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Cara a cara: Porsche Macan GTS contra BMW X4

De lo bueno lo mejor... y de lo mejor, lo superior. Ponemos frente al Porsche Macan GTS y el BMW X4. Con el X4 M40i, BMW pretende hacerse con la victoria entre los SUV más deportivos, pero tiene un pequeño problema: el Macan GTS cuenta con la genética familiar.

Motorizaciones comparadas:

Hoy ponemos frente a frente a frente a dos SUV poderosos: el Porsche Macan GTS y el BMW X4.

Prácticamente todos los fabricantes alemanes tienen en su gama modelos orientados a una conducción más dinámica: Mercedes y sus AMG, Audi y sus RS, Opel y sus OPC... Y, por supuesto, BMW y sus M. Pero en el sector automovilístico hay una marca que, no es que tenga algún modelo más deportivo, es que los tiene todos: Porsche

Aún así, las otras marcas tienen productos muy interesantes, como es el caso de nuestro protagonista, el BMW X4 M40i. Con 360 CV, el honor de ser su rival natural entre la todopoderosa marca deportiva, por tener la misma potencia, es el Porsche Macan GTS. Sí, hay un Macan más potente, el turbo (400 CV), pero somos conscientes de que ponerlo delante del bávaro sería injusto.

Con el BMW X6 M como precedente, la marca ha reducido su tamaño, a todas luces excesivo por sus inercias para hablar de un SUV deportivo (aunque lo sea), y por eso tenemos el X4. Algo parecido pasó con el Macan, con respecto a su hermano mayor el Cayenne, que en 2002 sorprendió a los mas porschistas con un mamotreto que a la larga se ha convertido en uno de los Porsche  más vendidos. Ahora, estos hermanos pequeños se miden cara a cara en nuestras manos... 

Interiores deportivos

Accedo a ellos y encuentro las primeras diferencias. El BMW es más alto y la postura al volante no parece la más apropiada para un SUV coupé que se las da de deportivo. Por lo menos, la visibilidad delantera es mejor que en el Macan, pero no se puede decir lo mismo con la trasera: el cristal es tan pequeño y está tan inclinado que apenas te deja ver. Además, la altura libre al techo en esta zona está condicionada por la forma de la zaga, aunque, todo hay que decirlo, tiene más espacio para las piernas que su contrincante. 

En el Porsche te sientes más bajo y mucho más integrado en su puesto de conducción. La sensación deportiva que envuelve al conductor es muy superior, quizá también debido a unos asientos más envolventes y deportivos. Ya en parado te sientes más conectado al vehículo, una sensación que, en marcha, aumenta.

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Nos vamos

Al arrancar, el sonido del BMW es espectacular, pero el del Porsche es embriagador. Y más si aprietas su botón específico para deportivizar más el ruido que sale por sus escapes. Motores de seis cilindros en ambos, configurados de forma diferente: en línea en el X4, en V en el GTS, pero ambos con dos turbos para entregar sus 360 CV de la forma más lineal posible. 

Es cierto que en el modo normal (ambos tienen varios para elegir) el Porsche tarda más en reaccionar a las demandas del acelerador. Algo que cambia en la posición más deportiva de ambos, y más si has adquirido el paquete Sport Chrono Plus que, por 1.222 euros, añade el botón Sport Plus. Al pulsarlo, prepara al Macan para salir catapultado al hiperespacio como ni siquiera el X4 puede imaginar. Parece que, de repente, le inyectaran 50 CV más de golpe y unos petardos a las salidas de los escapes, que son mucho más difíciles de oir en el X4.

En este tipo de vehículos tan potentes, el cambio juega un papel decisivo en su comportamiento. Y también aquí hay diferencias. Ambos, automáticos, por supuesto, pero por convertidor de par y ocho velocidades en el BMW y de doble embrague en el Porsche, con solo siete relaciones. El convertidor de par se nota algo más lento, pero lo compensa con unas relaciones más cortas al tener una marcha más. Por eso, y por los 50 kilos de menos que pesa, las prestaciones son favorables al X4, a pesar de que la sensación a bordo es que acelera más lentamente que el GTS, ya que tarda algo más en realizar los cambios de marcha y con unas transiciones algo más bruscas. 

Comportamiento que impresiona

Sobre todo el del Macan. Y es que el X4 puede resultar muy eficaz y deportivo, pero el de Stuttgart es capaz, muy capaz, de dejarlo atrás. Su chasis más aplomado y con un centro de gravedad más bajo te invita a trazar más deprisa y te premia con la sensación de que llevas un SUV más ligero y potente de lo que parece y, por supuesto, que el X4. 

Y es que la sensación más deportiva también se tiene que transmitir a la hora de frenar. Si no tienes confianza en su equipo de frenos, no podrás circular tan rápido. Eso también te lo da el GTS y no tienes nada más que echar un vistazo a la tabla de mediciones y ver que el Porsche, desde los 100 km/h se detiene por completo cuatro metros antes, que pueden resultar decisivos en una apurada de frenada al límite o en una de emergencia... Vale, también es verdad que el Porsche tiene más goma en sus anchas ruedas, pero... ¿tanta como para detenerse esos cuatro metros antes? 

Sin embargo, el BMW cuenta con un detalle espectacular: en un tramo de curvas y frenando fuerte, al calentarse los frenos en exceso se refrigeran con unos chorros a presión de agua que a veces llegan a salpicar hasta el parabrisas y que te hacen sentir como un piloto del DTM en Nürburgring en plena carrera con lluvia...  

Eso sí, y todo hay que decirlo: la dirección del BMW es más directa y transmite mejor lo que pasa en la carretera, un punto a mejorar por el Porsche. 

Ya solo queda la cuestión de los costes, aunque estos coches se compren más con el corazón que con la razón. El X4 consume algo menos (8,8 litros por 9,2 de su rival), pero su precio es bastante más bajo y eso puede hacer que te decidas por él: hasta 12.300 euros menos con los que, por ejemplo, puedes comprar un Seat Ibiza 1.0 de 75 CV para utilizarlo como segundo coche familiar. Así que tendrás que elegir entre ser generoso con la familia o un poco más rápido (y feliz) al volante. Aunque no lo olvides: la generosidad también significa felicidad.

Conclusión

¿SUV y deportivo? Sí, se pueden aunar estos dos conceptos, a priori, contradictorios. Y no hay mejor muestra que nuestros dos protagonistas. El BMW tiene un muy buen precio y una excelente dinámica, pero pincha en una cosa: tiene delante a todo un Porsche que, a pesar de su alto coste, es muy superior en varios apartados. ¿Lo tienes decidido o necesitas una ayuda extra de nuestro recomendador?

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