Nuevo Tata Aria, siete plazas y 150 CV

El nuevo Tata Aria forma parte del plan de renovación que la marca está llevando en toda su gama y que empezó con el Vista y el Xenon. Las primeras impresiones visuales sorprenden. Es un vehículo que roza los 4,8 metros de largo y el 1,90 de ancho. Generosas dimensiones exteriores que guardan en su interior espacio para siete ocupantes y un maletero que va desde los 214 litros, con todos los asientos, hasta los 1.777 con la segunda y tercera filas plegadas.

Sus formas confunden. Parece un monovolumen pero es más alto... ¿es un todocamino grande? Lo cierto es que Tata lo define como un “crossover con forma de monovolumen”. Así parece más fácil entender su línea. En cualquier caso, se mire desde donde se mire, el nuevo Tata Aria tiene una imagen imponente, presidida por una gran parrilla cromada con el logo de la marca, en la que arrancan unos trazos redondeados hasta llegar a una trasera en la que el cristal descendente ayuda a 'compactar' la silueta.

Ya en el exterior se empiezan a ver detalles que anuncian que el fabricante ha dado un salto en calidad con el Tata Aria, como los tiradores de las puertas cromados. En el interior se confirma que el trabajo para ganar calidad ha sido fructífero. Los ajustes son buenos y hay materiales de tacto agradable en el salpicadero y los paneles de las puertas. Tata se quiere acercar a Europa y este ha sido un paso muy importante. También en cuanto a equipamiento, que incluye de serie salidas de climatización para todas las plazas, luces de cortesía e incluso navegador en la versión 4x4.

La mecánica que equipa el Tata Aria es un motor turbodiésel de cuatro cilindros y 2,2 litros de cilindrada que rinde una potencia de 150 CV a 4.000 rpm (fabricado por la propia marca). Los más de 2.000 kilos de peso en vacío se mueven con soltura gracias a que el motor entrega 300 Nm de par entre las 1.500 y 3.000 rpm, y tengo que reconocer que, cuando lo he conducido, las impresiones en cuanto al comportamiento del motor han sido muy buenas. La versión que he tenido la oportunidad de probar llevaba la transmisión 4x2 (con propulsión trasera) y la caja de cambios manual de cinco velocidades, única opción disponible para el modelo. Si bien los recorridos de la palanca son un poco largos y su tacto algo esponjoso, lo cierto es que las relaciones están muy bien escalonadas para que la entrega de potencia sea enérgica. Echo en falta una sexta velocidad, más larga, que permita circular en carretera con el motor más bajo de vueltas, porque es bastante rumoroso en estas circunstancias, y aún quedaría potencia de sobra para llanear a punta de gas. La velocidad máxima está limitada a 170 km/h.

En cuanto al comportamiento dinámico, la dirección asistida de cremallera hidráulica tiene un buen tacto y en las suspensiones y chasis se nota que la marca ha querido que el Tata Aria pueda tener ciertas licencias fuera del asfalto. Es un coche grande y, por lo tanto, con grandes inercias, así que lo que el eje rígido trasero penaliza en confort de marcha en carretera, lo compensa con un buen aplomo fuera de ella. La duración de la prueba no me permitió evaluar el apartado de consumos. La marca anuncia para este modelo un gasto medio de 7,2 litros a los 100 kilómetros. 

En resumen, el Tata Aria entra en un nuevo nicho de mercado para la marca, en el que hay fieros rivales que van desde la versión de siete plazas del Nissan Qashqai hasta modelos como el Ssangyong Rodius. Los mejores argumentos del modelo indio son su buen nivel de equipamiento de serie, un espacio interior excelente con buena modularidad, un motor con muy buenas aptitudes y un precio muy dificil de igualar con 19.975 euros para el 4x2 y 23.960 para el 4x4. 

Además, Tata y Cetelem ofrecen un plan de financiación sin entrada y hasta 10 años como promoción de lanzamiento.