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Comparativa: Porsche 918 Spyder y Tesla Model S P85D

Ponemos a los eléctricos más deportivos frente a frente... El Tesla Model S P85D y el Porsche 918 Spyder se baten en un duelo con aceleraciones de infarto. ¡Pisa a fondo!

Motorizaciones comparadas:

Cuando circulo por el carril izquierdo de autovías alemanas sin límite de velocidad, voy con el acelerador pisado a fondo. No lo puedo evitar, es superior a mí. Puedes alegar varios motivos por los que debería desengancharme de esta droga. Entiendo que a muchos una aceleración brutal pueda causar un estado de pánico.

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También está el argumento del medio ambiente. Pero en este último caso puedo rebatir: en el nuevo Tesla Model S P85D puedes lograr aceleraciones estratosféricas sin emitir ni un solo gramo de CO2. ¿Por qué? Porque se mueve con electricidad pura y dura. Ni rastro de un motor de combustión, y se carga por un enchufe. Así de fácil. 

También el modelo plug-in de Porsche es capaz de alcanzar los 150 km/h alimentándose solo con sus baterías. Y los dos coinciden en algo: son capaces de acelerar como nunca habías visto en tu vida. Vamos a comprobarlo en nuestra jornada Test the Best Electric (en el nº 487 te contamos todos los detalles de esta superprueba tan exclusiva), en el circuito que posee Bridgestone cerca de Roma (Italia).

Seguro que a estas alturas ya conoces el Tesla. Cuatro puertas y, como poco, las mismas plazas. Motor eléctrico posterior y baterías muy capaces, preparadas para largos trayectos por autovías. Por tanto: futurista, práctico y caro. Pero, claro: el ambicioso y visionario jefe de Tesla, Elon Musk, quería aún más. Por eso la variante P85D lleva un motor eléctrico adicional en la parte delantera, y en total rinde 700 CV. 

Es el Model S de siempre, solo que ahora lleva dos corazones en su interior. Aún más impresionante es su par motor, que llega a unos descomunales 930 Nm. Y están disponibles desde cero revoluciones.

La gigantesca pantalla de la consola central del Tesla nos permite elegir entre tres programas de conducción: Normal, Sport e…. Insane (demencial). Ya en el modo Sport los motores eléctricos empujan con una brutalidad inusitada, pero lo que más sorprende es que lo hacen en absoluto silencio, como si estuviera impulsado por una vela invisible. Y tampoco oyes chirriar las ruedas, porque el Model S monta tracción integral.

La verdadera tormenta se desata en modo Insane: piso a fondo, el silencio es el mismo, pero el Tesla me incrusta la espalda al respaldo y una sonrisa perenne en el cara. Antes de que puedas pensar “¡qué pasada!”, la cifra de 100 km/h ya aparece en el velocímetro digital, y no cesa el sprint hasta llegar a los 250 km/h.

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Eso sí, en el indicador de autonomía, los 480 kilómetros prometidos por el fabricante encogen considerablemente. Por suerte, en los cargadores Supercharged propios de la marca (120 kW), que ya ha instalado una red de 423 puntos en todo el mundo, bastan 30 minutos para que las baterías ión litio del Tesla tengan otros 270 kilómetros por delante. Lo mejor: estas cargas no le cuestan nada al usuario de Tesla. Todo va incluido en el precio de 88.788 euros. 

El Porsche 918 Spyder cuesta siete veces más: 787.069 euros, por los que obtienes tecnología de competición. El alemán también sabe ahorrar: por ejemplo en peso. No llega a los 1.700 kilos, gracias al empleo de carbono, aluminio y magnesio en su construcción. También en consumo es austero: se propulsa por medio de una combinación de dos motores eléctricos y un V8 atmosférico montado en posición central. El resultado de este baile a tres: la marca anuncia un consumo medio de 3,1 litros de gasolina cada 100 kilómetros. En la teoría, claro está.

Pero hoy no se trata de ahorrar, sino de derrochar diversión. Así que pongo el mando rojo del volante en modo Race. Launch Control activado. Piso el freno y el acelerador a fondo. La aguja llega a las 4.000 vueltas. Levanto el pie izquierdo. El Spyder se propulsa hacia delante como un caza. Las ruedas de 21 pulgadas solo han girado una vez y el velocímetro ya señala que voy a 26 km/h. Un par de giros más tarde, solo 2,6 segundos después, ya me he puesto en los 100 km/h. Los brutales 1.280 Nm de par son capaces de propulsarme hasta los 345 km/h. Es en ese momento cuando la aguja del cuentavueltas llega a la zona roja, en las 9.000 rpm. Simplemente... demencial.

La técnica de dos modelos electrizantes

Tesla Model S P85D

Comparativa: Porsche 918 Spyder y Tesla Model S P85D

Un motor eléctrico en cada eje. Delante entrega 242 CV, detrás rinde 476. La electrónica gestiona la distribución de la fuerza de este tracción integral y en el centro, escondidas bajo el suelo, están las celdas de la batería de ión-litio. La carga en los puestos Supercharger de Tesla dura solo 30 minutos y logra 270 kilómetros más de autonomía. Y se puede controlar por una ‘app’ de tu 'smartphone'. Este P85D declara 2,2 toneladas en la báscula, pero eso no impide que sus prestaciones sean impresionantes. Otra ventaja del Tesla Model S: es un cuatro puertas que puede montar en el maletero dos asientos plegables para niños de forma opcional. Se trata de una berlina familiar 5+2.

Porsche 918 Spyder

Comparativa: Porsche 918 Spyder y Tesla Model S P85D

El 'Spyder-car' alemán tiene tres corazones. Delante, un eléctrico de 129 CV y otro detrás de 157. En el medio, un V8 4.6 atmosférico con otros 608 CV. Puede circular hasta 150 km/h prescindiendo de la combustión: a partir de 265 km/h trabaja el motor trasero eléctrico junto al delantero y el V8, para alcanzar una velocidad de 345 km/h. El 918 es un deportivo radical para dos personas. El pequeño maletero de 110 litros no da casi ni para las maletas de una escapada de fin de semana.

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