Fiat Panda 1.3 Multijet, un chico de barrio

Me encanta el primer Fiat Panda o también Seat Panda (vídeo Smart Electric Drive contra Seat Panda). Este urbano de espíritu ochentero, que seguro que movió por Madrid a gente como Alaska y Los Pegamoides es uno de los coches más inteligentes de su generación. 

Formas cuadradas, cristales planos, un salpicadero minimalista y unos asientos tipo hamaca que te torturaban la espalda después de 200 km. Pero era un coche práctico, ágil en ciudad y, sobre todo, barato. 32 años después de que saliera al mercado la primera versión y nueve desde que se presentara la segunda, llega a nuestro mercado el tercer Panda de la historia. Sí, ya no tiene el sabor de los 80 del modelo original ni es tan mono como el Fiat 500, pero te aseguro que es uno de los vehículos más adecuados para moverte por la ciudad. Ahora, voy a contarte los secretos de la tercera generación que se acaba de lanzar.

Respecto al modelo de 2003, el nuevo Fiat Panda es 11 centímetros más largo, algo más ancho (0,6 cm) y alto. La batalla crece también, pero solo un centímetro. Este aumento no se traduce en un interior con una habitabilidad mucho mejor que la versión precedente. No obstante, sí que resulta suficiente para cuatro personas. Sí, has leído bien. El Fiat Panda viene homologado de fábrica para transportar a cuatro pasajeros (en el modelo antiguo, que se va a seguir vendiendo como 'Classic', sucede lo mismo). Por eso, si quieres llevar a una persona más tendrás que pagar 150 euros. Un dato curioso: en esa versión Classic, Fiat te cobra 100 euros por hacer el mismo proceso. ¿Cuál es el motivo de que ahora te pidan 50 euros más? Lo desconozco, pero tiene pinta de ser el típico porque sí. Tampoco considero esencial esta opción. Sobre todo porque tres pasajeros en los asientos traseros son demasiadas personas para una anchura interior de 125 centímetros. Otra cosa es que tengas tres peques a los que llevar todos los días al colegio. No obstante, sí te recomiendo esta alternativa si luego eliges el 'Pack Flex', que cuesta 500 euros e incluye el respaldo trasero abatible al 60/40, los cinturones de seguridad delanteros regulables en altura o el asiento del acompañante que puedes abatir para que te quede una especie de mesa.

Muy bien equipado

También me ha gustado el equipamiento de serie del acabado Lounge. Cierto que no es precisamente barato, ya que sin descuento el precio de este Fiat Panda es de 13.900 euros y está muy lejos de los 9.900 de la versión de gasolina 1.2 Pop. Eso sí, al diésel que he probado no le faltan elementos como el aire acondicionado (el climatizador te costará 300 euros más), la práctica y de tacto mejorable dirección asistida City, el sistema 'Start-Stop' o el equipo de sonido con MP3.

Por otro lado, si te animas a tener un nuevo Fiat Panda más personalizado hay varias opciones que te recomiendo. La primera es el 'Pack Techno', que por 500 euros incluye un navegador TomTom integrado en el salpicadero (así te olvidas del conector para la toma de 12V), la conexión Bluetooth para el móvil con entrada auxiliar USB y el volante multifunción. Hay otras opciones como las llantas de aleación por 400 euros e incluso caprichos como el doble techo solar eléctrico por 1.180. Yo las olvidaría, ya que no son elementos imprescindibles para un coche de uso urbano.

¿Y en carretera? ¿Qué tal va? Pues la prueba me ha dejado bastante sorprendido. Su comportamiento no te ofrece ninguna sensación de precisión, la dirección es bastante floja y no te transmite lo que sucede en la carretera, pero el motor 1.3 Multijet salva estos errores con un buen empuje en cualquier circunstancia. Es cierto que le cuesta un poco iniciar la marcha, pero una vez lanzado trabaja bastante bien en marchas largas. Por eso es agradable de utilizar, aunque el funcionamiento del sistema 'Start-Stop' no sea del todo suave. Sus prestaciones son discretas. Completa la aceleración de 0 a 100 km/h en 13,6 segundos, pero no tiene problemas para circular a buen ritmo por autopista. Además, he obtenido un consumo medio de 4,6 litros. Sin duda, una buena cifra aun- que está algo alejada de los 3,9 oficiales.

Menos me ha gustado su capacidad de frenado, ya que en el test de 100 a 0 km/h se ha parado en 39,9 metros. ¡Por los pelos! Solo a diez centímetros del suspenso. Tampoco puede llevar control de estabilidad ni como opción. Así que tengo que darle otro tirón de orejas al nuevo Fiat Panda, un coche que, en general, me parece correcto.