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Nuevo Peugeot 508 contra nuevo Volkswagen Passat

Peugeot presenta su nueva berlina 508, un más que digno sucesor del 407. Aquí se enfrenta en su versión 2.0 HDi de 140 CV a un modelo tan consolidado como el Volkswagen Passat 2.0 TDI de 140 CV, que también acaba de experimentar una profunda renovación. ¿Seguirá todo como hasta ahora?

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Peugeot ha estirado como el chicle la vida del 407, que llevaba en el mercado desde 2004. Pero ese no es el único motivo por el que la marca del león estaba necesitando un cambio como el comer. Las ventas habían caído en picado. ¿Debido a la crisis como todos? No, el 407 cerró 2010 en el puesto décimo de su categoría, por detrás incluso de modelos ‘premium’ muchísimo más caros. Así que el 508 está obligado a relanzar las ventas y colocar a la marca francesa donde se merece.

Para comprobar a qué nivel se sitúa, lo hemos enfrentado al nuevo Volkswagen Passat. Otro ejemplo de cómo se puede rentabilizar un modelo, pues llevaba a la venta desde 2005. Sin embargo, su salud en el mercado era mucho mejor y terminó el curso 2010 liderando su segmento, con casi 12.000 unidades más puestas en circulación que su rival en este cara a cara.

El 508 sale de la fábrica del Grupo PSA en Rennes (Francia) dispuesto a demostrar su valía. Como carta de presentación cuenta con un diseño renovado, pero poco transgresor. Destacan sus faros afilados y la nueva estructura de la calandra, así como unos pilotos con LED muy agresivos. Aunque lo que más van a agradecer sus compradores son los cambios en el tamaño, porque ha crecido 10 centímetros a lo largo y cuatro a lo ancho. El hecho de que ahora vista una talla más le ayuda a ganar espacio interior, pero eso es algo en lo que el Passat también cumple con creces. De hecho, aunque el modelo alemán está por debajo en las cotas interiores, ofrece una sensación mucho más desahogada.

¿Y el maletero? Ese era justo uno de los puntos en los que más pinchaba el antecesor del 508. Afortunadamente, el voladizo posterior ha crecido para lograr un espacio de carga mayor. Ahora cubica 515 litros frente a los 432 del 407. En cualquier caso, eso no resulta suficiente para batir a su rival, que es uno de los mejores de la categoría y ofrece un volumen de 565 litros.

Ya que hablo del interior, te cuento que los materiales y acabados han mejorado sensiblemente y se agradece bastante el cambio en el diseño del habitáculo. Ahora sí parece un coche del siglo XXI. La integración de los mandos en el volante está mucho más lograda, ya no es igual que la del pequeño 207. Además, cuenta con ‘Head up Display’ (opcional) y mando del ‘WIP Nav Plus’ situado en el túnel de transmisión para controlar radio, navegador y teléfono. Es algo así como una versión afrancesada del ‘iDrive’ que monta BMW. En este apartado el Passat se sitúa un escalón por debajo, ya que apuesta más por la sencillez y la facilidad de uso. Lo malo es que no responde a la imagen de calidad que se le presupone.

Peugeot ofrece un amplio abanico de motores diésel y gasolina, pero para este cara a cara he elegido el que creo que resulta más compensado por precio y prestaciones: el 2.0 HDi de 140 CV. Es un propulsor de comprobada eficacia, que responde como un tiro desde las 2.000 rpm y se pone a 100 km/h en solo 9,8 segundos. Exactamente igual que el Passat 2.0 TDI de 140 CV, que logra el mismo resultado pese a tener algo menos de par. En cuanto al consumo, aunque se han realizado ciertas modificaciones al respecto, el Peugeot no se coloca al nivel de un VW, que necesita 0,2 litros menos de media cada 100 kilómetros. En lo que sí hay un matiz importante es en las emisiones, porque con el alemán te ahorras el impuesto de matriculación y con el 508, que supera los 120 gramos de CO2/km, tienes que pagarlo.

Pero Peugeot no se olvida del medio ambiente. Si lo que más te preocupa también es eso, siempre puedes optar por la versión e-HDi de 112 CV que, combinada con el cambio manual pilotado de seis marchas, logra un consumo de 4,4 litros y unas emisiones de solo 109 g/km.

Es el momento de hablar de aspectos que resultan fundamentales a la hora de decantarse por un modelo u otro: el comportamiento y el tacto de conducción. En este terreno, Peugeot también ha trabajado duramente y se aprecian ciertas mejoras. La caja manual de seis velocidades es una de ellas, ya que ofrece un tacto más preciso que antes. Pero lo mejor son los cambios en el chasis, porque cuenta con un nuevo sistema de amortiguación en el eje delantero que le aporta una gran estabilidad y le permite un paso por curva estable y rápido. Todo sin olvidarse para nada del confort, que es uno de los objetivos que siempre ha perseguido la marca francesa. En cualquier caso, en el apartado dinámico el Passat sigue siendo el ejemplo a seguir si buscas un rodar confortable y un paso por curva aplomado. Además, su cambio manual es más fino y su dirección más directa.

Conclusión: Antes de dejar clara mi postura, me gustaría felicitar a Peugeot porque por fin se ha decidido a renovar su berlina estrella y por el salto de calidad que ha dado. Se acerca al líder de su categoría y en muchos aspectos le supera. Eso es mucho decir, pero tampoco puedo dejar de valorar el paso al frente que ha dado el Passat, que para mí es el ganador de este cara a cara. Pese a ello, y vista la mejoría de sus rivales, no creo que tenga fácil acabar el año en cabeza.

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