Logo Autobild.es

Opel GT: un viejo rockero nunca muere

Cuando Opel estaba en la cima decidieron sacar un deportivo bonito, rápido y económico. Hoy le aguarda la juventud eterna.

Muchas cosas hablan a favor de que los años sesenta fueron los mejores para la marca Opel, cuando llovían titulares como “Opel en la ofensiva”. Habría molado mazo si los alemanes hubieran conocido esa expresión en su día. El Kadett era el asesino del Escarabajo, el Rekord C el rey del pueblo, el Diplomat V8 el amo del carril rápido. El éxito se escribía con un rayo. Y además vino otro Opel que era totalmente distinto. Un deportivo. No era un ligero coupé con techo rígido, sino un rockero bajito cuyo diseño tipo botella de Coca-Cola se podía medir con el Corvette.

Así empezó la era del Opel GT: un coche que se describía a si mismo. A sus rivales sólo les quedaba escuchar unas cuantas frases retorcidas, pero de las que hicieron historia: “Sólo volar es más bonito”.

Vale, eso es exagerado. Porque debajo del capó del GT no rugía un motor de competición, sino el coloso del Opel Rekord con 90 CV. Algunos clientes se conformaban incluso con el pequeño motor de 1,1 litros del Kadett B asumiendo los 18 segundos que tardaban los 60 CV en llevar al coche a los 100 km/h.

Pero eso hoy suena realmente conmovedor. En aquel entonces, la mecánica esa era un argumento de peso en el GT: aseguraba un precio más o menos asequible y gastos de mantenimiento dentro de unos límites. Además, los que cuidaban bien su coche podían conducirlo eternamente. En teoría. Pero en la vida real no era así, ya que su precio relativamente bajo en Europa propició que muchos jóvenes escasos de pasta no lo trataran como se merecía. ¿Pero qué hubieran podido conducir las diferentes generaciones ávidas de sensaciones? Ningún otro deportivo era tan bonito, iba tan bien y daba tan pocos quebraderos de cabeza.

El aura del GT aún existe hoy en día. Sus 90 CV se encuentran con un total de 960 kilos. La dirección, sorprendentemente precisa y un comportamiento de conducción casi neutral, aumentan la deportividad. Cuando se mira debajo del capó, se sabe por qué: el propulsor del GT está colocado detrás del eje para que sea más neutro. Se dice que el equipo de Bob Lutz impuso esa forma de montarlo en contra de la opinión de las altas esferas de la marca, que hubieran preferido colocar el cuatro cilindros encima del eje delantero para ahorrar.

Así fueron los mejores años de la marca Opel. Pero aún no han terminado. Quien hoy en día posee un GT todavía puede vivirlos. Cada día.

HISTORIA

1962: primeros bocetos del GT aún sin contrato oficial. 1965: prototipo Experimental GT. 1968: comienzo de la producción el 12 de septiembre, las carrocerías las suministra Brissonneau et Lotz, con sus característica forma que recuerda a los Corvette de la época. 1969: prototipo targa del Aero GT. 1971: Opel GT/J: menos equipamiento, decoración en negro mate, precio asequible. 1973: fin de la producción tras 103.373 GT, de ellos 3.573 GT 1100. Unos 70.000 se mandaron a los Estados Unidos.

Precursor: Opel Kadett B Rally

Más/Menos

Un Opel GT 1900 es lo suficientemente rápido para el día a día actual, es fiable y económico. Pero su confort les exige mucho a los ocupantes y para los viajes largos le falta un maletero en condiciones. La mecánica del GT apenas da problemas, no así la carrocería. Está bien rematada, pero las reparaciones sólo las puede hacer un mecánico experto. Lo más propenso a la corrosión son los guardabarros delanteros, la zona de los faros, las estriberas, las puertas, las partes laterales traseras, el faldón trasero, el conjunto del eje delantero y las barras transversales. Los faros amenazan con el calor a los cables que pasan por debajo.

Recambios

Hay suficientes repuestos para la parte mecánica, pero no tanto para relojes, paragolpes, conjunto de ejes delanteros o el interior. Desde principios de los 80, Opel ya no suministra nada, aunque el gran mundo del GT tiene para dar y tomar. Pero los precios de las piezas de chapa son alarmantemente altos: 1.000 euros por las dos puertas, 300 euros por el capó, el juego de paragolpes traseros por 300 euros…

Mercado

Cuando aparece un GT 1900 original en muy buen estado se suele pedir entre 13.000 y 16.000 euros. Pero hay modelos en estado razonable desde 6-7.000 euros. Si piensas en restaurar un coche completamente, puede que la salvación no te salga realmente rentable. Muchos casos extremos son GT que parecen originales con motores más potentes (hasta 140 CV) y chasis modificados. Aún se está especulando sobre su futura evolución, pero por el momento se mueven en un margen de precios en torno a los 6.000 euros para buenos ejemplares.

Consejos

Un GT bien restaurado aún no es realmente caro. Si te puedes hacer con uno no te equivocarás. Como el dólar está barato y los costes de transporte son bastante bajos, a lo mejor merece la pena buscar uno en el mercado americano. Pero a estas alturas hay que tener paciencia y atreverse con el transporte.

Direcciones
Internet: www.opelgt.com
http://theopelgtguy.tripod.com
www.opelgtsource.com
Libros: Opel GT Workshop manual, manual de taller, Brooklands Books, LTD, ISBN: 978-1-870642-86-6
Opel GT. Ultimate Portfolio, Brooklands Books, LTD, 
ISBN: 978-1855207356

Fotos: A. Lindlahr, fabricante

Valoración

0

Cuando Opel estaba en la cima decidieron sacar un deportivo bonito, rápido y económico. Hoy le aguarda la juventud eterna.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.