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Comparativa: Kia Niro contra Toyota C-HR

Nacho de Haro

¿Sueles conducir por ciudad y te gustan los todocamino? Aquí tienes dos candidatos ideales, una comparativa entre el Kia Niro y el Toyota C-HR, dos SUV con motorizaciones híbridas en los que el diseño y la tecnología van de la mano.

Motorizaciones comparadas:

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En esta comparativa entre el Kia Niro y el Toyota C-HR enfrentamos a dos de los SUV más eficientes y atractivos del mercado. Porque a principios de los noventa se inició la pasión por los todoterrenos, todos tenían unas excelentes cualidades fuera del asfalto y, por supuesto, llevaban reductoras, bloqueos de diferencial... Pero como nadie usaba todos estos recursos, unos años después, aparecieron los SUV o todocamino, que podían hacer sus pinitos en el campo, pero que, sin duda, estaban mucho mejor adaptados al asfalto. Los primeros SUV eran tan grandes como el Cañonero de Hommer Simpson, aunque, poco a poco, se fueron convirtiendo en coches más pequeños y ahora acaparan todos los segmentos del mercado.

Por otro lado, en 1997 Toyota se sacó de la chistera su Prius. Un coche con un motor de gasolina que se apoya en otro eléctrico para ser más eficiente. Y ahora, 20 años después, la moda por los SUV se une a la de los coches híbridos. Por supuesto, Toyota tenía que estar en esta nueva lucha por el éxito y lo hace con su nuevo C-HR. Pero no está solo, también se encuentra el Kia Niro. Dos vehículos que se miden en este duelo de SUV híbridos.

VÍDEO: Prueba Kia Niro, ¡híbrido al canto!

                       

El Toyota C-HR es uno de los coches más interesantes que han realizado los japoneses en los últimos años. Después de décadas de sequía y productos tristes, ha llegado la originalidad y creatividad a este fabricante. El diseño exterior del Toyota entra por los ojos, tiene un aspecto muy deportivo y, además, resulta muy proporcionado en sus formas. Pero, como suele suceder, esta estética tan peculiar suele tener sus efectos secundarios: un maletero de solo 377 litros (1.160 si abates los asientos) y unas plazas traseras con muy poca altura libre al techo (91 cm). Tengo que reconocer que las plazas delanteras del C-HR son cómodas, pero los ocupantes de las posteriores no irán tan amplios como en el Niro. Poco te tiene que importar esta apreciación si en estas plazas solo van a viajar niños, porque ellos sí estarán a sus anchas. Cuando sean más grandes, deberías cambiar de coche...

El Kia Niro no es un coche que levante pasiones, al contrario que otros productos de la gama Kia. Tiene un diseño soso, sin carácter y poco proporcionado. Pero, por otro lado, es un SUV con una habitabilidad muy correcta, que resulta muy práctico en el día a día. Su maletero tiene una capacidad de 427 litros, que pueden ser 1.400 si pliegas los asientos traseros y las plazas posteriores son aptas para todas las edades y tamaños.  Otra muestra la de la practicidad del Niro es su puesto de conducción. Todos los elementos de control son muy sencillos de manejar y hay huecos por todos lados para dejar el móvil, el cargador, las llaves de casa y la botella de agua. Aunque es un coche coreano, cuando me pongo al volante y veo cómo está distribuido el salpicadero, tengo la sensación de ir en un modelo alemán. ¿Será porque muchos ingenieros germanos trabajan en Kia? Por otro lado, los acabados del Niro son tan buenos como los del C-HR. Ambos son coches generalistas que cuidan los detalles.

Te encantará conducir el Toyota

Los ingenieros japoneses han hecho un excelente trabajo en la puesta a punto del C-HR. En ningún momento han querido hacer un coche extremo o incómodo. Pero han entendido que si estéticamente transmite deportividad, al conducirlo debería producir una sensación parecida. La suspensión tiene una dureza adecuada, la carrocería apenas se inclina en las curvas y, sobre todo, la dirección tiene un tacto muy preciso. Además, puedes ir enlazando curva tras curva y no apreciarás un comportamiento subvirador (no se va a de morro).

El sistema híbrido del Toyota C-HR ofrece una potencia total de 122 CV, es el mismo que utiliza el Prius y, aunque es una cifra discreta, este SUV puede conseguir un rendimiento óptimo. He medido una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,3 segundos y su capacidad de recuperación de 80 a 120 km/h (simula el adelantamiento a un camión) es de unos interesantes 7,6 segundos. Lo que no me ha gustado nada es la transmisión automática epicicloidal, que eleva muchísimo las revoluciones del motor de gasolina y ofrece un funcionamiento muy artificial. El C-HR se merece un cambio automático de doble embrague como el del Niro: su funcionamiento es rápido, suave y transmite muchas más sensaciones a su conductor.

VÍDEO: C-HR Experience by Toyota, disfruta de un diamante en bruto

El Kia Niro tiene una motorización híbrida con 141 CV (19 más que su rival) y, lógicamente, sus prestaciones son mejores. Acelera de 0 a 100 km/h en 10,6 segundos y siempre le saca unas décimas al Toyota en las recuperaciones. Además, la capacidad de frenado del Niro es excelente y su peor marca desde 100 a 0 km/h es de solo 36,4 metros (frente a los 37,3 del C-HR). Pero el Niro no es capaz de ofrecer un comportamiento tan alegre y preciso como el del Toyota. El coche coreano tiene una dirección mucho más imprecisa y cuesta trazar una curva sin tener que hacer correcciones. Tengo claro que el Kia es un coche menos agradable de conducir que su competidor.

Hablemos del consumo. Este apartado es determinante en este tipo de coches. Debes tener claro que los híbridos no son vehículos para largos viajes (para eso están los diésel). Tanto el C-HR como el Niro se encuentran cómodos en ciudad y en vías de circunvalación. Entre el tráfico urbano pueden hacer valer a sus motores eléctricos y circular sin consumir combustible. Aunque declaran unos consumos medios por debajo de los 4,0 litros, lo cierto es que el C-HR ha gastado 6,1 l/100 km y el Niro 6,2. No obstante, si pretendes hacer un viaje por una autopista alemana a 150 km/h, te encontrarás un gasto de unos 8,5 l/100 km en ambos coches. Un dato excesivo si lo comparas con un diésel de 150 CV.

Llega el momento de hacer cuentas. El Kia tiene un precio inicial de 25.400 euros (sin tener en cuenta los descuentos) y el Toyota te saldrá por 27.000 euros (sin promoción) en el acabado más básico, Active. Los dos vienen correctamente equipados de serie, pero el Niro, por ejemplo, no puede llevar navegador ni como opción con este acabado. Este elemento viene de fábrica desde el acabado intermedio (Drive). En el C-HR sí tienes este práctico accesorio por tan solo 800 euros. La diferencia de precio (1.600 euros) entre el Kia y el Toyota no ha sido determinante para establecer un ganador, lo ha sido la  habitabilidad y practicidad. Por ello, se impone el Niro. ¡Enhorabuena!

Eso sí, aunque nuestra objetiva y exigente tabla de valoración dice que el vencedor es el Niro, yo me compraría el C-HR. Me gusta mucho su diseño, el comportamiento que ofrece y su calidad de realización es excelente. Eso sí, tendría que acostumbrarme al particular funcionamiento de su transmisión automática. En nuestro recomendador de coches podrás encontrar otros candidatos similares del segmento de los SUV.

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