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Honda CR-V 1.6 i-DTEC, desde 26.600 euros

El Honda CR-V 1.6 i-DTEC pasa a ser el modelo de acceso a la gama, ya que hasta ahora solo existía una versión diésel, el 2.2 i-DTEC de 150 CV. Entrega 120 CV de potencia, declara un consumo medio de 4,5 litros y se pone a la venta desde 26.600 hasta 34.500 euros.

El Honda CR-V 1.6 i-DTEC está disponible solo con tracción 4x2 (delantera) y con transmisión manual de seis velocidades. Ofrece una potencia de 120 CV y gracias a la reducción de peso del bloque y a los cambios realizados en el chasis, así como el hecho de que prescinde de la tracción integral, logra reducir su peso en 116 kilos si se compara con el Honda CR-V 2.2 i-DTEC. Así, se permite marcar un consumo medio de 4,5 litros (el mejor de su categoría), que corresponde a unas emisiones de solo 119 g/km, por lo que no es necesario pagar el impuesto de matriculación.

Si se compara el 1.6 i-DTEC (es el mismo que monta el Honda Civic) con el único turbodiésel existente hasta ahora en la gama, el 2.2 i-DTEC, reduce el consumo en 1,1 litros y las emisiones en 30 g/km. Además, se trata de un propulsor más ligero, que ahorra 47 kilos de peso.

Para contribuir al ahorro de combustible viene equipado con el sistema 'Start-Stop' (sistema de arranque y parada automático), 'Eco Assist' (utiliza la iluminación del velocímetro del coche para advertir a los conductores sobre la manera en que su estilo de conducción afecta al consumo de combustible) y Modo 'Econ' (activa un mapa de posicionamiento más suave del pedal para garantizar un aumento de par muy uniforme al pisar el acelerador y lograr una conducción más relajada y una mayor eficiencia energética).

Motor i-DTEC

Honda ha diseñado este propulsor con la mente puesta en Europa y en las necesidades de los conductores del Viejo Continente. La primera prueba está en que se fabrica en la localidad inglesa de Swindon y el segundo aval se encuentra en su presencia desde hace varios meses dentro de la gama del compacto Civic. No me enredaré con muchos datos técnicos que te aburran, pero sí te doy las claves para entender su construcción. Es un bloque bastante ligero (pesa 47 kilos menos que el 2.2 i-DTEC), reduce la cilindrada hasta los 1,6 litros y se apoya en un turbocompresor Garret de cuarta generación con una presión de 1,5 bares. Además, utiliza un sistema de inyección desarrollado por Bosch capaz de funcionar hasta a 1.800 bares y busca reducir la fricción de sus componentes hasta parecerse lo máximo a un gasolina. Y, lo más importante, rinde 120 caballos que tienen la misión de mover poco más de 1.500 kilos.Arranco el motor 1.6 i-DTEC y, desde el primer momento, escucho cómo late el corazón de este Honda CR-V. Podría estar un poco mejor aislado, podría vibrar un poco menos, la verdad. Eso sí, me olvido del sonido en cuanto apuro la segunda velocidad de su cambio manual de seis relaciones y noto como empuja desde poco más de 1.500 vueltas y hasta superar las 4.500. Frente a esos motores turbodiésel que lo daban todo a 2.000 rpm y morían a 3.000, este bloque de Honda es mucho más aprovechable, estira limpio y convence con su capacidad de aceleración. Primera prueba superada. La segunda será más complicada: toca analizar su poder de recuperación. Y eso, en un motor de baja cilindrada, siempre es todo un examen. Pues bien, lo supera con buena nota. No tan brillante como al acelerar, pero sin temblores a bajo régimen cuando la carretera se empina. Como muestra, te doy una cifra: 7,7 segundos. Es lo que tarda en pasar de 80 a 120 km/h en cuarta velocidad, mientras la siguiente opción diésel del CR-V (el 2.2 de 150 CV) lo hace en 7,7 segundos. Una diferencia pequeña para los 30 caballos que los separan.

Gracias a este nuevo 1.6 i-DTEC, Honda por fin puede llegar a esa clientela que demanda un SUV tan grande como el CR-V... pero no puede acometer el desembolso que supone la mecánica de 150 CV (por encima de 30.000 euros). Con 120 CV les bastará, sobre todo al ver que lo puedes tener desde 26.600 euros (o 24.400 euros con descuento). De hecho, creo que su hermano mayor corre serio peligro, pues la diferencia en prestaciones es ligera y, en cambio, a la hora de valorar el consumo resulta que el recién llegado se queda en 5,1 litros, mientras el mayor nos gastó en su día ni más ni menos que 6,6. Bien es verdad que este gran registro tiene truco: el botón Econ. Porque deberás pulsarlo para obtener la máxima eficiencia y conectar un programa que activa un mapa de posicionamiento más suave del pedal derecho, para lograr un aumento de par más uniforme al pisar el acelerador. También optimiza la respuesta del aire acondicionado según las condiciones de temperatura y humedad, controla el compresor y reduce el voltaje del motor para disminuir su esfuerzo (y con ello el consumo). Para lograr esta austeridad por la que saltarían Merkel y Rajoy, deberás renunciar a un punto de chispa a la hora de acelerar poco perceptible y notarás un empeoramiento a la hora de recuperar bastante más acusado. De hecho, si vas a realizar un adelantamiento en una carretera de doble sentido, te aconsejo que desconectes el Econ.

