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Comparativa: 4 familiares con mucho 'punch'

Los familiares compactos logran la cuadratura del círculo: tamaños contenidos por fuera, y mucho espacio y flexibilidad por dentro. Si además añades potentes motores diésel con consumos ajustados y chasis con tarados deportivos... ¿Se les puede pedir más? Lo comprobamos enfrentando al Ford Focus Sportbreak ST 2.0 TDCi, Mercedes CLA Shooting Brake 220 CDI, Peugeot 308 SW GT HDI y Skoda Octavia Combi RS TDI.

Motorizaciones comparadas:

Espacio y deportividad. ¿Son compatibles? Sí, y estos cuatro familiares compactos que enfrentamos hoy demuestran, que además, pueden ser ahorradores: ¡aquí comeinza la comparativa del  Ford Focus Sportbreak ST 2.0 TDCi, Mercedes CLA Shooting Brake 220 CDI, Peugeot 308 SW GT HDi y Skoda Octavia Combi RS TDI!

El modelo de Skoda parte de un precio ajustado, por el que obtienes un familiar deportivo con mucha potencia, una respuesta equilibrada y un equipamiento completo. En naranja chillón se presenta el compacto de Ford con motor TDCi, que nos ha sorprendido por su comportamiento en curva.

Pero si hablamos de elegancia, se lleva la palma el Peugeot y su imponente presencia, con su agresivo frontal coronado por las luces de LED. ¿Lo mejor? Es el más barato de los tres. El diseño del Mercedes no gusta a todos por igual y crea bastante controversia, pero sin duda es el más arriesgado de los cuatro, y también el más llamativo por su capacidad para conjugar una carrocería familiar con líneas de coupé. Veamos cómo se comportan:

Potencia de sobra

En el apartado mecánico los cuatro están a buen nivel: cilindradas entre 2,0 y 2,2 litros, todos en torno a los 180 CV. En el caso del Peugeot 308 SW GT, los 181 CV le sientan divinamente y el cambio automático actúa con decisión. Pero lo que más nos ha sorprendido en estos tres compactos es su par motor: en el Mercedes son 350 Nm, el Skoda rinde 380 y el Ford y el Peugeot llegan nada menos que a 400 Nm. Valores de auténtico deportivo, si los comparamos con el tamaño y peso de estos contendientes, muy lejos de las dos toneladas.

En cuanto al cambio, el Focus Sportbrake ST ofrece solo uno manual de seis velocidades; el Mercedes y el Peugeot solo aceptan cambios automáticos y en el Skoda puedes optar por un DSG pagando un precio extra.

Diseño deportivo, espuesta deportiva

Si pones el Skoda en modo Sport y desactivas el ESP cubrirás los 100 km/h desde parado en solo 7,6 segundos. Un coche que está en forma, ya que reduce en 0,6 segundos la cifra oficial. El motor de 184 CV también trabaja bajo el capó del Golf GTD, ofrece mucho empuje de forma homogéneo y no desfallece cuando lo subes de vueltas. En 35,5 segundos ya se pone a 200 km/h.

El Peugeot mantiene el tipo frente al Octavia Combi RS TDI gracias en gran parte al buen funcionamiento de su caja automática. Hace el 0 a 100 km/h en 7,9 segundos, mientras el dato de fábrica anunciaba 8,6. Para eso, debes pulsar el botón del modo Sport, que además de acortar la respuesta del acelerador aporta firmeza a la dirección. 

Menos nos ha gustado un eje trasero que hunde antes y más de lo deseado, y los largos desarrollos de las marchas altas del cambio, que provocan que no alcance los 200 km/h hasta pasados 41,5 segundos.

El Focus ST familiar también acorta el dato oficial de aceleración de 8,3 a 8,1 segundos, pero cuando sube de vueltas da la impresión de tener menos reserva de potencia que sus rivales, por eso es algo menos temperamental. Y eso es algo que ni siquiera puede resolver su cambio preciso y de buen tacto. Los 200 km/h los alcanza pasados 41,9 segundos. En frenada, eso sí, es imbatible, y logra detenerse de los 100 km/h en solo 33,8 metros. 

