Mercedes CLS Shooting Brake: se sale del camino

El nuevo Mercedes CLS Shooting Brake se basa en el Mercedes CLS, aunque no esperes que sea mucho más práctico en términos de carga. De hecho, en Mercedes no se ‘cortan’ a la hora de admitir que la practicidad no es su objetivo principal. Aun así, su maletero de 590 litros hace que llevar el equipaje de la familia sea una tarea mucho más sencilla.

Y ya que te hablo de familia, con el CLS familiar podrás llevar a un miembro más, puesto que de serie viene con cinco asientos (recuerda que el Mercedes CLS berlina solo tiene dos asientos detrás). De todas formas, la plaza central es tirando a mala: estrecha, sobreelevada con respecto a las otras dos… y no demasiado cómoda. Las otras dos sí son dignas de la mejor berlina de lujo por postura y espacio. A pesar de su elevada línea de cintura no da sensación de desahogo y la caída del techo es suficientemente tendida como para que únicamente si eres muy alto roces con el techo.

El maletero es una de las grandes novedades del Mercedes CLS Shooting Brake. Mercedes dice que tiene 590 litros… contando todos los huecos. Lo que se podría decir que es el principal es poco profundo y menos práctico que el de un Mercedes Clase E Estate, aunque, de nuevo, tienes que recordar que la capacidad de carga no era un objetivo primordial. Sí lo es el estilo, y prueba de ello es que puedes pagar ¡4.000 euros! Y poner un fondo de madera de cerezo americano…

A la hora de conducir, apenas noto diferencias con respecto al Mercedes CLS. Pisa con aplomo, ofrece una gran calidad de rodadura y todo se maneja con el mínimo esfuerzo. La suspensión Airmatic, que es de serie, se encarga de ofrecer un ‘set up’ deportivo o más cómodo y el eje trasero además es autonivelante. No puedo olvidar que llevo un coche voluminoso cuando me adentro en carreteras estrechas, aunque el principal inconveniente que veo es… ¡que casi no veo! La visibilidad trasera es justa debido a una luneta pequeña y la visión en tres cuartos tanto trasera como delantera es un poco escasa por el Pilar C o la posición del retrovisor. De nuevo la forma contra la función.

En cuanto a la gama de motores, el Mercedes CLS Shooting Brake tiene por el momento dos diésel, dos gasolina y una maravillosa locura firmada por AMG, el CLS 63 AMG. Este ‘aparato’ de 525 CV es el tope de gama, a no ser que instales el paquete Edition 1. Es la típica unión de opciones exclusivas que está disponible para toda la gama, aunque para los modelos desarrollados en Affalterbach (sede de AMG) añade 32 CV extra y 100 Nm adicionales.

A la hora de ponerme al volante, el primero que escojo es el CLS 250 CDI (tienes la ficha técnica abajo del todo). Este cuatro cilindros ofrece economía de uso y sorprendentemente le queda bien a un coche de cinco metros de largo y 1.800 kilos de peso. Me gusta cómo empuja y mantiene la velocidad, siempre teniendo en cuenta que son 204 CV. La única pega es que cuando lo escuchas desde fuera no suena a V6, pero tampoco parece un problema demasiado grave. Y si lo es, puedes optar por el CLS 350 CDI (aquí tienes la prueba del Mercedes CLS 350 berlina) que te da bastante más empuje y un uso algo más refinado.

De los dos motores de gasolina, en esta toma de contacto solo he podido conducir el 350. Este V6 de inyección directa es muy suave y empuja linealmete desde casi el ralentí (que se sitúa a 500 rpm) hasta la zona alta del cuenta vueltas.

Si te interesa este modelo ya está disponible. Echa un vistazo a los precios del Mercedes CLS Shooting Brake a ver si te ‘cuadran’…