Opel Astra 1.3 CDTI 95 ecoFLEX Start-Stop, poco que envidia

Más vale tarde que nunca, sin duda. Sobre todo, si de lo que se trata es de ahorrar. El Astra, modelo esencial en la batalla de los compactos, ha esperado hasta 2011 para ofrecer la versión ecoFLEX con 'Start-Stop', cuando todos o casi todos sus rivales directos ya disponen de este sistema en sus variantes más ecológicas. No entendemos cómo ha tardado tanto, pero el caso es que ya está disponible y es momento de comprobar si este Opel es una buena alternativa.

Hasta que llegue la versión 1.7 CDTi de 130 CV (lo hará en otoño), solo el 2.0 CDTI 160 CV y el 1.3 CDTI de esta prueba cuentan con 'Start-Stop'. ¿Te parece poco motor? Eso pensaba yo antes de ponerme a los mandos. Todo apuntaba a que, con una cilindrada de apenas 1.250 cc y una potencia inferior a los 100 CV, tenía por delante unos días de prueba algo aburridos. Pero no, no fue así. Y eso que esta mecánica monta una caja de cambios de cinco velocidades con desarrollos más largos de lo normal, que podrían empeorar las prestaciones. El pequeño diésel que hay bajo el capó de este Astra me ha sorprendido, porque tiene una capacidad de aceleración buena desde la zona media del cuentavueltas. A partir de ahí y hasta que te acercas a la zona roja, el coche gana velocidad sin pereza y marca unos registros más que dignos.

Menos me ha gustado, en cambio, la escasa fuerza que tiene a pocas revoluciones y el ruido que hace en cualquier circunstancia. A lo segundo uno se acostumbra haciendo oídos sordos con el paso de los kilómetros, pero lo primero te obliga a llevar engranada una marcha más corta de lo normal en algunas circunstancias y, sobre todo, a jugar en exceso con el embrague en las arrancadas. Esto no es nada deseable porque aparte de provocar un desgaste prematuro de las piezas que lo componen, creo que a nadie le gusta emprender la marcha con la sensación de que está arrastrando un camión. Y en pendientes pronunciadas, realmente parece que estás haciendo eso.

Llega el momento de hablar de consumos y, precisamente en este apartado, el Astra sobresale con unos 4,4 l /100 km reales que pueden dar un enorme respiro a tus gastos diarios. Este es el gasto que he medido en un recorrido mixto, que combina tramos urbanos, autopista y carreteras secundarias… Sin llegar a ser una cifra récord, no debes perderla de vista, ya que este es uno de los mayores reclamos del compacto alemán. ¿Cómo consigue llegar a este registro? Lo primero y fundamental, es el sistema de parada y arranque automático del que te hablaba al principio. Gracias a él, el motor se apaga cada vez que el coche se detiene, con el ahorro de combustible que ello supone. Tú decides si quieres llevarlo conectado o no, aunque casi seguro que lo tendrás conectado de forma permanente, porque además de que es muy suave en la operación parada/arranque, mantiene la dirección asistida, la climatización y el servofreno cuando el motor está apagado. Esto es algo que no pasa en muchos coches y se agradece.

El resto de medidas que forman parte del paquete ecoFLEX se completan con ciertos elementos de la carrocería modificados para mejorar la aerodinámica, con los neumáticos de baja fricción que monta (demasiado anchos, quizá: 215 mm) y con el indicador de cambio de marcha.

Por lo demás, este Astra convence, sin sobresalir, por su habitabilidad interior y su maletero. También gusta por unas cualidades dinámicas que hacen que sea un coche agradable y divertido de conducir. Su tacto de suspensión, dirección y cambio invita a jugar con él por el buen aplomo que ofrece. De hecho, a la hora de hablar de juego es cuando sí echo de menos algún caballo extra, porque como el chasis se comporta tan bien, pide más guerra… Pero no, bajo el capo hay lo que hay: un motor solvente que piensa en tu cuenta corriente y no en otro tipo de batallas.

En cualquier caso, si crees que este ecoFLEX se te puede quedar corto, solo tienes que esperar a la vuelta de verano para poder comprar el de 130 CV que, además de más rápido, anuncia cifras de consumo y emisiones inferiores.