Logo Autobild.es

Comparativa Mercedes GLA y BMW X1

En esta comparativa de Mercedes GLA y BMW X1, te contamos si el nuevo SUV de la estrella está al nivel del pionero en esta clase de todocaminos. ¿Cuál será el nuevo SUV de moda?

Motorizaciones comparadas:

Enfrentamos en esta comparativa a Mercedes GLA y BMW X1. Es decir, el precursor de la categoría que más crece (los SUV de tamaño compacto), con el Mercedes GLA, el todocamino de moda. BMW inició la senda con su todocamino de medidas compactas, que rebajaba de forma notable la posición al volante y acortaba su longitud respecto a su hermano, el BMW X3. La fórmula funcionó, a la vista del éxito de ventas que ha cosechado en este tiempo. Pero la moda va hacia más abajo todavía.

Comparativa Mercedes GLA vs BMW X1

El BMW X1 no deja de ser rectilíneo, con la línea de cintura elevada y una zaga bastante cuadrada. La tendencia va hacia formas más suaves como en el nuevo Mercedes GLA, con el techo cinco centímetros más bajo y los anchos pasos de rueda perfectamente integrados en una carrocería coronada por una luneta trasera muy inclinada. Uno se sienta claramente más abajo que en el BMW y, sin embargo, sigue resultando muy cómodo. Dicho de otra manera: Mercedes lleva la altura del segmento SUV a un nivel inferior. Casi como en un compacto tradicional. Y de esta forma, sentado al volante del GLA, con esa elevada línea de cintura y los anchos pilares, uno se siente más como en el interior de una acogedora cueva que en el mirador acristalado que, a su lado, parece el X1.

Sentados en la fila trasera

Esta impresión se acentúa en las plazas traseras del Mercedes GLA, en parte por el escaso espacio para las piernas, mientras la sensación de luz y espacio en el BMW es mayor. Además, en su maletero (que traga hasta 1.350 litros) entra una maleta más. En el GLA, cuando uno mira por el espejo retrovisor hacia la diminuta luneta trasera, enseguida echa de menos no haber adquirido el sistema de ayuda al aparcamiento opcional (923 euros). En definitiva: el SUV compacto de la marca de la estrella no está dirigido ni a tiquismiquis ni a padres de familia racionales.

Su mobiliario interior procede de los Mercedes Clase A y Mercedes CLA: buena calidad general, enormes salidas de ventilación, una palanca inteligentemente ubicada tras el volante que libera espacio en la consola central... El 70% viene heredado del compacto, incluidos los asientos con reposacabezas integrados y el velocímetro con el tope en 260 km/h, nada exagerado para la versión GLA 250 4Matic con motor gasolina de 211 CV que hemos probado.

Así funcionan sus motores

Este dos litros turbo compite en La Liga GTI, aunque en este pequeño SUV transmite una respuesta civilizada, sin sonidos estridentes, por lo que desconcierta bastante su elevado nivel de prestaciones. Por ejemplo, solo necesita 7,1 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y  alcanza los 230 km/h de velocidad máxima. Otro cantar es el consumo. Aunque en la ficha técnica afirma gastar solo 6,5 l/100 km, el ordenador de viaje se ha acercado peligrosamente durante nuestro test a los 10 litros, por lo que queda claro que esta variante está pensada para el mercado americano, donde empezará a venderse a partir de junio. Dentro del Viejo Continente los superventas serán otros, como el GLA 200 CDI diésel con 136 CV y el pequeño gasolina (GLA 200) de 156 caballos de potencia.

En BMW también conocen las preferencias del cliente europeo por el gasóleo, por eso los potentes gasolina son la excepción de la gama. Pero para este primer cara a cara hemos decidido probar uno y tengo entre manos un xDrive28i que, con 245 CV, rueda aún más ligero que el Mercedes y consume un litro más, en parte por su mayor peso y un parabrisas menos aerodinámico.

Desde fuera, el GLA luce claramente más bajo y las sensaciones que transmite lindan con las de un compacto. La visibilidad trasera es más reducida y el tarado del chasis tiende a rígido, pero no castiga a los ocupantes. En el interior se respira un ambiente confortable gracias a una dirección suave y las llantas de 19 pulgadas armonizan bien con el conjunto.
Sin embargo, esta configuración no resulta tan equilibrada cuando uno practica una conducción rápida: los baches se filtran peor y en curvas el morro tiende a irse más que en el BMW. Quien quiera eficacia pura en el Mercedes deberá recurrir a la dirección deportiva y a la suspensión rebajada, o directamente, optar por el paquete dinámico que cuesta 401 euros y monta una dirección más directa.

Hora de rascarse el bolsillo

Y llegamos al apartado de los extras en esta comparativa de Mercedes GLA y BMW X1, donde el GLA es... tan pequeño y a la vez tan caro. Los 45.500 euros que cuesta de serie son un espejismo, porque nadie saldrá del concesionario con una llantas de 17 pulgadas de acero. Lo mínimo es añadir el paquete Urban por 755 euros, (llantas de aluminio de 18 pulgadas, barras en el techo y doble salida de escape). A partir de ahí, las posibilidades de personalizarlo son muchas y el comprador deberá encontrar el difícil equilibrio entre sus deseos y su presupuesto, ya que puede optar a elementos muy apetecibles como el cierre eléctrico del portón trasero, que en el BMW (todavía) no está disponible. Eso sí, hace tiempo que el cliente de Mercedes conoce que el precio de extras como las inserciones metálicas, los asientos calefactables o el asistente de aparcamiento están por encima de la media.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.