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Citroën DS3 Racing: ¡Mon Dieu!

Jorge Arenas

GrandÌsima aportación la de nuestros vecinos franceses al segmento de los utilitarios deportivos. El DS3 Racing no es solo un coche que busca llamar la atención mediante una estética muy llamativa. Bajo su capó hay un motor THP de 202 CV que, en conjunción con su buen chasis, le convierte en una auténtica fiera de la carretera. El mayor problema de este Citroën está en su elevado precio: 29.990 euros.

Que nadie se olvide de que Francia es un país muy activo en la faceta más racing del automovilismo. En ocasiones quedamos abrumados por los prolíficos alemanes, que lanzan al mercado infinidad de productos (buenos en muchos casos, sin duda) y nos hacen dejar de lado al resto. Un claro ejemplo a seguir dentro del segmento utilitario es el Clio RS. Es todo un señor deportivo que, sin necesidad de recurrir a la última moda en tecnología, es capaz de merendarse en una carretera de curvas a muchos de sus rivales gracias su fenomenal chasis.

La tradición del país vecino en el mundo de la competición est· ahí. Son muchos años haciéndolo bien en diferentes disciplinas y eso se nota. De hecho, la división Citroën Racing (sí, la misma que ha puesto a punto el coche de Sebastien Loeb, ganador de la pasada edición del WRC) ha sido la encargada de hacer las modificaciones pertinentes para que este DS3 sea algo más que un exclusivo coche urbano. ¿Dónde están los cambios?

Detalles estéticos al margen, el motor 1.6 THP ha subido de potencia hasta los 202 CV. Además, las vías se han ensanchado, la carrocería se ha rebajado y se han colocado amortiguadores y muelles más firmes, junto a unos discos Brembo de 323 mm con pinzas de cuatro pistones. El resultado es un coche muy, pero que muy rápido, hasta el punto de ser comparable al Clio RS que mencionaba al principio del texto o, por qué no, a un Mini John Cooper Works. Su forma de entregar la potencia no tiene nada que ver con la del 
Renault, que es el único atmosférico y solo da lo mejor de sí cuando gira altísimo de vueltas. Sin embargo, y a pesar de que montan el mismo bloque, tampoco lo hace como el Mini. El inglés es mucho más bravo a la hora de acelerar, mientras el francés lo hace de una forma más dulce y progresiva (misteriosamente, calcan sus cifras de aceleración).

En definitiva, este DS3 tiene una personalidad muy suya y, para mi gusto, bastante acertada por equilibrada. En cuanto al chasis, es muy firme y logra una pisada realmente buena en zonas de curvas. El problema aparece cuando dejo de ratonear y afronto tramos a velocidades altas, ya que en este momento el coche se vuelve excesivamente nervioso, tanto en apoyo como a la hora de frenar... cosa que no he observado de forma tan palpable en ninguno de sus posibles rivales. Quitando eso, ¡chapeau!

Valoración

Nota7

GrandÌsima aportación la de nuestros vecinos franceses al segmento de los utilitarios deportivos. El DS3 Racing no es solo un coche que busca llamar la atención

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