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Comparativa: 4 familiares de 3 cilindros

Hace pocos años, pensar que un familiar podría tener un motor de tres cilindros y ser al mismo tiempo confortable y prestacional sería inverosímil. Pero la tecnología ha avanzado mucho, y en esta comparativa de 4 familiares de 3 cilindros demostramos que tienen mucho que ofrecer con sus pequeños motores de gasolina, y además, consumir poco.

Motorizaciones comparadas:

'Downsizing'. Parece que la tendencia ya es imparable. Ahora se une también el Skoda Octavia Combi en la liga de los motores de un litro, y para comprobar de qué es capaz lo enfrentamos a sus rivales director, el Ford Focus Sportbreak, Kia cee'd SW y Opel AstraSports Tourer. Comparativa: 4 familiares de 3 cilindros.

Puesto 4. Kia cee'd SW 1.0 T-GDI 120

La verdad es que hay pocas cosas criticables en este Kia familiar, pero tampoco destaca en nada, más allá de su increíble garantía de siete años. El coreano tiene un tarado de la suspensión suave, si bien cargado encuentra su tope con facilidad. El motor turbo de 120 CV tiene un comportamiento discreto, y le falta algo de mordiente. El consumo medido durante nuestra prueba, de 6,3 litros cada 100 kilómetros, es más que correcto. 

¡Lo enfrentamos al Seat Leon ST!

El cee'd no es para quienes busquen reacciones deportivas, pero lo cierto es que incluso en cambios bruscos de trayectoria se mantiene estable. Los asientos delanteros tienen un mullido descuidado, pero con todo, son lo suficientemente cómodos. Hay espacio suficiente en todas las plazas, también para equipaje, y el manejo de los elementos de control es sencillo y evita distracciones. 

Puesto 3. Ford Focus Sportbreak 1.0 EcoBoost

En el Focus hay mucha vida. Quien guste de una conducción activa, debería elegir este modelo. La mecánica EcoBoost es la más potente con 125 CV, y lo cierto es que aporta mucho empuje. La dirección y el chasis tienen el foco puesto en el dinamismo. Tiene una respuesta muy directa y pasa por las curvas con sorprendente precisión. Pero no es un prodigio de confort: el tarado del chasis es duro, lo que no evita que, cargado y sobre asfalto irregular, tenga una respuesta un poco nerviosa. 

Focus Sportbreak contra sus otros rivales:

Dentro hay algunas cosas que nos rechinan: el mecanismo para plegar la fila trasera no parece anticuado, y en esas plazas traseras no vas muy cómodo ni desahogado. Y el manejo de los elementos de control es algo engorroso por la gran cantidad de menús y submenús que te obliga a recorrer. El maletero, finalmente, es algo escaso para un coche de este tamaño.

Puesto 2. Opel Astra Sports Tourer 1.0 Turbo

Es el mejor de los cuatro en dos cosas muy valoradas en este segmento: tiene la mayor capacidad e carga (hasta 1.600 litros) y es el que menos ha consumido en nuestro test: 4,5 litros cada 100 kilómetros. A eso añade la amplia batería de asistentes y opciones multimedia, que lo colocan a la altura de los tiempos. Y sus acabados y materiales rayan a muy buen nivel. 

Opel Astra Sports Tourer en acción:

Pero no nos ha convencido tanto su comportamiento. A la palanca del cambio le falta algo de limpieza en los recorridos, a los respaldos de los asientos delanteros les falta anchura. La suspensión no está todo lo afinada que debiera, le falta suavidad sobre piso irregular y provoca indeseadas vibraciones en el parabrisas y las ventanillas laterales. 

El carácter del motor tampoco nos ha convencido: por debajo de 2.000 es demasiado indolente, y una rumorosidad algo elevada eclipsa el confort general. Sus 105 CV son algo escasos, pero hay que decir que, una vez lanzado, es un coche muy controlable que permite cierto dinamismo. 

Puesto 1. Skoda Octavia Combi 1.0 TSI

Al final, muchas veces, son las pequeñas cosas las que marcan la diferencia. En este Skoda se resumen en una cosa: practicidad. Por ejemplo, un pequeño clip de plástico parra el ticket de aparcamiento, una instrumentación de generoso tamaño que permite una fácil lectura, un freno de mano grueso que permite bloquear el coche con un mínimo gesto de la mano. Pequeñeces, en principio, pero todas con mucho sentido.

Esto es lo que pensamos del Octavia Combi:

Y esto no quiere decir que el Skoda sea un coche aburrido. Bajo su capó se esconde uno de los tres cilindros más vivo del test, con una gran capacidad de recuperación que, en el paso de 80 a 120 km/h, le saca unos cuantos segundos al Kia. 

La aguja sube de vueltas con avidez, la respuesta es siempre homogénea y con cierta suavidad. Y con 5,9 litros de consumo, es el segundo mejor de la comparativa. Los 200 Nm de par se notan en su capacidad de empuje a la mínima insinuación sobre el acelerador, y es que este gasolina turboalimentado aporta fuerza de sobra en cualquier situación. 

El recorrido del cambio es preciso con inserciones limpias, y el chasis tiene un ajuste muy equilibrado. Las suspensiones se tragan las irregularidades sin inmutarse, solo cargado hasta los topes llegan a su límite en algunas ocasiones. Los frenos detienen el conjunto con contundencia y, en general, este Octavia es un coche capaz de devorar muchos kilómetros sin esfuerzo (ni para sus ocupantes).

Y es que es el que más espacio ofrece a sus pasajeros, con unos asientos realmente cómodos. Todo esto, le da una merecida victoria. 

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