Duelo al sol: Mercedes C 200 Cabrio vs BMW 420i Cabrio
Motorizaciones comparadas:
Los dos van animados por bloques de dos litros con cuatro cilindros y 184 CV. Los dos tienen imagen de marca. Los dos son caros. Pero, sobre todo, los dos son cabrios. Y aprovechamos los últimos rayos de sol del verano para probarlos y enfrentarlos a cielo abierto. Duelo al sol: Mercedes C 200 Cabrio vs BMW 420i Cabrio.
Tienen más cosas en común: el motor va delante, la propulsión, en el eje trasero. Y ambos son 2+2 plazas, con maleteros, digamos, que algo justos. Algo los diferencia: su estilo. El Mercedes C 200 Cabrio tiene un porte elegante y relajado, casi clásico con su tradicional capota de lona. El BMW 420i Cabrio opta por unas líneas algo más agresivas y un techo duro retráctil que, cerrado, lo convierte en un auténtico coupé.
Aquí tienes el Clase C Cabrio en acción
Hemos dicho que tienen cuatro plazas, pero es una afirmación relativa. En las traseras del BMW, dos adultos irán con verdaderas estrecheces. En el Mercedes deberán acurrucarse aún más. En las plazas delanteras de ambos, en cambio, uno va realmente desahogado, con asientos excelentes, frente a cockpits funcionales, avanzados y con muy buenos acabados. Como corresponde a su categoría 'premium', vamos.
Ambos ofrecen también el ya conocido paravientos de forma opcional, para que no te despeines cuando pasas de los 100 km/h. Son más que recomendables.Veamos los maleteros. En el del Mercedes falta un tirador, y lo cierto es que la zona de carga es muy escasa. A cambio, eso sí, la capota se pliega y se abre con sorprendentes estabilidad y rapidez (apenas 18 segundos), una operación que puedes realizar por medio de un botón a una velocidad de hasta 60 km/h. Un dato: puedes realizar la operación desde el botón de la llave, a distancia.
El BMW, para su compleja operación de apertura, requiere seis segundos más (no olvidemos que monta un sofisticado techo duro plegable por secciones), y solo puedes hacerlo hasta una velocidad de 18 km/h. No vamos a detenernos en este cara a cara en si uno le saca al otro un par de décimas al acelerar o un par de kilómetros en velocidad punta. Porque ambos son suficientemente dinámicos para lo que se puede pedir en esta categoría: pasan de 0 a 100 km/h en menos de nueve segundos y superan holgadamente la barrera de los 200 km/h. Pero sí hablaremos de sensaciones: el BMW transmite más empuje y poderío que el Mercedes.
Y es que el C 200 Cabrio, con más par motor, tiene un ajuste pensado para viajes veloces, cómodos y relajados, más que para devorar curvas en carreteras de montaña. El suave cambio automático de nueve velocidades se toma más tiempo al hacer 'kick down' que el portentoso cambio de ocho marchas del BMW, que permite estirar más el motor y darle más 'punch' a su respuesta. Así, el 420i reacciona más despierto, sube de vueltas con mayor avidez y en general tiene un comportamiento más deportivo, y no solo por el sonido.
Por eso casan tan bien con la mecánica su firme chasis deportivo y su precisa dirección. Las prioridades del C 200 son otras. La suspensión neumática parece como si hiciera desaparecer los baches por arte de magia. La dirección es más suave que la de su rival aunque, y esto nos ha sorprendido, tiene una respuesta bastante directa.
Eso no quiere decir que el Mercedes no permita ciertas licencias deportivas. En modo Sport se vuelve bastante eficaz y aplomado en curvas y, además, frena mejor que el BMW: con 35 metros para detenerse desde los 100 km/h, lo hace dos antes que su rival.
Conclusión
Dos cabrios que ofrecen glamour y estilo, aunque con estilos diferenciados. Sus precios, por encima de los 40.000 euros, están a un nivel similar, y en ambos casos es fácil llegar a los 50.000 a poco que te dejes tentar por la lista de opciones, que son muchas. La decisión, por tanto, depende de gustos, más que de sentido práctico. ¿Estás buscando un cabrio que se ajuste a ti? Encuéntralo rápidamente en nuestro recomendador.
Descubre más sobre AutoBild, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Autobild España.