En ese momento, el cuadro de relojes tornará de color verde a azul, tendrás toda la potencia sin restricciones de consumo y te recomiendo que busques una carretera de curvas para sorprenderte con la buena respuesta de su chasis. Mantiene el mismo eje delantero McPherson del resto de los CR-V, pero se han readaptado los amortiguadores delanteros y bujes traseros para reducir el balanceo. Y se nota bastante, tanto que casi alcanza en curva la precisión de un Ford Kuga (para mí, la referencia del segmento en materia de chasis). La dirección eléctrica funciona muy bien, no transmite ese tacto artificial de otros modelos y se endurece progresivamente lo justo cuando avivas el ritmo. Además, comparado con la variante de 2,2 litros y 150 CV, este Honda CR-V 1.6 i-DTEC reduce el peso del conjunto en más de 100 kilos y eso se nota bastante al negociar curvas y sentir la agilidad del bastidor. Menos me han gustado los frenos, tanto como por propensión a la fatiga como por las distancias de frenado. Y es que  superar los 40 metros para detenerse desde 100 km/h me parece a todas luces excesivo.

Como verás, en casi todos los apartados me decanto por el motor 1.6 frente al 2.2 El enemigo del mayor está en casa y Honda, sabedor de ello, ha reestructurado la gama CR-V para evitar esa confrontación lo máximo posible. Por eso, si quieres este SUV japonés con su nuevo motor de baja cilindrada, tendrás que conformarte con cambio manual de seis relaciones y tracción delantera. Las versiones de tracción total y el cambio automático quedan reservados para la variante de 2,2 litros. Son dos armas muy aconsejables si vas a salir por el campo, si no...

Con independencia del motor, el salpicadero del CR-V se presenta con todos los controles bien ordenados, relojes grandes y la ergonomía necesaria para que todo quede al alcance. Lo que no alcanza es el nivel de calidad en los materiales y acabados de sus rivales europeos. Desde que me siento frente al volante tengo esa impresión de coche japonés, donde aparecen muchos plásticos, algunos duros y de tacto mejorable. El asiento podría recoger mejor el cuerpo, algo que también ocurre en una fila trasera donde la banqueta se queda corta. Eso sí, cero críticas al espacio que mido, da igual donde vayas sentado. La cota de altura es sensacional y el hueco para las piernas de los pasajeros superar en hasta 10 centímetros a algún SUV alemán. Además, el maletero pone la guinda con un  volumen que toca la frontera de los 600 litros cuando sus competidores apenas llegan a 500. Y, encima, si abates los asientos casi llegas a los 1.700 litros.

Menos espectacular, (aunque correcta), me parece su dotación de serie. He probado el modelo básico, con apellido Comfort, que incluye lo necesario más climatizador dual, control de crucero o llantas de 17 pulgadas, Si quieres más (y tienes 6.000 euros extra), piensa en el LifeStyle con lujos como las llantas de 18 pulgadas, el navegador con disco duro... Otra ventaja es que este Honda CR-V 1.6 i-DTEC se puede acoger al Plan PIVE.

El fabricante nipón prepara una ofensiva de productos para el mercado europeo. Además, de incluir el bloque 1.6 i-DTEC en Civic y CR-V, en 2014 veremos la llegada del nuevo Honda Civic Tourer y un restyling de la carrocería cinco puertas del Civic. Y 2015 será su ñao más deportivo pues, aparte de sue ntreda en la Fórmula 1, lanzarán los Honda NSX y Honda Civic Type R.

Precios del Honda CR-V 1.6 i-DTEC

Honda CR-V 1.6 i-DTEC Comfort: 26.600 euros

Honda CR-V 1.6 i-DTEC Elegance: 28.900 euros

Honda CR-V 1.6 i-DTEC Lifestyle: 32.300 euros

Honda CR-V 1.6 i-DTEC Elegance NAVI: 30.000 euros

Honda CR-V 1.6 i-DTEC LifeStyle NAVI: 34.500 euros


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El Honda CR-V 1.6 i-DTEC pasa a ser el modelo de acceso a la gama, ya que hasta ahora solo existía una versión diésel, el 2.2 i-DTEC de 150 CV. Entrega 120 CV de

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