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Comparativa: Suzuki Baleno vs Hyundai i20 y Mazda2

El Suzuki Baleno retoma el nombre de un modelo de hace algunos lustros, pero todo lo demás es nuevo. ¿De qué es capaz este utilitario tan interesante? En esta comparativa del Suzuki Baleno vs Hyundai i20 y Mazda2 lo enfrentamos a dos rivales duros de pelar. ¿Cuál se comporta mejor de los tres?

Motorizaciones comparadas:

¿Baleno? Seguro que te suena de algo. Efectivamente: de 1995 a 2001 Suzuki fabricó un coche con ese nombre. Y ahora, vuelve a hacerlo. Quitando el nombre, todo lo demás es totalmente nuevo. Lo comprobamos al volante, enfrentando a este nuevo modelo contra dos de sus principales rivales. Comparativa: Suzuki Baleno vs Hyundai i20 y Mazda2.

Con cuatro metros de longitud, el Suziki Baleno entra en la categoría de los urbanos creciditos. Es desahogado delante, y también detrás. Especialmente grande es su maletero para este segmento: 355 litros. El cockpit tiene un diseño limpio y claro, y proporciona confort con su instrumentación tan legible y su pantalla multifunción a todo color: ahí puede ver datos como la potencia o la fuerza G, por ejemplo. El sistema de audio y navegación también tiene un aspecto vistoso y un buen funcionamiento.

Menos me han gustado los asientos, con una banqueta demasiado corta y un relleno algo precario. Y el aspecto de los plásticos, en comparación con el de sus rivales, es tirando a pobre y los acabados poco cuidados. 

Especialmente, el Hyundai da una lección en este aspecto: materiales de calidad, ajustes sólidos, bastante estilo en el diseño interior. Y todo, como acostumbra Hyundai últimamente, con un manejo intuitivo y sencillo de los componentes. A eso hay que añadir unos asientos generosos, igual que su mullido y su agarre lateral. Con tanta calidad en el interior, uno tiene la sensación de ir a bordo de un coche de un segmento superior.

Lo mismo puede decirse de su espacio: delante y detrás ofrece aún más desahogo que el Suzuki, y las plazas son más cómodas por su mejor ergonomía. En maletero, eso sí, queda por detrás: cubica 326 litros. 

En el Mazda2 son solo 280 litros, y en espacio general, no puede competir con sus dos rivales. Especialmente detrás, falta sitio para las piernas y los hombros. Al menos, el mullido firme es cómodo y el agarre lateral del respaldo notable

Pero el Mazda2 tiene otros puntos fuertes: por ejemplo, su diseño. Desde hace un par de años, la marca ha dado con unas líneas modernas y atractivas. Lo mismo se puede decir de su cockpit, de aspecto moderno y con mucho estilo.

A diferencia del Hyundai i20 y el Suzuki el Mazda no lleva un pequeño tres cilindros sobrealimentado, sino un bloque de cuatro atmosférico con 1,5 litros y una elevada compresión de 14,0:1 que rinde 115 CV. Una mecánica con empuje que, especialmente a partir de las 4.000 vueltas, se vuelve algo ruidosa, pero tira con fuerza hacia delante. A bajas revoluciones, por contra, es algo perezoso, si bien la aguja tiene una agradable querencia a situarse en la zona roja del cuentavueltas.

A una mecánica así le pegan el ajuste firme de su chasis y su contenido peso de apenas una tonelada. Eso se traduce en un comportamiento muy ágil y dinámico, casi como un MX-5 disfrazado de un cinco puertas. 

La palanca del cambio tiene recorridos cortos y un tacto muy directo. La única crítica en su comportamiento se la llevan los frenos: 39,4 metros para detener al coche desde los 100 km/h son demasiados para un modelo actual. Tal vez tengan algo que ver los neumáticos de la unidad de pruebas, unos Toyo Proxes R39.

El Suzuki no lo hace mucho mejor: 39,3 metros con unos Bridgestone Ecopia. Está impulsado por un 1,0 litros de tres cilindros, 111 CV y 170 Nm que saca a relucir a 2.000 vueltas. Hay que decir que es el punto fuerte de este coche: vivo, poderoso, ansioso por subir de vueltas, no demasiado ruidoso y con 5,3 litros, el que menos consume de la comparativa. En esto tiene mucho que decir su reducido peso de 949 kilos. El Hyundai, con 219 más, debería tomar nota.

En cuanto al chasis del Suzuki, opta por un tarado blando, y por eso balancea mucho por carreteras reviradas. Aunque puede rodar rápido, no alcanza la agilidad del Mazda. Tampoco ayudan una dirección algo pastosa y un cambio al que le falta precisión. 

Tampoco el Hyundai brilla por su dinamismo: su 1,0 litros turbo de tres cilindros y 100 CV responde con cierta pereza al principio, si bien se muestra bastante brioso en cuanto lo subes de vueltas. A eso hay que añadir que es el que mejor frena y el que, especialmente en viajes largos, ofrece más confort gracias a un chasis equilibrado. 

Conclusión

Tres coches pequeños, pero con muchos puntos fuertes. ¿Te has decidido por uno? Si quieres seguir buscando o no lo tienes claro, entra en nuestro recomendador y encuentra tu coche rápidamente. 

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