Hyundai i30 CW 1.6 CRDI: ¡menuda clase!

El segmento C es el dominador en Europa, y por eso Hyundai se ha esmerado para poner a punto el nuevo Hyundai i30 CW (CrossWagon). No solo crece en tamaño, también es mejor, al que tenía claro Javier de la Calzada, director de AUTO BILD España, cuando volvió de probar el coche por primera vez (aquí tienes un vídeo del Hyundai i30).

Nada más montarme percibo una calidad superior que no tiene nada que envidiar a rivales como el Kia cee’d (comparativa Kia cee’d contra i30 cinco puertas), Renault Mégane 2012 y compañía. Diseño moderno, materiales agradables al tacto y mucho equipamiento es lo que te recibe cuando entras en su habitáculo. Es cierto que esta unidad de las fotos es el tope de gama (Hyundai i30 CW 1.6 CRDI Style Sport ), pero he conducido también un Hyundai i30 Tecno S (intermedio) y no está nada mal.

Me acomodo fácilmente al volante del nuevo i30. Los asientos sin regulación lumbar tienen un mullido firme y recogen razonablemente bien. Las plazas traseras me parecen buenas; hay espacio sobre todo para la cabeza, lo que hace que la sensación de desahogo sea mayor. La banqueta de la segunda fila comparte características con las plazas delanteras, aunque recoge algo peor el cuerpo. La postura es relajada y solo echo en falta un reposabrazos central y una salida de aireación superior para conseguir un ambiente de lo más positivo.

En terrenos de curvas, el compacto de Hyundai es un coche cómodo y equilibrado. Las suspensiones contienen la carrocería, pero a la vez son suficientemente cómodas para no convertir cada viaje en un suplicio. Eso sí, cuando frenas un poco más fuerte de lo normal cabecea y si entras en un giro con cierto optimismo balancea, pero su comportamiento es neutro y no te dará ningún susto.

La dirección eléctrica del nuevo Hyundai i30 CW peca de artificial. Tiene tres modos que se activan desde el volante: la posición Confort me recuerda a la City que utilizan los modelos de Fiat; es muy suave e ideal para callejear y aparcar. La configuración más equilibrada es la normal: razonablemente rápida y precisa, aunque sin exagerar. Por último, la posición Sport es tan directa y dura que solo la veo útil para carreteras en buen estado con curvas rápidas.

Quizá en un coche con más carácter deportivo no estaría tan metida con calzador. Y es que al volante del Hyundai i30 CW 1.6 CRDI lo que encuentras es una buena dosis de confort y tranquilidad, especialmente con el cambio automático del modelo de esta prueba. Esta transmisión convencional es suave y no muy rápida: cambia de marcha sin que te enteres, pero exige que pises el acelerador demasiado si quieres algo de brío.

Tiende a ir en relaciones altas, aunque sus desarrollos no son especialmente largos: en sexta a 120 km/h vas a 2.400 vueltas, que es justo el punto donde noto que el motor está muy cómodo.

Eso sí: no vivirás prestaciones fulgurantes, porque ni sobre el papel ni en la práctica te va a sorprender. Es una de las buenas cosas que tiene este Hyundai i30 CW 1.6 CRDI Style Sport Automático: ¡no aparenta ser lo que no es!