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Prueba nuevo Ford Edge 2016: la alternativa yanqui

Aquí tienes la prueba del nuevo Ford Edge 2016, un SUV que llega para competir con el Hyundai Santa Fe y el Kia Sorento y con un espacio a bordo y una tecnología de seguridad a un nivel verdaderamente 'premium'. El tope de la gama SUV de Ford apunta muy alto y más en esta versión Sport con la motorización diésel más potente.

En la prueba del nuevo Ford Edge 2016 nos hemos ido hasta Munich para una primera toma de contacto que no me ha defraudado en absoluto. De momento, si ya lo quieres ver en movimiento, pincha aquí.

El Ford Edge ya lleva un par de años vendiéndose en Estados Unidos. En Europa, y más concretamente en España, el segmento de los SUV representa ya el 27% y el Ford Edge llega para aumentar su trozo de pastel, porque recordemos que ya dispone del Ford EcoSport y del Ford Kuga. Su ataque va directo hacia el Hyundai Santa Fe y el Kia Sorento, aunque también pretende restar ventas a los más premium Audi Q5BMW X3 Volvo XC60.

La carrocería del Ford Edge no tiene el aire de los Ford que has visto hasta ahora en Europa y eso puede gustar a unos y no tanto a otros. De momento, esa parrilla hexagonal que ahora exhibe es la que también llevará el futuro Ford Kuga.

En el interior es menos bueno. Debido a que el Edge se basa en la misma plataforma del Ford Mondeo, el Ford S-Max y el Ford Galaxy, el habitáculo te resultará familiar si has tenido o te has sentado en un Ford de los grandes en el último par de años. Su consola central abandona el popurrí de botones que equipaban algunos modelos anteriores. Los plásticos blandos, los cromados y las molduras en negro brillante que dominan el habitáculo permiten que la calidad percibida sea bastante buena. Asimismo, adopta numerosos huecos portaobjetos como la auténtica cueva que se aloja bajo el reposabrazos central o los que se ubican en las puertas, guantera y consola, tanto en la parte frontal como en la trasera. La calidad es buena, pero la cantidad de espacio es muchísimo mejor.

En las plazas traseras los pasajeros gozan de espacio suficiente para piernas y cabeza. El maletero es algo justo; sí, es profundo, pero poco alto. Eso sí, monta una rueda de repuesto (de emergencia) en lugar del engorroso kit reparapinchazos.

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Prueba del Ford Edge Sport 2.0 TDCi 210 CV (por Nacho de Haro)

La mecánica que monta el Ford Edge es la conocida de dos litros TDCI en dos versiones: con 180 o 210 CV. Esta última hace el 0-100 km/h en 9,4 segundos y tiene una velocidad máxima de 210 km/h. El de 180 CV tarda medio segundo más en alcanzar los 100 km/h y llega hasta los 200 km/h. Ambas opciones tienen un consumo de 5,8 litros/100 km y emiten 149 g/km de CO2 con la ayuda de la tecnología Auto Start-Stop.

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Tanto la caja de cambios automática Powershift de doble embrague como la manual, funcionan perfectamente. Pero personalmente me quedo con la caja automática, mucho más acorde con la filosofía de conducción tranquila de este SUV.

El motor menos potente solo irá asociado al cambio manual y el de 210 CV al automático. Eso sí, ambas opciones trabajan con un sistema de tracción a las cuatro ruedas inteligente -no existe 2WD- que envía en 16 milisegundos más potencia al eje delantero o al trasero según las necesidades. Es un SUV que apuesta claramente por el dinamismo sin renunciar al confort de marcha, con unas suspensiones que sujetan muy bien los 1.949 kg que pesa en vacío y que a pesar del gran diámetro de las llantas y del bajo perfil de los neumáticos, filtran muy bien las irregularidades de la calzada. 

Por otro lado, incorpora soluciones como el Sistema de Control de Ruidos Activo, que reduce la cantidad de ruido no deseado en el habitáculo. Por medio de unos micrófonos detecta las frecuencias molestas y a través de los altavoces del equipo de sonido emite un sonido que las neutraliza. Así, los desplazamientos a bordo del Edge son silenciosos y placenteros.