¿Y el Mercedes? Pues aun con su generoso cubicaje y su eficaz cambio de siete relaciones con doble embrague, sus 1,6 toneladas le pasan factura y se queda en 8,2 segundos en el 0 a 100 km/h. Curiosamente, su evolución mejora según sube de marchas y alcanza los 200 km/h en unos muy respetables 37,6 segundos. Pero en frenada decepciona: con 36,5 metros, el Mercedes queda en último puesto en este apartado.

En recuperaciones de 60 a 100 km/h lo cierto es que todos los candidatos están a un nivel similar, si bien la manera de distribuir su fuerza es muy diferente en cada uno.

La caja del Mercedes, comparativamente, tiene unos desarrollos más cortos que la también automática del Peugeot, y añade una marcha más. Donde se queda realmente corto respecto a sus rivales es en el maletero: por culpa de la baja línea de si techo, ofrece menos espacio para equipaje. Con todo, su capacidad máxima con los asientos abatidos llega a los 1.354 litros, una cifra que no está nada mal, pero que debe fundamentalmente a su longitud.

El Ford, gracias a sus formas más cuadradas, acepta más maletas que el Mercedes, y el Skoda cubica 200 litros más todavía. Sorpresa: el francés tiene tanta capacidad como el checo.

Así se comportan

El Ford Focus ST se siente como pez en el agua por la carretera de curvas de nuestro recorrido de prueba: ninguno de los otros gira tan ágil, ninguno pasa por curva con el aplomo de este ST. El motor diésel tiene fuerza de sobra para compartir la alegría del chasis y mover el conjunto con soltura. Claro que la sonrisa desaparece cuando entras en ciudad y pasas por calles adoquinadas. El chasis del ST tiene un tarado realmente duro; en autovías en muy buen estado no lo notarás, pero desde luego, si esperas pasar por asfalto irregular, te diremos que no es la mejor opción para viajar con niños, ya que notaréis en los riñones hasta la última china de la carretera. En esto tienen mucho que ver, claro, sus llantas de 19 pulgadas con sus neumáticos de perfil bajo.

El Octavia RS también tiene querencia por las curvas, por las que pasa ofreciendo casi la misma diversión y seguridad que el Focus. La ventaja es que sobre pista irregular no castiga a sus ocupantes de la misma manera: amortiguadores y suspensiones tienen tarados claramente más blandos. 

El 308 ve su comportamiento algo empañado por un chasis que no es todo lo equilibrado que debiera: el eje delantero es firme y gira con agilidad, pero comparativamente el trasero tiene un ajuste más blando y da la impresión de que no puede seguir el ritmo.

Esto provoca que la zaga se hunda más de lo deseado, pero afecta más a las sensaciones que a la eficacia: porque hay que reconocer que este francés, aunque no llega al nivel del ST, es muy capaz de rodar rápido y seguro por curvas una vez que le coges el tranquillo. Un apunte: su volante, más pequeño de lo normal, solo empieza a molestar cuando ya llevas un tiempo con este coche: maniobrar y aparcar no son lo más agradable del mundo en este Peugeot, todo hay que decirlo.

¿Y qué pasa con el coqueto CLA Shooting Brake? Pues que este Mercedes sorprende en carreteras, en autovía y en ciudad. El ajuste de su chasis deportivo AMG ofrece el mejor compromiso entre dinamismo y confort. La postura al volante es muy baja y deportiva, todos los elementos de la instrumentación quedan muy a mano. 

El cambio ofrece la mayor diversión en modo S: aquí, el doble embrague nunca inserta la marcha superior demasiado tarde, ni reduce demasiado pronto. Un coche deportivo, cómodo y con acabados y ajustes dignos del segmento premium. Un coche que cautiva en todo momento… Hasta que vez su precio, claro, y entonces acaba el hechizo.

Conclusión:

Todos tienen sus puntos fuertes y débiles, peri tengo que reconocer que el Skoda es el más equilibrado de los cuatro, con pocos fallos destacables: ofrece espacio, diseño, un motor potente y un comportamiento irreprochable. Y, además, por un precio muy ajustado.

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