Peugeot 5008 2.0 HDI: hártate de conducir

Si la respuesta es afirmativa, no te importará la duración del viaje. Y no estoy diciendo que sea caro, porque comparado con sus rivales y viendo lo que ofrece, me parece un precio justo. El problema es que existe dentro de la gama 5008 una alternativa con 150 CV, más económica y casi igual de confortable. Confort es la palabra que mejor define a la combinación más ambiciosa del 5008: este HDI que rinde 163 CV y monta cambio automático de seis velocidades. Es el más potente de la gama turbodiésel y, además, el más rutero gracias al tacto de esta transmisión. No es tan rápida como un DSG del grupo VAG, no tiene las ocho relaciones de BMW… pero cumple con los requisitos básicos que se esperan en un cambio automático de esta época.

Es decir, gestiona las velocidades con eficacia, dispone de modo Sport para acortar transiciones (aunque no se nota en exceso) y ofrece pasillo secuencial para manejarlo de forma manual. Carece, eso sí, de levas en el volante. Lo mejor es circular en D, porque no se muestra muy conservador y estira las velocidades lo necesario. Eso repercute en mejores prestaciones, sobre todo en las recuperaciones. Sólo necesita 8,3 segundos para pasar de 80 a 120 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 10,6 segundos. Vistas sus cifras, surge de inmediato la comparación con el 5008 HDI de 150 CV (27.300 euros con cambio manual). Y arroja esta conclusión: el 163 que pruebo mejora a su hermano en ¡cuatro segundos! para recuperar.

Ambos Peugeot comparten una seña común en todos los motores HDI: el refinamiento. Para mí, es la familia de propulsores diésel más suave y silenciosa del mercado. Conduzco y apenas siento vibraciones, mientras el habitáculo casi no ve perturbada la calma por el rumor del motor. Tampoco por el ruido de rodadura. Confort también por suspensión y espacio. Lo primero, por unos esquemas que filtran bien los baches, pero sin ser excesivamente blandos (balancea menos que un Citroën C4 Picasso).

Lo segundo por unas destacables cotas, sobre todo en las plazas delanteras y en la fila central. Mayores son las estrecheces en la tercera, sólo apta para niños y viajes cortos. Te sacarán de un apuro, poco más. Mejor aprovechar el volumen completo, jugar con la posibilidad de desplazar los asientos de la segunda fila y acometer un viaje de 845 kilómetros con un sólo depósito. Si 150 CV se te quedan cortos y necesitas más potencia, con este 5008 de 163 CV te hartarás de conducir.