Land Rover Defender Black Edition: el más exclusivo

La enésima edición especial del Land Rover Defender recibe el nombre de Black Edition y se basa en la carrocería corta del mítico todoterreno inglés.

Los cazadores de versiones especiales se alegrarán al saber que sólo se han fabricado 80 unidades de este modelo con 62 años de historia a sus espaldas. Y para que quede bien clarito, se ha colocado una placa en la parte trasera donde se indica la unidad exacta (en este caso es la 13). Además, de este detalle, podrás identificar a este Defender por un emblema de Black Edition situado en los laterales.

También tendrás la exclusividad de embarrar el color Santorini Black que trae de serie el Land Rover Defender Black Edition. De hecho, durante la prueba tuve este privilegio. Su excelente capacidad de tracción te empujará una y otra vez a dejar el asfalto y buscar el más difícil todavía. No pararás hasta haber cubierto de barro toda su carrocería.

Nunca dejará de sorprenderme la plenitud de bajos de este coche. Estoy de acuerdo que su mecánica de 2,4 litros turbodiésel puede ser un tanto ruda. Acepto que no estire mucho. Pero cuando se trata de superar los obstáculos más complicados, es prácticamente imposible que se cale. Sin duda alguna sería un buen motor, por ejemplo, para un coche de autoescuela.

Si encima conectas la reductora, te encontrarás en lo alto de una pendiente, en el más lejano de los parajes diciendo: "¿cómo narices he llegado yo hasta aquí?" Ahora bien, tendrás que hacerlo a la manera tradicional y tirando de pericia, ya que las ayudas electrónicas brillan por su ausencia en el Land Rover Defender Black Edition. ABS y control de tracción se ofrecen en un paquete que cuesta ¡2.062 euros! Al menos el primero debería venir de serie, sobre todo, para paliar uno de su mayor defecto: una distancia de frenado de 45 metros. Parece mentira que sea el origen del resto de modelos de la marca, con sistemas electrónicos de todo tipo. Una de las pocas concesiones al confort es el aire acondicionado. También se incluye en el equipamiento de serie, junto con un pack especial de iluminación.

Pero lo verdaderamente curioso es su precio: si te compraras un Land Rover Defender 90 SW S y eligieras las opciones que trae el Black Edition tendrías que desembolsar más de 36.000 euros, frente a los 34.232 euros del modelo de la prueba. Aunque no hubiera estado de más incluir en el equipamiento unas estriberas, porque para gente de talla ibérica como yo (1,75 tirando por lo alto) cuesta subirse al habitáculo: siempre tienes que dar ese pequeño saltito que queda tan poco elegante. De cualquier manera, se agradece que tan sólo resulte exclusivo en el número de unidades, y no en el montante final.

Además, esta edición limitada también viene con una financiación especial para despertar el apetito de los incondicionales al Land Rover Defender: puedes hacer tu apuesta en 36 cuotas de 399 euros cada una. Eso sí, con una entrada de 13.572 euros y un desembolso final de 9.068 euros. ¿Te atreves a apostar al negro?