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En marcha y desde el asiento del conductor lo primero que llama mi atención es su dirección adaptativa, muy directa y con un tacto muy natural, a pesar de contar con asistencia eléctrica. El chasis y el cambio automático de doble embrague son los complementos perfectos para el motor 2.0 TDCi con doble turbocompresor. Esta mecánica, ya empleada en otros modelos de la firma, como en el Ford Mondeo con el que comparte plataforma el Edge, desarrolla 210 CV de potencia y un par de 450 Nm. La respuesta es contundente a cualquier velocidad y su capacidad para subir de ritmo con facilidad es consecuencia del abundante par motor disponible.

Cumple con creces con lo que promete Ford en el apartado de prestaciones, pero no tanto en el de consumos. Durante la semana que he pasado al volante del Edge diésel más potente y deportivo no he podido obtener las medias de gasto que homologa el modelo. La cifra combinada oficial es de 5,9 l/100km, pero en la práctica no ha bajado de los siete litros (7,4 l/100 km). Un dato que, pese a todo, no es en absoluto malo para un SUV que acaricia las dos toneladas de peso, que sobrepasa los 200 CV de potencia y que tiene cambio automático y tracción a las cuatro ruedas.

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Cumple con creces con lo que promete Ford en el apartado de prestaciones, pero no tanto en el de consumos. Durante la semana que he pasado al volante del Edge diésel más potente y deportivo no he podido obtener las medias de gasto que homologa el modelo. La cifra combinada oficial es de 5,9 l/100km, pero en la práctica no ha bajado de los siete litros (7,4 l/100 km). Un dato que, pese a todo, no es en absoluto malo para un SUV que acaricia las dos toneladas de peso, que sobrepasa los 200 CV de potencia y que tiene cambio automático y tracción a las cuatro ruedas.

Conclusión

Si buscas un SUV de corte premium, esperas encontrar un producto con un diseño diferenciado, buenos acabados, un gran equipamiento, un comportamiento equilibrado y, probablemente, con una motorización lo suficientemente potente como para moverlo con soltura; el Ford Edge Sport más poderoso cumple con nota casi todos estos apartados. Además, el hecho de que sea un producto muy poco visto en nuestras carreteras, también permite que sea más exclusivo que sus rivales directos. Si dudas qué coche comprar, pincha en nuestro recomendador.

En nuestro recomendador de seguros hemos calculado lo que costaría asegurar un Ford Edge 2.0 TDCi Sport. Para calcular el precio, tomamos como referencia un hombre de 40 años, con 10 de antigüedad de carné y sin siniestros, que vive en Madrid, utiliza el coche a diario, aparca en un garaje colectivo y recorre hasta 20.000 kilómetros al año. Con estos datos, el seguro a todo riesgo sin franquicia más recomendable por su calidad-precio lo ofrece Nuez por 586 euros.

Este coste podría ser menor si optas por una póliza a todo riesgo con franquicia. En este caso, la más barata sería la de Regal. Cuesta 346 euros con franquicia de 200 euros.

Precios:

Ford Edge 2.0 TDCi 180 CV 4x4 Manual Trend: 43.425 euros.

Ford Edge 2.0 TDCi 180 CV 4x4 Manual Titanium: 46.425 euros.

Ford Edge 2.0 TDCi 180 CV 4x4 Manual Sport: 47.925 euros.

Ford Edge 2.0 TDCi 210 CV 4x4 PowerShift Titanium: 50.425 euros.

Ford Edge 2.0 TDCi 210 CV 4x4 PowerShift Sport: 51.925 euros.

¿Buscas una opinión diferente? Mira la prueba del Ford Edge de nuestros amigos de Top Gear.

Valoración

Nota8

Aquí tienes la prueba del nuevo Ford Edge 2016, un SUV que llega para competir con el Hyundai Santa Fe y el Kia Sorento y con un espacio a bordo y una tecnología de

Lo mejor

Calidad de los materiales del habitáculo. Motor potente.

Lo peor

Maletero es algo justo y poco alto.

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