a pedir algo más que ruido. Piso a fondo y el nuevo Cayman 2013, más largo y bajo que el anterior, me regala una respuesta tan suave como progresiva. Ya me ha quedado claro: a este motor hay que buscarle las cosquillas en su zona alta, porque no tiene mucho abajo. No hay problema. Con el cambio PDK de siete velocidades esa es una misión fácil.

Cayman 2013: pegado al asfalto

A partir de las 6.000 vueltas es donde este bóxer da lo mejor de sí. De acuerdo, su tímido aullido ya empieza a captar mi atención, pero sin grandes alardes. Estiro hasta la zona roja y paso a la siguiente marcha con el pie a tabla. ¡Qué pasada! Una curva a derechas, otra a izquierdas... Lo mejor de todo es que el Porsche Cayman PDK 2013 nunca va a dejar de sorprenderme en cuanto a estabilidad y paso por curva. El eje delantero se lo traga todo y digiere las curvas a la velocidad del rayo.

Con un reparto de pesos tan bien equilibrado, la conducción se convierte en pura precisión, y lograr la trayectoria ideal parece un juego de niños: frena donde le dices, apunta el morro con nobleza y la zaga acompaña siempre sin sobresaltos. ¿Se puede hacer mejor? Si buscas un coche deportivo, directo, de reacciones vivas y con mucha diversión en sus entrañas, este Cayman debe estar entre tus candidatos. Los más de 60.000 euros que cuestan me parecen justificados, aunque un Nissan 370Z siempre lo haga parecer un poco caro...

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El Porsche Cayman PDK 2013 ofrece un cóctel explosivo para pasártelo en grande al volante. No es la versión más potente de la gama, pero ni falta que te hace.

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